miércoles, 18 de julio de 2012

A ver cómo lo hacen ellos

Los responsables de YPF aprueban las cuentas pero no la gestión de Repsol
Miguel Galuccio anuncia el reparto de unos 53 millones de euros en concepto de dividendos

“Lo que no son cuentas son cuentos”, declaró ayer en la junta de accionistas de YPF, en Buenos Aires, un abogado representante de Repsol. Y ayer, en la primera junta de accionistas que convoca el nuevo presidente de YPF, Miguel Galuccio, tras la expropiación a Repsol del 51% de las acciones, los accionistas aprobaron las cuentas. Con eso, salieron contentos los abogados de Repsol y también los directivos de YPF, que pueden presentar ante la bolsa de Nueva York y ante posibles inversores unos balances consensuados.

A partir de ahí, casi todo fue más o menos previsible. Los representantes del Estado, funcionarios del ministerio de Economía que apenas llegaban a los 30 años de media, desaprobaron la gestión de Repsol por “la caída de reservas y de producción de gas y de petróleo, y por la merma en la exploración”. Y los representantes de Repsol intentaron poner todos los palos que pudieron en la rueda de la junta.

Entre las pequeñas sorpresas a reseñar destaca el hecho de que Galuccio anunciase que con las ganancias de 2011 se repartirá el equivalente a unos 53 millones de euros en concepto de dividendos. Se trata de una cifra casi testimonial, comparada con los 943 millones de euros que la compañía ganó y repartió en 2011, pero sirve para lanzar un mensaje al mercado de que la empresa está dispuesta a repartir algo de sus ganancias. No obstante, la mayor parte de los beneficios obtenidos se destinarán a inversiones. Y con ese fin se creará una reserva de de unos 1.029 millones de euros (5751 millones de pesos).

Galuccio advirtió desde el primer momento que le estaba tocando por primera vez en su vida presidir una asamblea de accionistas que votaría una gestión que no era la suya, ya que él asumió el control de la empresa 72 días atrás y el orden del día versaba sobre las cuentas de 2011. El nuevo gerente de YPF lleva varias semanas trabajando en la sede de la empresa incluso sábados y domingos. El desafío que tiene por delante es enorme: demostrar que a pesar de que gran parte de los pozos petroleros del país son maduros, y han sido explotados durante décadas, aún pueden aportar mucho rendimiento.

“Para poder revertir esa situación hay que invertir una cantidad que no sería rentable en Argentina. No deja de sorprender la vanidad de los nuevos gerentes de la empresa: creen que son tan excepcionales que ellos pueden revertir un sistema”, indicó un experto petrolero que prefiere mantenerse en el anonimato.

Galuccio está recorriendo sin desmayo las cuencas petroleras del país. Habla con los empleados sobre la importancia de la seguridad en el trabajo y al mismo tiempo, trata de captar inversores en el extranjero. Hay expertos petroleros en Argentina que consideran que aún es pronto para atraer inversiones. Y otros creen que la presidenta Cristina Fernández y sus asesores pensaban antes de la expropiación que iba a ser más fácil atraer capital extranjero. Las multinacionales quieren conocer, entre otros factores, cuántos dividendos se les dejaría repartir en caso de que invirtieran. Los abogados de Repsol, empresa que posee el 12% de YPF, preguntaron a Galucio cuál será la política de reparto de dividendos. Pero Galuccio aclaró que el orden del día estaba destinado a valorar el ejercicio de 2011 y aún no era el momento de abordar ese tema.

Repsol facilitó poderes de accionistas a varios periodistas de la prensa nacional e internacional que pudieron asistir a una junta que se desarrolló sin mayores sorpresas salvo el hecho de que el español Luis del Rivero, vicepresidente de YPF desde 2006 hasta noviembre de 2011 y exconsejero de la constructora Sacyr, se abstuviera a la hora de valorar el ejercicio de 2011, en el que él mismo ocupó un cargo tan relevante dentro de la compañía. Los representantes de Repsol mostraron su perplejidad ante ese hecho. Del Rivero aclaró que comprendía que ellos tuviesen interés “en que haya lío”, pero él, como pequeño accionista que posee en acciones menos de cinco millones de euros, solo pretende mirar hacia adelante y evitar los enfrentamientos.

Los accionistas aprobaron también unos honorarios para el nuevo directorio equivalentes a 6,2 millones de pesos. Eso es lo que cobrará el equipo directivo durante siete meses, hasta 2012. 
Fuente: el país

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