Negativo para el medio ambiente

Ecologistas en acción denuncia que un nuevo proyecto de repsol en tarragona amenaza el ecosistema y la economía de la zona

Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones ante el Gobierno central contra el nuevo proyecto de Repsol que pretende ampliar la explotación petrolífera en el Parque Natural del Delta del Ebro.

Según la organización ecologista, existe un grave riesgo de vertidos, incendios y contaminación que afectarían al ecosistema de la zona, así como a sectores económicos clave. La empresa ha sido llevada ante la justicia en repetidas ocasiones y multada por derrames, agrega en una nota.

El proyecto de Repsol 'Trabajos de Sísmica 3D en Casablanca' supone, en opinión de la organización, aumentar el riesgo sobre el Parque Natural del Delta del Ebro, uno de los ecosistemas más importantes de Europa, y la presión que ya soportan otros sectores económicos como la pesca o el turismo en la Costa Dorada.

Ecologistas advierte de que no existe ninguna forma segura de extraer el petróleo en aguas profundas, por lo que el peligro es real. "Para demostrarlo", subraya, "sólo hace falta recordar los antecedentes de las actividades extractivas de Repsol en la costa tarraconense".

La organización insiste en que estas prácticas significan seguir apostando por un modelo obsoleto tanto económica como social y ambientalmente, ya que va en dirección opuesta a los requerimientos de la lucha contra el cambio climático, la contaminación ambiental y la salud humana y de los ecosistemas, que son la base de la vida y de la economía.

Por ello, reclama que la declaración de impacto ambiental del proyecto sea negativa y que, en consecuencia, el Ejecutivo no autorice los trabajos de exploración sísmica que plantea Repsol en la zona. Al mismo tiempo, solicita ser considerada parte interesada para estar presente en el procedimiento de evaluación de impacto ambiental.

Ecologistas en Acción pide a los gobiernos locales, autonómicos y español que pongan en marcha todos los mecanismos necesarios para el abandono de los proyectos de nuevos pozos de petróleo y desarrollen estrategias, planes y programas para proporcionar reglamentos, normas, incentivos y herramientas financieras que favorezcan la transición a un nuevo modelo energético sostenible.

Fuente: el economista