La historia de Miranda a un click
José González ha diseñado una página web que recoge todo tipo de curiosidades de la ciudad Relatos, fotografías y mapas, entre otros, conforman esta valiosa retrospectiva
En Miranda de Ebro se instalará el alumbrado eléctrico. Una frase que en julio de 2011 no constituye una novedad para los lectores, pero cuando la noticia en cuestión apareció publicada en 1894 en la segunda edición del periódico La Iberia, sí que fue una auténtica exclusiva para quienes vivían en la ciudad. Lo mismo que aquella famosa carrera de coches difundida en noviembre de 1902 con salida desde la capital francesa de París, con parada en Miranda y con destino Madrid. Se trata apenas de dos datos entre cientos de los que se pueden encontrar en una página web creada por un mirandés y que nació hace apenas algunas semanas.
Es cierto que cuando se habla de historia, ésta no siempre despierta simpatía y muchos, equivocadamente, pueden llegar a pensar incluso que viene detrás una frase aburrida. Sucede en ocasiones, hasta que alguien se anima a romper con los tópicos, le da una vuelta a todo y es capaz de crear un espacio en la red donde realmente se puede disfrutar de una retrospectiva de la ciudad de una forma simple y enriquecedora.
Eso es lo que, a ligero resumen, ha conseguido materializar José González Grijalba en www.rinconhistoriamiranda.org. Tras más de cinco años de búsquedas, de darle al ratón cientos de veces consiguió recoger textos, fotos y anécdotas hasta ahora inéditas y que según él, «merecían salir a la luz porque forma parte de lo que somos», dice.
Con ansias de saber
Su labor en todos estos años tiene un doble mérito, porque por un lado ha sido capaz de concentrar en un sitio web un trozo de la historia menos conocida de la ciudad y, por el otro, la clasificación de la información con la que se encontró le demandó mucho más esfuerzo porque no es historiador sino ingeniero técnico.
Un día, curioso por la aprender como se define, decidió que realizaría una animación en tres dimensiones del Castillo de Miranda. No tuvo mucha suerte «porque desconocía su perímetro, no había fotografías, no encontraba nada. Algo me sirvió de lo que encontré en la página del Instituto Municipal de la Historia, allí había algunas imágenes y grabados», rememora. La clave fue encontrar un método de búsqueda y allí se sorprendió sobre la cantidad de artículos que se habían perdido sobre la ciudad. En su mayoría se trataba de publicaciones que aparecían en revistas francesas o inglesas. Su trabajo también se completó con visitas a museos, bibliotecas nacionales y todo rincón que le pudiese aportar datos.
Joyas del ayer
Si le preguntamos a un mirandés ¿cuál es la foto que los visitantes se toman más a menudo al pasar por la ciudad? Seguramente responderán que el puente Carlos III. Claro que pocas, poquísimas, personas sabrán que Francis Frith retrató el río y sus memorables balcones colgantes entre 1850 y 1870. Y mucho menos imaginarán que esa foto no duerme en Miranda sino mucho más lejos, porque desde 1954 fue adquirido por el Victoria & Albert Museum de Inglaterra.
O al menos descansaba allí hasta que González se la encontró en uno de sus tantos viajes cibernéticos. Claro que la fotografía podría corresponder a una típica ciudad española que tuviese un río a su vera. La sorpresa llegó «cuando vi el Castillo y la torre, que hoy ya no existe [porque se hundió] de la iglesia de San Juan Bautista. En este caso es la primera visión de dónde estaba originalmente ubicada, porque incluso no figura ni en los planos antiguos», relata.
Alrededor del Mundo hacía referencia a Miranda como la Puerta del Sol de los ferrocarriles, también a la casa histórica de los condes de Berberana, ubicada en la plaza España, y a una situación crítica en la ciudad «tras una nevada de día y de noche sin interrupción», como lo reflejaba el periódico La Época en su edición del 22 de febrero de 1888.
Es posible hallar en la página reproducciones de publicaciones nacionales como ABC que da cuenta de una recaudación en favor de Cruz Roja en el año 1935 en la que posan «distinguidas señoritas de la población», o toparse con un premio nacional de fotografía divulgado por el mencionado periódico en el que aparecen dos niños sanjuaneros en 1933.
Con la modestia por bandera, González tiene una única ilusión. «Ojalá que la gente se motive y que por lo menos haga algo de fuerza por aquellos símbolos que tenemos que, aunque no podrán recuperarse de inmediato, al menos que no se deterioren», confiesa.
Patrimonio y futuro
Aunque deteriorándose, Miranda conserva dos ventanales góticos y frescos auténticos en las paredes de la iglesia de San Juan que tienen más de 500 años. Algo reflejado en la página web creada por González, lo mismo que las animaciones en 3D de la iglesia con lo que pretende animar a los más jóvenes. La recreación tridimensional del yacimiento arqueológico de Deóbriga es el próximo reto de este mirandés que sin estridencias, ha encontrado una forma humilde para evitar que el tiempo se devore los recuerdos y la historia.
Fuente: DB
Es cierto que cuando se habla de historia, ésta no siempre despierta simpatía y muchos, equivocadamente, pueden llegar a pensar incluso que viene detrás una frase aburrida. Sucede en ocasiones, hasta que alguien se anima a romper con los tópicos, le da una vuelta a todo y es capaz de crear un espacio en la red donde realmente se puede disfrutar de una retrospectiva de la ciudad de una forma simple y enriquecedora.
Eso es lo que, a ligero resumen, ha conseguido materializar José González Grijalba en www.rinconhistoriamiranda.org. Tras más de cinco años de búsquedas, de darle al ratón cientos de veces consiguió recoger textos, fotos y anécdotas hasta ahora inéditas y que según él, «merecían salir a la luz porque forma parte de lo que somos», dice.
Con ansias de saber
Su labor en todos estos años tiene un doble mérito, porque por un lado ha sido capaz de concentrar en un sitio web un trozo de la historia menos conocida de la ciudad y, por el otro, la clasificación de la información con la que se encontró le demandó mucho más esfuerzo porque no es historiador sino ingeniero técnico.
Un día, curioso por la aprender como se define, decidió que realizaría una animación en tres dimensiones del Castillo de Miranda. No tuvo mucha suerte «porque desconocía su perímetro, no había fotografías, no encontraba nada. Algo me sirvió de lo que encontré en la página del Instituto Municipal de la Historia, allí había algunas imágenes y grabados», rememora. La clave fue encontrar un método de búsqueda y allí se sorprendió sobre la cantidad de artículos que se habían perdido sobre la ciudad. En su mayoría se trataba de publicaciones que aparecían en revistas francesas o inglesas. Su trabajo también se completó con visitas a museos, bibliotecas nacionales y todo rincón que le pudiese aportar datos.
Joyas del ayer
Si le preguntamos a un mirandés ¿cuál es la foto que los visitantes se toman más a menudo al pasar por la ciudad? Seguramente responderán que el puente Carlos III. Claro que pocas, poquísimas, personas sabrán que Francis Frith retrató el río y sus memorables balcones colgantes entre 1850 y 1870. Y mucho menos imaginarán que esa foto no duerme en Miranda sino mucho más lejos, porque desde 1954 fue adquirido por el Victoria & Albert Museum de Inglaterra.
O al menos descansaba allí hasta que González se la encontró en uno de sus tantos viajes cibernéticos. Claro que la fotografía podría corresponder a una típica ciudad española que tuviese un río a su vera. La sorpresa llegó «cuando vi el Castillo y la torre, que hoy ya no existe [porque se hundió] de la iglesia de San Juan Bautista. En este caso es la primera visión de dónde estaba originalmente ubicada, porque incluso no figura ni en los planos antiguos», relata.
Alrededor del Mundo hacía referencia a Miranda como la Puerta del Sol de los ferrocarriles, también a la casa histórica de los condes de Berberana, ubicada en la plaza España, y a una situación crítica en la ciudad «tras una nevada de día y de noche sin interrupción», como lo reflejaba el periódico La Época en su edición del 22 de febrero de 1888.
Es posible hallar en la página reproducciones de publicaciones nacionales como ABC que da cuenta de una recaudación en favor de Cruz Roja en el año 1935 en la que posan «distinguidas señoritas de la población», o toparse con un premio nacional de fotografía divulgado por el mencionado periódico en el que aparecen dos niños sanjuaneros en 1933.
Con la modestia por bandera, González tiene una única ilusión. «Ojalá que la gente se motive y que por lo menos haga algo de fuerza por aquellos símbolos que tenemos que, aunque no podrán recuperarse de inmediato, al menos que no se deterioren», confiesa.
Patrimonio y futuro
Aunque deteriorándose, Miranda conserva dos ventanales góticos y frescos auténticos en las paredes de la iglesia de San Juan que tienen más de 500 años. Algo reflejado en la página web creada por González, lo mismo que las animaciones en 3D de la iglesia con lo que pretende animar a los más jóvenes. La recreación tridimensional del yacimiento arqueológico de Deóbriga es el próximo reto de este mirandés que sin estridencias, ha encontrado una forma humilde para evitar que el tiempo se devore los recuerdos y la historia.
Fuente: DB
sorpresa al encontrar uno de mis trabajos de scarp digital ilustrando un sitio que desconocia, . jaiko
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