Navantia entrega el quinto barco a Venezuela sin más encargos de Chávez
La compañía confía en que la Armada bolivariana le asigne el mantenimiento de su flota
El muelle del astillero de Puerto Real se viste esta noche de gala para el acto de entrega del quinto barco a la Armada de Venezuela. Se trata del patrullero 'Warao'. Este modelo ha sido diseñado para la vigilancia y protección del litoral y del tráfico marítimo. La ceremonia tendrña lugar a las 21 horas y asistirá el consejero delegado de la empresa, Luis Cacho. Navantia va cerrando poco a poco el compromiso de construcción naval que adquirió con el Gobierno de Hugo Chávez en 2005.
España suscribió entonces un contrato con Venezuela para la construcción de cuatro buques de vigilancia del litoral (BVL) y cuatro patrulleros (PVL). La compañía naval ha entregado hasta el momento tres barcos de vigilancia ('Guaicamacuto', 'Yaviré' y 'Naiguatá') y un patrullero, el 'Guaiquerí'. Con el acto de hoy comienza la cuenta atrás de este ambicioso acuerdo que ha supuesto par la Bahía seis años de carga de trabajo. El resto de embarcaciones que restan por entregar son el 'Yekuana', que está prevsito para septiembre, y el 'Kariña', que dejará el muelle gaditano en noviembre. A partir de entonces solo faltará el 'Tamanaco'. El contrato recogía que este barco se construyera en Venezuela por medio de transferencia tecnológica, sin embargo, existen complicaciones de instalaciones en Venezuela para sacar adelante este último encargo.
El negocio con la Armada venezolana siempre ha sido una fuente de ingresos para Navantia y, al mismo tiempo, una expectativa de futuro importante. Sin embargo, el contrato inicia su recta final y Venezuela no mueve ficha de cara a nuevas opciones de compra. Navantia confía ahora en que el gobierno venezolano le adjudique el mantenimiento de su flota. De momento, no se sabe nada sobre posibles encargos de quimiqueros o gaseros, ya que este contrato también se está peleando con fuerza en los astilleros asiáticos.
El antiguo responsable de Navantia, Aurelio Martínez, comentó en febrero durante el acto de entrega del 'Naiguatá' que la relación con Venezuela era óptima y señaló que los barcos realizados en Cádiz eran un referente tecnológico internacional. Este encargo ha supuesto una inversión de 1.200 millones de euros y ha permitido seis millones de horas de trabajo en la Bahía. El presidente de Navantia no eludió entonces las respuestas sobre las dificultades que atraviesa la construcción naval en cuanto a carga de trabajo se refiere y subrayó que los responsables comerciales de la empresa han presentado ofertas en 40 países. En su opinión, Noruega, Australia y Malasia son los que más se acercan a firmar un contrato a medio plazo.
El embajador venezolano, Isaías Rodríguez, destacó en aquel acto que los contactos entre ambos países se mantenían, pero sin resultados positivos. Aclaró que la nueva línea de negocio de Venezuela se inclina por la solicitud de gaseros y petroleros. Comentó qe había «contactos con China».
La compañía naval ha diversificado su línea de negocio hacia la construcción de plataformas eólicas marinas y la logística que necesita este tipo de actuaciones. El pasado mes firmó con Acciona una alianza que lleva meses gestándose entre conversaciones y proyectos de colaboración. La firma de este convenio es el inicio de una colaboración que comenzará a dar sus frutos el próximo año en fase experimental. De momento no hay fecha prevista para que esta línea comience a despegar, pero sí unos objetivos claros. Durante el acto organizado por ambas compañías se dieron a conocer las primeras iniciativas que van a desarrollar en común.
Fuente: la voz digital
España suscribió entonces un contrato con Venezuela para la construcción de cuatro buques de vigilancia del litoral (BVL) y cuatro patrulleros (PVL). La compañía naval ha entregado hasta el momento tres barcos de vigilancia ('Guaicamacuto', 'Yaviré' y 'Naiguatá') y un patrullero, el 'Guaiquerí'. Con el acto de hoy comienza la cuenta atrás de este ambicioso acuerdo que ha supuesto par la Bahía seis años de carga de trabajo. El resto de embarcaciones que restan por entregar son el 'Yekuana', que está prevsito para septiembre, y el 'Kariña', que dejará el muelle gaditano en noviembre. A partir de entonces solo faltará el 'Tamanaco'. El contrato recogía que este barco se construyera en Venezuela por medio de transferencia tecnológica, sin embargo, existen complicaciones de instalaciones en Venezuela para sacar adelante este último encargo.
El negocio con la Armada venezolana siempre ha sido una fuente de ingresos para Navantia y, al mismo tiempo, una expectativa de futuro importante. Sin embargo, el contrato inicia su recta final y Venezuela no mueve ficha de cara a nuevas opciones de compra. Navantia confía ahora en que el gobierno venezolano le adjudique el mantenimiento de su flota. De momento, no se sabe nada sobre posibles encargos de quimiqueros o gaseros, ya que este contrato también se está peleando con fuerza en los astilleros asiáticos.
El antiguo responsable de Navantia, Aurelio Martínez, comentó en febrero durante el acto de entrega del 'Naiguatá' que la relación con Venezuela era óptima y señaló que los barcos realizados en Cádiz eran un referente tecnológico internacional. Este encargo ha supuesto una inversión de 1.200 millones de euros y ha permitido seis millones de horas de trabajo en la Bahía. El presidente de Navantia no eludió entonces las respuestas sobre las dificultades que atraviesa la construcción naval en cuanto a carga de trabajo se refiere y subrayó que los responsables comerciales de la empresa han presentado ofertas en 40 países. En su opinión, Noruega, Australia y Malasia son los que más se acercan a firmar un contrato a medio plazo.
El embajador venezolano, Isaías Rodríguez, destacó en aquel acto que los contactos entre ambos países se mantenían, pero sin resultados positivos. Aclaró que la nueva línea de negocio de Venezuela se inclina por la solicitud de gaseros y petroleros. Comentó qe había «contactos con China».
La compañía naval ha diversificado su línea de negocio hacia la construcción de plataformas eólicas marinas y la logística que necesita este tipo de actuaciones. El pasado mes firmó con Acciona una alianza que lleva meses gestándose entre conversaciones y proyectos de colaboración. La firma de este convenio es el inicio de una colaboración que comenzará a dar sus frutos el próximo año en fase experimental. De momento no hay fecha prevista para que esta línea comience a despegar, pero sí unos objetivos claros. Durante el acto organizado por ambas compañías se dieron a conocer las primeras iniciativas que van a desarrollar en común.
Fuente: la voz digital
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