Los puertos endurecen procedimientos de ingreso de buques ante avance del ébola
Brasil, Argentina y los EEUU han endurecido los procedimientos de entrada a puerto para buque provenientes de África Occidental, en un intento por controlar la potencial propagación del mortal virus del ébola.
El ébola ha causado más de 3.400 muertes en Guinea, Sierra Leona y Liberia, y su propagación se ha convertido en materia de preocupación global, con posible afectación de las industrias del turismo y la aeronavegación, junto con las actividades del transporte marítimo.
El virus está amenazando con interrumpir las actividades logísticas en África Occidental y ya ha repercutido en los mercados de commodities y minería, habida cuenta de que la región es una importante fuente de suministro de materias primas como mineral de hierro, petróleo, bauxita y cacao.
El Servicio de Guardacostas de los EEUU anunció el martes que monitoreará a las personas que ingresen por barco al país, provenientes de zonas afectadas por el virus.
La primera persona diagnosticad con ébola en los EEUU, falleció el miércoles por la mañana en un hospital de Dallas.
En la misma línea, varios países han impuesto medidas preventivas en sus aeropuertos y puertos. Aunque la mayoría de los puertos todavía no han optado por poner en cuarentena a barcos y tripulantes provenientes de áreas afectadas, se están estableciendo medidas de control más rigurosas que podrían reducir el ritmo de actividad del transporte marítimo.
La agencia de vigilancia de la salud de Brasil – Anvisa-, hizo saber esta semana que los buques que hayan amarrado en puertos de países afectados por el virus del ébola en los últimos 21 días, recibirán autorización para amarrar en puertos brasileros solo después de analizarse detenidamente los registros médicos y de medicinas utilizadas. Los países de origen incluidos en la medida son Guinea, Liberia, Sierra Leona, Nigeria y Senegal.
“El buque que arribe desde áreas afectadas sin casos sospechosos es autorizado mediante comunicación radial… De ser necesario, se enviarán inspectores a bordo para verificar, en detalle, las condiciones sanitarias”, expresó Anvisa, agregando que ante un caso sospechoso de ébola, el buque será amarrado en un sitio especial y aislado y el personal afectado será inmediatamente internado en un hospital.
Las agencias de seguros marítimos están especialmente preocupadas por el ingreso de polizones a los buques, en puertos del oeste de África.
“Es muy escaso el control que los capitanes de los buques pueden ejercer sobre este tipo de prácticas”, confió la aseguradora marítima Steamship Mutual.
“Las demoras en las escalas portuarias para los buque provenientes de zonas afectadas van a aumentar seguramente. Y si tales barcos además trajeran polizones a bordo, la situación podría empeorar ya que las autoridades endurecerán las medidas para determinar identidades y cualquier tipo de problemas sanitarios”.
Exportaciones sudamericanas
La propagación del virus llega en un momento crucial para las exportaciones sudamericanas, que están en su temporada alta de envío de materias primas de origen agrícola.
La agencia marítima Williams también confirmó que en el puerto de Santos, uno de los más importantes de Brasil para el despacho de commodities, los buques que proceden directamente de puertos de los países africanos afectados, deben esperar alrededor de 10 días antes de ser autorizados a amarrar, siempre que se constate la inexistencia de problemas de salud entre los tripulantes. Esta demora, sumada al tiempo de navegación para el cruce del Atlántico de alrededor de 10 días, permite cubrir los 21 días del período de incubación de la enfermedad.
Las autoridades de Argentina han confirmado la adopción de procedimientos similares.
Por su parte, la autoridad del Canal de Panamá anticipó el mes pasado que monitorearía los últimos diez puertos de escala de todos los barcos que lleguen a esa vía de navegación. En un comunicado dado a conocer el 23 de septiembre, se dijo que “en caso de diagnosticarse ébola, el buque será declarado en cuarentena hasta que el ministerio de salud declaren al barco seguro para embarcar”.
Michael Frodl, analista de la consultora estadounidense Global Risks dijo que “Panamá necesita proteger sus recursos humanos: si la gente que opera el Canal llegara a enfermarse, uno se pregunta quién sería capaz de reabrirlo”.
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