lunes, 29 de junio de 2009

ASCENDIDOS!!!

El Mirandés retorna a la Segunda División B tras un choque histórico y vibrante

C.D. Mirandés: 3 Jerez Industrial: 2

C.D. Mirandés: Iker, Rodri, Palacios, Cabero, Gebara, Iván Agustín (Gámiz 75’), Núñez, Tato, Pablo,
Candelas (Espinosa 70’), Mujika (Kali 80’).

Jerez Industrial: Bello, Fali, Julio, Mere, Chema, Chiqui, Servando, Manu (Selu 46’), Carrasco, R. Caro
(Orife 67’), David Narváez.

Árbitro: David Jiménez García (colegio navarro) quien amonestó a Pablo, Bañuelos, Gebara, Chiqui, Caro, Manu, Narváez, Fontana, Carrasco y expulsó con roja directa a Davalillos y a Selu.

Goles: 1-0 (Minuto 12); Mujika. 1-1- (Minuto 55); Carrasco. 2-1 (Minuto 64); Palacios. 3-1 (Minuto 69); Mujika. 3-2 (Minuto 82); Chema.

Incidencias: Partido correspondiente al último partido de la fase de ascenso a la Segunda B disputado en el campo de Anduva ante 5.946 espectadores y con una recaudación de 37.566 euros.

Y llegó el día en el que el Club Deportivo Mirandés hizo historia y consiguió ese premio que hasta ahora se la había negado: el regreso a la Segunda División B, una categoría a la que nunca debió abandonar y a la que por fin regresó ayer tras su victoria de 3-2 sobre el Jerez Industrial. Atrás quedan por tanto los fantasmas y el maleficio por no subir, y por delante un camino que lo llevará por la categoría de bronce del fútbol español.

Presionando y con un testarazo de Cabero que el navarro no logró conectar, así empezó el Mirandés la finalísima ante el conjunto jerezano. El equipo de Carlos Fontana saltó crecido y mostró mucha más agresividad de lo que había dejado ver en la ida, sobre todo con Manu en lugar de Selu en la banda derecha.

Si la banda derecha fue el corredor del Jerez, la izquierda fue la mirandesista, la buena movilidad de Gebara y el trabajo de Candelas asistiendo a Pablo fueron lo mejor de los primeros compases. Y pese a que Pablo fue el más difícil de tomar en defensa por el Jerez fue el primer hombre que vio la amarilla por un supuesta simulación del burgalés en el área del conjunto industrialista, algo que se pareció más a un derribo tras la fantasía del futbolista que de una picardía.

El desahogo

A los nueve tras toparse con un balón, Pablo encaró a la portería, disparó y el balón acabó en la manos del meta Bello Amigo y sólo tres minutos después apareció Candelas quien fabricó una jugada desde la izquierda disparó y fue Mujika, quien empujó el balón para descolocar al portero y estampar el gol del desahogo rojillo, era el 1-0 y estalló la grada. Y si el Jerez se animó en el comienzo, tras el gol se vino abajo y sólo buscó cortar con juego brusco. Algo que se vio favorecido por el precipitado arbitraje del navarro Jiménez García.

Con un Candelas encendido, listo para robar balones y para desaquiciar al rival con sus propuestas de ataque, los rojillos se crecieron en ataque y fue Tato el que brilló por la banda derecha, una zona donde siempre le ganó su batalla a Julio.

Iker tocó el primer balón del partido recién a los 30 minutos tras un envío tímido de cabeza de Carrasco desde la frontal. Lo que marca, de alguna forma, el juego propuesto por el Mirandés.

Trabajo y descuento

Por sacrificio, los rojillos merecieron mucho más en la primera mitad y sólo se vieron perjudicados más que por el rival y los errores propios por los fallos arbitrales, como ese puñetazo que recibe Jon Gebara por parte de Servando y en el que finalmente, ambos jugadores acabaron amonestados.

Tras el paso por los vestuarios y la entrada de Selu por Manu el Jerez mostró otra cara y buscó tocar. Ya en el primer minuto de la segunda mitad Rafa Caro avisó con un tiro cruzado que se fue apenas desviado del poste derecho de Iker. La acción marcó un cambio en el dominio del juego y el Jerez empezó a circular el balón y los rojillos pasaron apuros y diez minutos después, Carrasco enmudeció Anduva tras anticipar un pase desde la banda derecha y batir cruzado a placer anticipando a toda la defensa.

Los gaditanos se vinieron encima pero Selu se autoexpulsó y el Mirandés encontró esos huecos que le habían faltado, justo cuando más achuchaba el rival. A los 64, Palacios puso la cabeza tras una falta botada por Gebara y decretó el 2-0. Y sólo cinco minutos después Pablo sacó otro conejo de la chistera, dejó mano a mano a Mujika y el de Pasajes marcó el 3-1 y el tanto del ascenso que devolvía a los rojillos a el sitio que le corresponde por historia. Chema descontó a ocho del final y tocó sufrir, pero el oficio y la casta rojilla salieron a relucir para aguantar con uñas y dientes, para aferrarse a un sueño y el destino, esta vez dijo sí.
Fuente: DB

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