Repsol sondeará a fines de 2014 y abrirá 20 pozos si halla petróleo
La polémica política y social sobre las previstas prospecciones petrolíferas frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura no alteran los planes de la multinacional Repsol. Así, la compañía tiene previsto iniciar “a finales” de 2014 el primero de los dos sondeos programados, aunque antes deberá obtener la declaración de impacto ambiental favorable a ambas perforaciones, y para ello ya elabora los correspondientes estudios, en colaboración con al Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. El segundo sondeo lo realizará en 2015, aunque la fecha depende del resultado del primero.
Así lo han informado a este diario fuentes de la empresa, que echan en falta “un debate sereno y riguroso” sobre este asunto en Canarias, “con argumentos, hechos y cifras reales y no carentes de base científica”. Cada una de estas horadaciones costará 100 millones de euros, y, caso de confirmarse la existencia de petróleo, Repsol abrirá una veintena de pozos, y, si se trata de gas, quince, que estarían a una distancia no inferior a 50 kilómetros de las costas de las islas orientales.
Los sondeos se realizarán con barcos diseñados para este fin (como los que ilustran este reportaje, usado en Brasil) y también serían estas embarcaciones las que extraerían los hidrocarburos, por lo que, según las citadas fuentes, no se instalarán las clásicas plataformas ancladas al fondo marino. El alquiler de estos barcos, conocidos por sus siglas en inglés, FPSO, supone la friolera de medio millón de euros al mes.Y es que la profundidad del mar en la zona supera el kilómetro y la bolsa de crudo que se espera encontrar está a más de 2.500 metros bajo el fondo oceánico. Eso, como objetivo principal, aunque también podría hallarse a 3.500 metros de profundidad.
Cada sondeo tardará unos dos meses en completarse, y, según Repsol, en esta fase no hay riesgo alguno de vertidos, pues no se pretende hacer aflorar el crudo o el gas en esta fase.
Uno de los aspectos que llama la atención en el proyecto es que, caso de hallarse combustible en estado gaseoso, el proyecto prevé una planta de tratamiento en tierra conectada por un gaseoducto con el pozo en alta mar. Al respecto, la compañía aclara que lo ideal en una explotación gasista es abastecer a la población más próxima, en este caso las islas de Lanzarote y Fuerventura para su uso en las plantas desaladoras de agua marina, la generación de electricidad o para “las cocinas”.
Las estimaciones iniciales de Repsol es que los yacimientos junto a Canarias contengan suficiente volumen para extraer entre 100.000 y 150.000 barriles al día de crudo durante 20 años, con lo cual se cubriría una cuota del 10% sobre el total de combustible que se consume en España.
Los sondeos previstos requieren un trabajo previo de geólogos y geofísicos en el Centro de Tecnología con que cuenta la empresa en Mósteles (Madrid) así como en Huston (EE.UU.), y para procesar los datos se utiliza una supercomputadora en Barcelona que realiza complicados algoritmos a mucha velocidad. Las perforaciones se harán con tecnología punta, mediante una broca en forma de antena invertida de entre 30 y 40 centímetros de perímetro. Caso de resultar positivas las prospecciones, los orificios se taponarían hasta la fase de explotación.
A la pregunta de los beneficios que tanto los sondeos como el crudo pueden reportar a Canarias, Repsol explica que contrataría servicios para el apoyo logístico y de astilleros, así como de mantenimiento, lo que podría dejar en empresas radicadas en el Archipiélago el 15% de los 350 millones de inversión durante la fase de investigación de hidrocarburos.
Si se descubre “un gigante”, es decir, una gran bolsa de crudo o gas, la inversión se podría multiplicar por 20, y elevar al 20% el porcentaje para las industrias del Archipiélago. En ese supuesto, la petrolera estima que se podrían crear en Canarias entre 3.000 y 5.000 puestos de trabajo, durante los 20 años que duraría la explotación de los yacimientos, con una inversión anual de 300 millones de euros en todo ese periodo.
Repsol recuerda que Marruecos ya ha lanzado su carrera petrolífera con sondeos en su costa, cuadriculada para tal fin desde la zona próxima a la Península hasta el Sahara Occidental. Los técnicos de la compañía han determinado que, por la evolución geológica de la Tierra, igual que se halló gas y petróleo en una línea que une Brasil y Angola, existe otra con oro negro entre el noroeste de Canadá y Canarias occidental.
Todo este escenario depende, además, de la evolución de los recursos interpuestos por el Gobierno canario ante el Tribunal Supremo contra este proyecto.
Por su parte, Julio Barea, portavoz de Greenpeace, asegura que “ninguna compañía puede garantizar que no haya riesgo de contaminación del mar por una industria de este tipo” y evoca, en este sentido, el grave derrame en el Golfo de México en una plataforma de prospección “que estaba haciendo pruebas para la explotación de crudo”
Fuente: Diario de Avisos
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