lunes, 20 de diciembre de 2010


España y EE UU instalan detectores de armas nucleares en tres puertos
Los portales para escanear millones de contenedores ya están operativos en Algeciras y pronto lo estarán en Valencia y Barcelona

España será el primer país europeo que disponga de tres puertos (Algeciras, Valencia y Barcelona) dotados de sistemas de detección para prevenir el tráfico ilícito de material nuclear, a tenor de un acuerdo bilateral suscrito el pasado julio por el embajador estadounidense, Alan D. Solomont, y el director de Aduanas e Impuestos Especiales, Nicolás Bonilla. Este programa se inscribe en la Iniciativa Megaports, cuyo fin es que en 2015 haya en todo el mundo 100 puertos capaces de revisar el 80% del tráfico marítimo global. Sin embargo, la implantación de los detectores creó algunas tensiones entre Madrid y Washington, según revelan las comunicaciones diplomáticas conocidas ahora.

Tras los atentados del 11-S, el Gobierno de Estados Unidos decidió reforzar el control de los cargamentos que llegasen a su territorio por vía marítima, ante la posibilidad de que escondiesen ingenios nucleares u otro tipo de armas de destrucción masiva. Para ello, creó el programa Container Security Initiative (CSI), consistente en la instalación de grandes escáneres en los principales puertos del mundo. Uno de los países elegidos para implantar esos dispositivos fue España, empezando por el puerto de Algeciras (Cádiz), que mueve anualmente miles de millones de toneladas de mercancías. España puso objeciones para instalar ese dispositivo, lo que obligó a Washington a una presión constante.

Las autoridades españolas señalaron a los estadounidenses, a mediados de 2004, que la seguridad en los puertos españoles era más alta que en otros puertos europeos, sobre todo a causa de la existencia del terrorismo local (ETA). No obstante, el entonces director de Puertos del Estado, Mariano Navas, admitió que España carecía del equipo y la formación precisos para detectar amenazas terroristas de carácter nuclear (cable número 18550).

Desde el primer momento Estados Unidos dejó claro su interés en reforzar los controles en Algeciras. A la vez que el programa CSI, el Departamento de Energía estadounidense desarrolló en los países aliados -entre ellos España- el plan Megaports para incrementar la protección contra los envíos ilegales de material nuclear o radiactivo a través de las rutas comerciales.

En julio de 2004, el Gobierno español aceptó el préstamo de un escáner para empezar a desarrollar el programa CSI en Algeciras, mientras personal del Departamento de Seguridad Interior estaba a la espera de trasladarse a España para dar asesoramiento.

La existencia del programa CSI y del plan Megaports originó cierta confusión entre las autoridades españolas. Estas respaldaban esta segunda iniciativa, pero tenían reticencias sobre el primero debido a que había coincidencias entre ambos. Por eso, los estadounidenses decidieron explicarlo. Los funcionarios de la embajada dijeron que el CSI consistía en la inspección de los documentos de la carga, junto al escaneo de los contenedores seleccionados; a la vez que aportaba la mayor parte del personal técnico, y el compromiso de implantar el programa en Algeciras antes de evaluar si lo hacía en Barcelona y Valencia. En cambio, Megaports consiste en el examen de todos los contenedores; el suministro del equipo técnico y el mínimo personal del Departamento de Energía, a la vez que activaría simultáneamente el plan en varios puertos (cable 19369).

La embajada garantizó la presencia de ocho especialistas estadounidenses en los puertos, mientras que los analistas y los investigadores criminales solo fueron autorizados por el Gobierno español a permanecer tres meses. Por eso, el programa no podía ir hacia delante mientras el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero no diera cobertura legal a este personal, estatus diplomático e inmunidad, así como un espacio seguro dentro de las áreas portuarias seleccionadas. La Secretaría de Seguridad Interior estadounidense era consciente de que la presencia de sus técnicos en los puertos creaba un riesgo adicional para ellos. Por eso consideraba que el asunto debía llevar el sello de confidencial, secreto o muy secreto (cable 27342).

La cooperación entre España y Estados Unidos es "excelente" en la guerra mundial contra el terrorismo, "a pesar de las fricciones existentes en otros campos", según un informe diplomático de abril de 2004. Y especificaba: "Mientras el proyecto Megaports avanza a paso firme, el CSI ha encontrado dificultades tanto en Estados Unidos como en España. El hecho de que el 80% de los contenedores que proceden de Oriente Medio con destino a Estados Unidos pasen por puertos españoles hace que la participación de los puertos de Algeciras, Barcelona y Valencia sea esencial para la seguridad de Estados Unidos, lo que explica nuestras presiones" (cable 30292).

El escaneado de contenedores comenzó en Algeciras en junio de 2006; a finales de ese año, el proceso marchaba moderadamente bien, de forma que grupos de funcionarios del departamento de Energía Nuclear de Washington se trasladaron al puerto español para mostrar su funcionamiento a agentes chinos y de Taiwan (cables número 81995 y 87818).

En mayo de 2007, España y Estados Unidos acordaron extender el plan Megaports a la vista de que hasta entonces solamente eran escaneados el 10% de los contenedores que pasaban por Algeciras. El proyecto consistía en ampliar el control sobre los contenedores que eludían ser revisados porque no recalaban en los muelles del puerto, sino que eran transportados de barco a barco. "El éxito de la implantación de este programa es prioritario para la embajada, sobre todo por los beneficios y las experiencias que pueda aportar de cara a extenderlo a otros puertos del mundo que manejan cargamentos dirigidos a Estados Unidos", añadía el informe (cable 109864).

En octubre de 2007, un grupo de técnicos de la Administración de Seguridad Nacional de Estados Unidos detectó problemas en la implantación del programa Megaports en Algeciras, uno de los más importantes puertos del mundo. Vieron que entre el 90% y el 97% del cargamento iba en tránsito (de barco a barco), lo que dificultaba los controles. Para evitar esta situación, instalaron dos aparatos detectores de radiación en los muelles (cable 124257).

Poco después, las autoridades españolas pusieron más pegas: la obligatoriedad de que los aparatos detectores fueran 100% estadounidenses podría acarrear demoras y un coste desmesurado. El Gobierno de Madrid advirtió de que estaba en contacto con otros países europeos para elaborar una posición común para enfrentarse a esta nueva exigencia de Washington, según Pedro Román, director de seguridad portuaria. A la vez, pensaba que el tiempo, el personal y el equipamiento necesario para cribar el enorme volumen de contenedores que pasaban por Algeciras suponía "un tiempo y un coste prohibitivo". La embajada en Madrid dijo entonces que el presidente George W. Bush pretendía que el Congreso asegurase el aprovisionamiento de detectores nucleares, a la vez que el departamento de Seguridad Interior estaba facultado para prorrogar el plazo de implantación del sistema hasta 2012. (ID 127581).
Fuente: el país

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