lunes, 28 de mayo de 2012

Buena opinión sobre el Canal de Panamá



Mayores profundidades 

Dentro de tres años entrarán en servicio las nuevas esclusas del Canal de Panamá. Ello le dará más impulso a la tendencia en la industria naviera, de poner en servicios buques cada vez más grandes, con el fin de bajar sus costos de operación por unidad de carga. Un proceso que, gracias a la competencia, reduce los fletes que deben pagar los usuarios. Esos desarrollos tendrán su impacto sobre la oferta de transporte marítimo en el Río de la Plata y, a través de los fletes, sobre el sector importador y exportador en su cuenca. Especialmente sobre los embarques de productos primarios y de bajo valor unitario que son más vulnerables al costo del transporte marítimo.

En buena medida, la globalización de los mercados de productos agrícolas, que tanto nos beneficia, es el resultado del desarrollo del transporte marítimo en las últimas décadas. Al mismo tiempo, esa misma globalización acentúa la intensidad de la competencia entre las regiones productoras y las impulsa a mejorar su eficiencia.

Los buques que hoy tienen las máximas dimensiones admitidas por el Canal de Panamá, son llamados Panamax y constituyen una parte sustancial de la flota mercante mundial, incluyendo los de buques especializados en el transporte de graneles como cereales, fertilizantes y otros productos primarios embarcados en embarques homogéneos de gran volumen.

Las dimensiones máximas de un buque tipo Panamax son: 294 metros de eslora (largo), 32,2 metros de manga (ancho) y 12 metros (39,5 pies) de calado. Las nuevas esclusas del Canal de Panamá permitirán la circulación de buques del tipo Postpanamax, cuyas dimensiones son: 365 metros de eslora, 49 metros de manga y 15,2 metros (50 pies) de calado. Tres metros más de calado significa mucha carga.

El aumento del tamaño de los buques se nota, por ejemplo, en la evolución de la capacidad de carga de los que hacen escala en el puerto de Montevideo. El tonelaje promedio (TRB) de los portacontenedores aumentó de 14.207 toneladas en 1980 a 38.153 toneladas en 2011. En el caso de los buques graneleros el tamaño promedio aumentó de 7.534 toneladas a 25.970.

El puerto de Montevideo continúa siendo, predominantemente, un puerto dedicado al manejo de contenedores y carga general. En cambio, el puerto de Nueva Palmira recibe básicamente buques graneleros.

Lo mismo sucede con el sistema de los canales de Martín García.

Por una parte, esos canales son un importante facilitador para el tránsito de los buques graneleros hacia y desde Nueva Palmira y los demás puertos sobre los ríos Uruguay y Paraná. En el año 1999 transitaron por los canales 1.401 buques, en el 2011 lo hicieron 3.383. El 60% de esas embarcaciones fueron graneleros (Riovía).

Por la otra, actúan como una limitante. Aunque autoriza el pasaje de buques con dimensiones mayores de 245 m de eslora y 32,60 m de manga, no es posible utilizarlos en forma óptima. La actual profundidad de los canales hace necesario exigirles que tengan a su favor una marea de por lo menos 0,60 metros y que su calado no supere los 9,45 metros. Como resultado se desaprovecha la gran capacidad de carga de esos buques y se pierde la posibilidad de conseguir fletes más bajos. Un desperdicio de recursos que, cada vez más, pone en desventaja a nuestros exportadores.

Y quienes pagan por esa ineficiencia somos nosotros. 
Fuente: el país

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