domingo, 6 de noviembre de 2011

De momento, oficialmente NO


Comunicado oficial de la Casa Blanca: “No hay pruebas creíbles de la presencia de extraterrestres en la Tierra”

“El Gobierno de Estados Unidos no tiene pruebas de la existencia de vida fuera de la Tierra o de que extraterrestres hayan contactado o se hayan comunicado con algún miembro de la especie humana”, dice un comunicado firmado por Phil Larson, asesor de Política Científica y Tecnológica de Barack Obama. El texto, que traduzco aquí y cuya versión original pueden leer en la web oficial de la Casa Blanca, es la respuesta a dos peticiones populares firmadas, en total, por más de 17.000 personas y presentadas el 22 de septiembre.

En uno de los textos, se pide a la Administración de Obama que admita que el Gobierno de EE UU está en contacto con alienígenas desde hace tiempo y que hablen ante el Congreso “aquéllos cuyas voces han sido silenciadas por juramentos de secreto inconstitucionales”. En la otra, que el presidente “reconozca formalmente que hay de extraterrestres en contacto con la especie humana y haga públicos inmediatamente todos los documentos de todas las agencias y servicios militares relacionados con el fenómeno”. Titulada “Buscando a ET, pero sin pruebas todavía”, la respuesta de la Administración de Obama no satisfará a los ufólogos más conspiranoicos, que son los que están detrás de ambas iniciativas populares.

Aquí tienen el comunicado íntegro:

Buscando a ET, pero sin pruebas todavía
Por Phil Larson

Gracias por firmar la petición a la Administración Obama para que reconozca la presencia de extraterrestres en la Tierra.

El Gobierno de Estados Unidos no tiene pruebas de la existencia de vida fuera de la Tierra o de que extraterrestres hayan contactado o se hayan comunicado con algún miembro de la especie humana. Además, no hay información creíble que sugiera que se ocultan pruebas a la opinión pública.

Sin embargo, eso no significa que el tema de la vida fuera de nuestro planeta no se esté discutiendo o estudiando. De hecho, hay una serie de proyectos cuyo objetivo es saber si la vida puede o no existir fuera de la Tierra. Éstos son algunos ejemplos:

-SETI, Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, fue originalmente un programa puesto en marcha con la ayuda de la NASA, pero desde hace tiempo lo financia la iniciativa privada. El objetivo de SETI es ser un oído gigante de la especie humana, apuntando una serie de telescopios terrestres hacia el espacio para escuchar cualquier señal de otro mundo.

-Kepler es un observatorio de la NASA en órbita terrestre cuyo objetivo es buscar mundos como la Tierra. Un planeta así se encontraría en la llamada zona Ricitos de Oro de un lejano sistema solar, no sería ni muy caliente ni muy frío y podría resultar apto para la vida tal como la conocemos. La misión Kepler está diseñada específicamente para rastrear nuestra región de la Vía Láctea para descubrir planetas rocosos del tamaño de la Tierra en o cerca de la zona habitable de la estrella que orbiten.

-El Laboratorio Científico Marciano, Curiosity, es un todoterreno del tamaño de un automóvil que la NASA lanzará pronto. El rover estudiará rocas, suelos y otros accidentes geológicos en un intento de detectar en Marte los componentes químicos de la vida (por ejemplo, formas de carbono) y evaluar cómo era el ambiente marciano en el pasado para ver si pudo albergar vida.

Un último punto: muchos científicos y matemáticos han intentado desde la estadística responder a la pregunta de si es probable que haya vida fuera de la Tierra y han llegado a la conclusión de que es muy probable que exista en algún lugar, entre los billones y billones de estrellas del Universo, otro planeta que albergue vida.

Muchos también han observado, sin embargo, que las probabilidades de que entremos en contacto con esa vida -especialmente, con seres inteligentes- son extremadamente pequeñas, teniendo en cuenta las distancias.

Pero todo esto es estadística y especulación. El hecho es que no tenemos pruebas creíbles de la presencia de extraterrestres en la Tierra.

Phil Larson trabaja en política espacial y las comunicaciones en la Oficina de Ciencia y Política Tecnológica de la Casa Blanca.
Fuente: el correo

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