domingo, 14 de agosto de 2011

Donosti celebra el 20 aniversario de su museo marítimo


20 años en un barco varado
El Museo Naval ha programado a lo largo de su vida 30 muestras - El centro fomenta la investigación y difusión de la cultura marítima

Hará unos 23 años, Socorro Romano y José María Unsain recibieron el encargo de crear un Museo Naval. "La idea nació por iniciativa de la Sociedad Oceanográfica de Gipuzkoa", explica Unsain. El proyecto inicial prevía que el centro funcionara como una especie de "prolongación del Aquarium", pero la redacción final le otorgó autonomía del vecino de puerto y dependencia de la Diputación de Gipuzkoa. Tras tres años de gestación, hace 20 -el pasado 23 de mayo se celebró la efeméride-, el Museo Naval de San Sebastián abrió sus puertas. "Se inauguró con algunas vitrinas vacías, y prácticamente sin colecciones, con aquello que nos había dado tiempo a constituir", apunta Romano.

A lo largo de estos 20 años ha programado 30 exposiciones y por sus salas han pasado cerca de 500.000 visitantes y, sobre todo, como apuntan sus responsables, ha cumplido con su cometido: "La protección, conservación, investigación y difusión de la cultura marina del País Vasco".

Unsain y Romano han dedicado gran parte de su vida profesional al centro. El equipo que articula el museo está integrado por seis personas y, como recuerdan sus cabezas visibles, cuentan con el "apoyo y colaboración de multitud de personas".

Escuchando a Unsain y Romano en una de las salas del último piso del edificio -el inmueble que alberga el museo es uno de los pocos que sobrevió al incendio de 1813-, cuesta dilucidar de qué actividades o proyectos emprendidos se sienten más orgullosos.

Con la edición de Itsas Memoria. Revista de Estudios Marítimos del País Vasco han conseguido convertirse en un referente en toda España. La publicación, de carácter bienal, incluye la publicación de diversas investigaciones y estudios.

Tampoco se quedan atrás las 36 embarcaciones que han restaurado, "desde traineras de pesca a barcos de vapor", aclara Unsain que lamenta la falta de preocupación por la conservación, años atrás, de este tipo de vestigios. Además, en la actualidad las vitrinas cuentan con amplios fondos que exponer, "grabados, pinturas, carteles, mapas, objetos arqueológicos", enumera Romano. Completan la oferta un archivo y biblioteca y la infinidad de talleres propuestos.

Destacan las exposiciones. Las ha habido dedicadas a navegantes vascos, a la relación de los Baroja con el mar, a la Marina de Guerra Auxiliar o, como la actual, a los cazadores de ballenas. Con San Sebastián, ciudad marítima, programada en 2008, Romano y Unsain decidieron cambiar el modelo de funcionamiento del museo. "Pensamos abrir una época diferente y, en vez de exponer los fondos, programar exposiciones temporales de largo recorrido", explican para, por último, subrayar que "el trabajo de un museo no se debe cuantificar por el número de visitantes", sino también por "las investigaciones y exposiciones" desarrolladas.
Fuente: el país

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