miércoles, 25 de abril de 2012

Acaba la reconstrucción

El 'Cutty Sark' navega de nuevo 
Isabel de Inglaterra presenta hoy el legendario clipper, restaurado tras sufrir graves daños en un incendio en 2007 

El 'Cutty Sark' brilla de nuevo en Greenwich. Los tres mástiles del más famoso velero mercante inglés, que surcó los mares en el siglo XIX con su bodega cargada de té de China y lana de Australia, recuperan su dominio del horizonte del histórico enclave del este de Londres que hace unos meses fue distinguido con el título de barrio real. Isabel II y el duque de Edimburgo presidirán hoy la reapertura del navío, tras una completa restauración de su casco y cubiertas que ha costado más de 55 millones de euros.
 
El legendario clipper llevaba más de seis años oculto entre andamios y lonetas. Un incendio fortuito, que arrasó en 2007 gran parte del interior del barco mientras lo estaban reparando, dio urgencia y un sentido adicional a la campaña por su rescate. Se ampliaron las miras de su restauración para convertir el 'Cutty Sark' en un museo con los adelantos de acceso y tecnológicos del siglo XXI. En su favor jugó el hecho de que ningún objeto original fue devorado por las llamas. Se habían retirado antes de comenzar las obras. «El 90% del casco es original», resalta el asesor en restauración náutica, Eric Kentley.
 
El 'Cutty Sark' flota ahora, no sobre el agua, sino a más de tres metros por encima del dique seco de Greenwich donde atraca desde 1954. La quilla estaba cediendo y poniendo en riesgo la fina y alargada estructura del velero, que le permitía navegar a 17 nudos y, en cierta ocasión, hacer la travesía de Sidney a Londres en un tiempo récord de 73 días, haciendo honor a su fama de ser el mercante más rápido del mundo.
 
Elevar el barco de su posición de atraque, dejándolo medio suspendido en el aire, fue la solución adoptada para frenar el deterioro del casco y asegurar su supervivencia. El remedio ha disgustado a los puristas que querrían ver al 'Cutty Sark' en su medio natural. «Lleva fuera del agua desde 1953. Se hundiría si lo reflotáramos», asegura Kentley. Las velas dejaron de ondear hace tiempo pero, por primera vez desde su botadura en 1869, se puede pasear por debajo del buque y admirar el casco exterior. Sorprende en su cubierta una aleación de cobre y zinc que utilizaban los navieros ingleses del XIX. «La actual es una réplica», observa el experto. 
 
En el nuevo museo se exhibe una serie de mascarones de proa, todos ellos recogidos de antiguos mercantes. Entre las figuras de políticos ingleses, sultanes turcos y animales domésticos asoma Nannie, la mujer de pechos descubiertos que antaño ocupaba la proa del 'Cutty Sark'.

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