El «tax lease» que fracasa en Galicia carga de barcos a vascos y asturianos
La nueva fiscalidad ha logrado ya 12 contratos, ninguno en astilleros gallegos
El nuevo tax lease funciona. La herramienta fiscal, que permite abaratar el coste de construcción de un buque en España por la vía de bonificaciones a los inversores, ha conseguido hacerse con la construcción de 12 nuevos buques en lo que va de año. Pero ninguno de ellos tendrá como destino un astillero gallego.
El País Vasco y Asturias se reparten la carga de trabajo, valorada en 250 millones de euros, mientras que el sector gallego sigue teniendo grandes dificultades para convencer a armadores, bancos e inversores en las ofertas que presentan.
Ni la propia petrolera Pemex, propietaria de Hijos de J. Barreras, consigue cerrar dos de los cinco contratos anunciados para el astillero por las dificultades para articular la financiación a través de este sistema de bonificaciones, que abarataría el coste para el armador entre un 15 y un 21 %.
¿Cuál es el secreto para conseguir firmar contratos con el nuevo tax lease? El astillero vasco Zamakona ha sido el último en conseguir firmar dos nuevos pedidos que ha anunciado esta semana. «Ha sido un parto con fórceps de más de un año, y al final gracias a la colaboración de Pymar y de Banca March hemos firmado estos dos acuerdos y hay un posible tercero antes de final de año», explicó el presidente de la compañía, Pedro Garaigordobil. Pese a esta operación, el empresario mantiene su discurso crítico sobre los efectos que ha tenido la anulación del tax lease (por sentencia de Bruselas) durante casi dos años. «Otros países como Holanda y Turquía nos pasan por la derecha y por la izquierda, no nos dejan ni respirar», aseguró.
Desde la Administración vasca, afirman que se trata de un éxito de grupo. «Los astilleros de Euskadi han sido capaces de continuar y de estar en primera posición gracias a su actividad y a la política de clústeres representada por el Foro Marítimo Vasco», explican fuentes de la Consejería de Economía y Competitividad del Gobierno Vasco, que destacan «todo lo que se ha trabajado de forma conjunta entre los sectores público y privado».
El sector gallego del metal a través de su patronal Asime hacía este martes un llamamiento a la colaboración con las Administraciones para conseguir que la ofensiva comercial de los astilleros fructifique.
De momento, la cartera de pedidos del naval gallego se está nutriendo, fundamentalmente, de la contratación de barcos pesqueros -que no necesita tax lease- de los dos buques hotel contratados por Pemex en su propio astillero, Hijos de J. Barreras, y en Navantia, y de la actividad de reparación.
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