martes, 17 de diciembre de 2013

Les va a costar

Irán necesita una década o más para convertirse en gran exportador de gas

Las mayores reservas de gas del mundo podrían tentar a algunas empresas de energía a volver a Irán si Occidente levanta sus sanciones, pero es poco probable que Teherán se transforme en un proveedor significativo de gas para Europa o Asia al menos por una década.

La empresas europeas que tenían la tecnología para explotar el campo Pars Sur bajo el Golfo Pérsico lo abandonaron a fines de la década del 2000 por presión de Estados Unidos, liquidando sus esperanzas de repetir el meteórico ascenso de Qatar al club de los grandes exportadores de gas.

El acuerdo nuclear de noviembre entre Occidente y el nuevo Gobierno de Irán alentó las esperanzas de una recuperación de la producción de petróleo si Washington y la Unión Europea relajan los controles a sus exportaciones.

Sin embargo, Irán tiene pocas posibilidades de convertirse en un exportador de gas importante durante al menos una década debido a una alta demanda nacional y obstáculos internos para desarrollar sus reservas, que ya eran un problema antes de que las sanciones ahuyentaran a los extranjeros.

El levantamiento de sanciones a Irán "podría potencialmente tener un gigantesco impacto contra las exportaciones en el largo plazo, pero tomará años antes de que las cosas empiecen a moverse", dijo Laurent Ruseckas, asesor del equipo Global Gas en la consultora IHS.

En el corto plazo, tiene más sentido económico para Irán usar gas para satisfacer la demanda interna para la generación de energía y la industria, además de la reinyección en campos petroleros antiguos a fin de mantener la producción, añadió.

La re inyección en campos petroleros tiene más valor para el gas que las exportaciones, ya que el petróleo se vende por mucho más en el mercado global y no requiere una inversión de capital de miles de millones de dólares para proyectos de exportación de gas que tardarán años en devolver lo gastado.

IMPORTADOR NETO

La producción de gas comercializada de Irán, excluyendo el gas quemado y re inyectado, se ha más que duplicado a 160,5 bcm (miles de millones de metros cúbicos, por su sigla en inglés) en el 2012 desde los 75 bcm en el 2002.

Y sin embargo, Teherán ha visto cómo Qatar se convertía en uno de los países más ricos del mundo, luego de que compañías occidentales invirtieron en la última década miles de millones de dólares en plantas que transformaron el pequeño estado del golfo en el mayor exportador mundial de gas natural licuado (GNL).

Amos países comparten el mayor yacimiento de gas del mundo, que Irán llama Pars Sur y Qatar llama Campo Norte. El campo, que se extiende por su frontera marítima en el golfo, representa casi toda la producción de gas de Qatar y un 35 por ciento de la producción de Irán.

Una abundancia de líquidos de gas natural y condensado en el campo indica que puede producir suficientes ingresos para cubrir los costos de perforación antes de bombear el gas. Ello hace que los proyectos de exportación de GNL iraní puedan ser altamente competitivos, incluso ante un crecimiento del suministro debido al gas esquisto en Estados Unidos y grandes hallazgos frente al este de Africa.

La fase 12 del desarrollo de Pars Sur, que se espera empiece el próximo año, podría aumentar los suministros en 28 bcm al año cuando esté completamente operativa.

"Tenemos que hacer esfuerzos para lanzar una sección de esta fase lo antes posible", dijo el ministro iraní de Petróleo y Gas, Bijan Zanganeh, al visitar recientemente las instalaciones según reportes del sitio web del ministerio, Shana.

"Los proyectos importantes de la industria del petróleo no deben ser retrasados debido a la espera del levantamiento de las sanciones", agregó.

Según cifras de Pars Oil and Gas Company, que administra el proyecto, las fases 13 a 24 podrían sumar hasta 142 bcm al año de capacidad para el 2019, si son completadas a tiempo.

Irán actualmente produce más gas que Qatar. La diferencia es que Qatar, con menos de 2 millones de habitantes, utiliza apenas 26 bcm de su producción y queda con 125 bcm para exportar, según datos de BP.

Irán ha usado casi todo el gas que produce para abastecer a sus 77 millones de habitantes con calefacción, electricidad y combustible. La demanda interna aumentó a 156 bcm en 2012 desde los 79 bcm del 2002, según cifras de BP, excluyendo el gas usado para reinyección.

Incluso si el consumo interno sube a sólo la mitad de la tasa de crecimiento anual vista durante la última década, eso implica incrementos de entre 8 y 9 bcm cada año durante los próximos cinco años.

Con ello, el consumo de gas de Irán llegaría a 200 bcm al año en el 2018, sin contar el creciente uso para reinyección.
Fuente: Europa Press

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