jueves, 28 de julio de 2011

Algas asesinas?


¡Peligro, algas asesinas!
La muerte de 32 jabalíes en unas playas bretonas alarma a las autoridades galas

La aparición de 21 cadáveres de jabalíes en la bahía de Saint Brieuc, en Bretaña, anteayer y ayer, y de un total de 32 desde principios de julio, ha hecho saltar las alarmas en esta región francesa donde se teme que las muertes estén ligadas a un problema sanitario que podría suponer riesgo para las personas.

Fuentes de la prefectura explicaron que se están realizando análisis para determinar las causas de la muerte de los jabalíes, cuyos resultados se sabrán la semana que viene, aunque muchos especialistas adelantan que pueden estar relacionadas con gases tóxicos que expelen las algas verdes al descomponerse.

Varios de los jabalíes muertos estaban en la playa Saint-Maurice de la localidad Morieux, que está cerrada al público desde el 8 de julio por una marea de algas verdes como la que cada año invade en enormes cantidades diversos puntos de las costas bretonas.

El investigador del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) Philippe Potin señaló ayer que si bien es «muy temprano» para atribuir las muertes de jabalíes al sulfuro de hidrógeno que emiten las algas , ya hay antecedentes comprobados, «como la muerte de dos perros y un caballo en años anteriores.»

El presidente de la asociación Alto a la Marea Verde, Michel Guillemot, alertó de que es «un gas mortal que en 2009 mató a un obrero que trabajaba recogiendo las algas» y pidió al Gobierno que recurra al Ejército para limpiar las playas.

Granjas bajo sospecha
En lo que va del año, se han retirado 25.000 metros cúbicos de algas de las playas de dos de los cuatro departamentos bretones, lo que representa el doble que en el mismo período de 2010.
El fenómeno, que esta vez ha llegado a un nivel de alerta en plena temporada turística, ocurre desde hace más de 30 años. Según el portavoz del colectivo naturalista Agua y Ríos de Bretaña, Jean François Piquot, está provocado por el uso masivo de fertilizantes agrícolas y la cría intensiva de ganado, en particular de porcino, dado que las algas se nutren del fósforo y nitrógeno que se filtra de los deshechos generados en las granjas, y que llegan hasta el mar. «La solución que proponemos es la misma desde hace 30 años, hay que desmasificar la cría de ganado», declaró Piquot.

La misma posición mantuvo Guillemot, que propuso que «los cerdos crezcan en libertad y no encerrados, como ocurre ahora», y apostó por una producción extensiva, orgánica y sostenible.

Sin embargo, la estrategia para cambiar la producción agropecuaria no tiene el visto bueno del presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien en una visita a Bretaña el pasado 7 de julio dijo que «es absurdo culpabilizar a los agricultores» por las algas verdes y calificó de «integristas» a los ecologistas que acusan a las granjas de producción masiva.
Fuente:EFE

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