jueves, 8 de noviembre de 2012

The End

Vitoria celebra con una fiesta el cierre «irreversible» de Garoña
El diputado general de Álava reconoce que las exigencias de seguridad han llevado a la planta nuclear a su clausura

'Yo también cerré Garoña' es el lema elegido por la Iniciativa Araba sin Garoña para festejar con música, actuaciones teatrales y pasacalles, el próximo sábado, a las 20.00 horas, en la plaza de Las Burullerías del Casco Viejo, el «irreversible cierre y desmantelamiento de la central nuclear» más antigua de España. Muy feliz, porque «ha sido una victoria de la movilización popular». El portavoz de la plataforma, Alberto Frías, criticó que el desmantelamiento se va a pagar con dinero público mientras las empresas eléctricas «se embolsan los beneficios».

El colectivo Araba sin Garoña, que ha vertebrado en los últimos años el rechazo popular e institucional de los alaveses a la planta atómica ubicada en el valle de Tobalina (Burgos), a unos 45 kilómetros en línea recta de Vitoria, considera que la fecha de cierre se fijó en 2011 en Japón con la catástrofe de la central de Fukushima, gemela a la de Garoña.

Frías subrayó que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) recibió el pasado martes la documentación remitida por el titular de la planta, Nuclenor, asociada a la declaración de cese definitivo de explotación. Según el calendario establecido en la orden ministerial vigente (aprobada el 3 de julio de 2009), Santa María de Garoña cesará su actividad el próximo 6 de julio de 2013. «El verdadero motivo para que Nuclenor no haya solicitado una nueva prórroga de su actividad radica en las condiciones de seguridad en las que está operando y las obligaciones que ha exigido la Unión Europea a raíz del accidente de Japón», resaltó Frías.

Según las cifras que maneja Álava sin Garoña, Nuclenor tendría que haber acometido una inversión mínima de 140 millones de euros para llevar a cabo medidas de fondo y estructurales, que le habrían obligado a parar su actividad durante un largo tiempo, como mínimo hasta 2019. Alberto Frías aseguró que en otra central de parecidas características a las de Garoña, como Zorita (Guadalajara), el desmantelamiento ha creado más puestos de trabajo que los que había cuando estaba en funcionamiento. Y será al menos durante 9 años.

«Sin causar daños»

Por su parte, el diputado general, Javier de Andrés, explicó ayer que el cierre de la planta se debe a que ahora las exigencias del Gobierno central en materia medioambiental y de seguridad han conducido a la conclusión de que la instalación no es eficiente. De Andrés recordó que durante el tiempo que ha permanecido activa, Garoña ha «economizado» las facturas eléctricas de los ciudadanos y ha tenido una vida útil sin causar daños. «Ha tenido una muerte por consunción, por agotamiento», añadió. El diputado general defendió la energía nuclear al considerar que Garoña había evitado la emisión de muchos gases de efecto invernadero. 
Fuente: el correo

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