lunes, 2 de febrero de 2015

Parece que está claro el comprador...

Balearia se queda sola en la puja para comprar la naviera Trasmediterránea

Las negociaciones del grupo Acciona para vender su naviera Trasmediterránea se han convertido en un auténtico culebrón. Si el pasado otoño prácticamente había cerrado la operación de venta con el fondo buitre Cerberus, ahora es Balearia quien toma la delantera en el proceso. Según explican fuentes solventes a este periódico, la propuesta realizada por Cerberus, y que superaba los 100 millones de euros, se rechazó a finales de 2014 por la Familia Entrecanales.

Ahora, la compañía marítima presidida por Adolfo Utor se queda sola en la puja por adquirir la primera naviera española. De momento, el gran handicap de Balearia es su rivalidad histórica con Trasmediterránea en el mercado nacional y las posibles condiciones que pondría a la operación la CNMC (la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia), sobre todo en las rutas de las Islas Baleares, donde existe una clara concentración de mercado en el hipotético caso de una fusión de ambas empresas.

Pero una de las ventajas con las que cuenta Balearia en su intento de compra de su eterna competidora es que desde el sector, e incluso desde el Gobierno, se vería con buenos ojos que la naviera, estratégica en las campañas de verano con las Islas y en el Paso del Estrecho, se quedara en manos españolas.

Pérdidas de 133 millones

Las últimas cuentas completas que publicó Trasmediterránea son de 2013 y arrojan unas pérdidas netas superiores a los 133 millones de euros (casi diez veces más que los números rojos de 2012). La filial de Acciona ha intentado en los últimos años revertir la situación con un plan estratégico de ahorro de costes y eficiencia para volver a la rentabilidad, el problema es que las estructuras de la compañía (que provienen de su etapa pública), eran demasiado pesadas.


Como publicó la Revista elEconomista Transporte, Acciona Trasmediterránea creó la filial MGO (Maritime Global Operator) en Malta para segregar los buques no operativos, los menos rentables para la naviera. Al mismo tiempo, se ajustó la actividad de los barcos de alta velocidad del Estrecho, que se realizan por los catamaranes de última generación Milenium II y Milenium III, cuyos costes de explotación son carísimos y en determinados escenarios no son rentables.

Paralelamente, otra medida estratégica que se aplicó ha sido la puesta en marcha de un ERTE -Expediente de Regulación Temporal de Empleo- a 24 meses que ha ayudado a mejorar los costes de explotación un 7%.

Pese al fracaso del fondo de inversión, otras fuentes del mercado no descartan que Cerberus lo vuelva a intentar otra vez e incluso hubiera pedido una nueva reunión con Acciona antes de que finalizara el mes de enero. ¿Sería para poner más dinero sobre la mesa? Esta publicación se ha puesto en contacto con portavoces oficiales de Acciona y de Balearia y, en ambos casos, no hacen ningún comentario.




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