Altos costos en el Ártico disuaden las inversiones pese al deshielo
Pese a las grandes esperanzas de hacer negocios en el Ártico, desde minería a transporte marítimo, en momentos de un rápido deshielo y temperaturas que suben dos veces más rápido que el promedio global, pocas firmas dicen que la ecuación todavía tiene sentido.
Una caída en el precio del crudo y materias primas más baratas, incluido el mineral de hierro, junto con tensiones entre Occidente y Rusia por Ucrania, se suman a la falta de incentivo.
Los ejemplos de desembolsos adicionales abundan. Rompehielos que transporten gas desde Siberia cuestan 100 millones de dólares, o 50 por ciento, más que los barcos normales y se necesitan cientos de millones de dólares para poner a punto las vías férreas que utilizan los puertos árticos.
Además de eso, para muchas compañías la oscuridad invernal, el hielo y las vastas distancias significan que las inversiones en el Ártico no son primordiales.
"La comunidad empresarial necesita un chequeo de la realidad", dijo el director de la Asociación de Armadores Noruegos, Sturla Henriksen, a Reuters en una conferencia sobre el Ártico organizada este mes en Bodoe, un puerto noruego en la región ártica.
Incluso cuando los costos no son prohibitivos, obtener un préstamo para financiar proyectos ha sido más difícil por la incertidumbre sobre las tensiones entre Occidente y Rusia, dijo Peter Evensen, presidente ejecutivo de la firma basada en Canadá Teekay LNG Partners.
Aunque el cambio climático está abriendo el Ártico, el hielo no está desapareciendo tan rápido como algunos pronosticaban.
El ex vicepresidente estadounidense y ambientalista Al Gore dijo en un discurso al aceptar el premio Nobel de la Paz en el 2007, citando a un científico, que el océano Ártico se quedaría sin hielo en el verano boreal del 2014.
El hielo ártico cubrió unos 5 millones de kilómetros cuadrados, casi el doble de tamaño que la India, este verano boreal.
El deshielo está abriendo una ruta a lo largo del norte de Rusia entre los océanos Pacífico y Atlántico. Pero los altos precios rusos para escoltar los cargueros y las sanciones sobre Moscú tras su anexión de Crimea han desalentado el interés.
El número de viajes apoyados por la flota de rompehielos de la rusa Atomflot cayeron este año a 28, incluyendo algunas rutas domésticas, dijo Sergei Balmasov, de la Oficina de Información de la Ruta Marítima del Norte.
El año pasado, 71 barcos usaron la ruta desde cuatro que lo hacían en el 2008. Y algunos expertos dicen que el mundo debería evitar el Ártico por completo, porque el crudo y el transporte marítimo son demasiado costosos.
"No hay apuro para nada. Hay mucho petróleo ahora. Y en todo caso sería el crudo más caro del mundo", dijo el magnate naviero noruego Fred Olsen.
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