miércoles, 27 de agosto de 2014

Otras opciones

Italia brega con un plan B si se interrumpe el suministro del gas ruso

Italia tendrá problemas para calentarse este invierno si el conflicto de Rusia con Ucrania interrumpe el suministro de gas y Libia se sume en el caos, lo que pondría en riesgo una economía ya renqueante tras años de recesión y crecimiento lento.

En medio de un descenso de las importaciones desde el norte de África y una dependencia cada vez mayor de Rusia, los planes de contingencia de Italia para una interrupción completa en el tránsito del gas en Ucrania consiste en hacer acopio, acordar costosos envíos de emergencia, además de forzar a la industria pesada a reducir su producción.

Italia, dependiente de las importaciones, usa gas en casi la mitad de sus plantas de energía, lo que plantea temores de que el conflicto entre Rusia y Ucrania, además de sanciones recíprocas entre Occidente y Moscú, pudiera interrumpir los envíos de Gazprom a Europa.

"Es un problema. A corto plazo, Italia no tiene alternativa al gas ruso", dijo Leonardo Maugeri, ex jefe de estrategia de la italiana Eni y ahora en la Harvard Kennedy School.

Los precios del gas de invierno de Italia se venden a 2,6 euros por megawatio la hora por encima de rivales de referencia en el noroeste de Europa, poniendo en evidencia que sus suministros energéticos son más vulnerables a los cortes de gas rusos y olas de frío.

En 2006 y 2009, disputas de precio entre Rusia y Ucrania, por cuyos gasoductos pasa la mitad del suministro ruso a Europa, desencadenó interrupciones generalizadas del suministro y obligó a Italia a recurrir a medidas de emergencia como las reservas estratégicas de gas.

Aunque las cosas son diferentes este año por una primavera y verano templados y la baja demanda en una Europa afectada por la crisis, Italia podría sufrir escasez sólo con un mes de frío sin suministros clave de gas, y el ex consejero delegado de Eni Paolo Scaroni ha advertido de que una interrupción del suministro ruso elevaría los precios y podría causar problemas de suministro.

El norte de África también supone una amenaza. Aunque la producción de gas y petróleo en Libia ha subido recientemente, los importadores italianos temen que sus exportaciones puedan detenerse si hay una escalada de la violencia.

Los riesgos este año son particularmente altos después de que reducciones de precios llevasen a Italia a impulsar las importaciones rusas al 49 por ciento de su suministro en el primer semestre, desde el 41 por ciento en 2013 y el 32 por ciento en 2012.

A la vez, el aumento del gas ruso a llevado a los compradores italianos a desdeñar acuerdos de suministro alternativos, reduciendo sus opciones.

Edison ha suspendido su contrato con el monopolio de gas argelino Sonatrach, Enel ha vendido parte de su gas natural licuado (LNG) de Nigeria al británico BG Group , mientras Eni ha reducido a la mitad las importaciones de Argelia y podría incurrir en cargos extra si se le pide más gas.

Con las importaciones rusas y libias en riesgo, Argelia se ha convertido en una clave para asegurar el suministro.

"Si el acuerdo entre Sonatrach y Eni permite la vuelta del gas argelino a Italia entonces incluso una interrupción prolongada no debería tener mucho efecto, pero sin suministro argelino las cosas podrían estar ajustadas" dijo el analista de Wood Mackenzie Massimo Di-Odoardo. 

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