Shell recortará inversiones, venderá activos tras advertencia de ganancias
La petrolera angloholandesa Royal Dutch Shell planea vender activos, recortar gastos y congelar un controvertido programa de perforaciones en el Artico para mejorar sus ingresos después de una importante advertencia de ganancias.
A sólo un mes de comenzar su nuevo trabajo como presidente ejecutivo de la tercera mayor petrolera cotizada en bolsa, Ben van Beurden fijó planes para racionalizar sus operaciones.
Los cambios previstos llegan después de una advertencia de ganancias para el trimestre a diciembre, que refleja los problemas que enfrenta la industria ante un estancamiento en los precios del petróleo, la necesidad de controlar costos y reemplazar reservas de petróleo.
"Nuestra estrategia general sigue siendo robusta, pero el 2014 será un año en el que cambiaremos de énfasis para mejorar nuestra rentabilidad y el desempeño del flujo de efectivo", dijo Van Beurden en una declaración.
Las inversiones de Shell caerán a 37.000 millones de dólares este año frente a los 46.000 millones de dólares en el 2013, dijo, mientras que también incrementará su ritmo de desprendimiento de activos, con la meta de vender 15.000 millones de dólares en activos en el 2014-2015.
La compañía dijo que también tomaría decisiones duras sobre proyectos, con la cancelación de la controvertida y costosa búsqueda de este año de petróleo en las aguas árticas de Alaska, en un giro de 180 grados a planes hechos apenas en diciembre.
"Este es un buen comienzo, están diciendo las cosas que corresponden, más fuerte y en mayor cantidad de lo que habíamos esperado", dijo Peter Hutton, analista del Royal Bank of Canada.
La meta de 15.000 millones de dólares en desinversiones para este año y el próximo equivaldría a alrededor del 6,5 por ciento de la capitalización de mercado actual de Shell de 228.000 millones de dólares.
Las ganancias del cuarto trimestre, sin contar ítemes identificados y en bases a costos actuales de suministros, sumaron 2.900 millones de dólares, en línea con las expectativas de menores ganancias que publicó el 17 de enero, lo que marca al trimestre como el menos rentable en cinco años.
Shell culpó de la advertencia de ganancias a la debilidad de los márgenes de su negocio de refinerías, a los costos de producción más altos, a las interrupciones en la producción en Nigeria y a los mantenimientos en su unidad de GNL.
Van Beurden planea dar más detalles sobre su estrategia para la compañía el 13 de marzo, en un informe gerencial.
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