Pemex abre la guerra por el control de Repsol
La relación entre Repsol y su accionista Pemex, que cuenta con un 9,4 por ciento del capital, se encuentra en un punto de no retorno. La guerra está abierta. El consejo de administración que preside Antonio Brufau decidió someter en su junta de accionistas una modificación de los estatutos para dificultar una segregación de sus negocios
La intención es blindar la compañía en el caso de que algún accionista proponga votar a favor de la división del grupo. El pasado 29 de enero el máximo órgano de gestión de la petrolera ordenó preparar un análisis sobre un refuerzo de los estatutos ante la certeza de que Pemex estaría planteando la división de los negocios entre el área de downstream (refino y marketing) y la de upstream (exploración y producción).
En concreto, en el orden del día de la junta Repsol se propone la modificación del artículo 10, con el fin de que cualquier operación que promueva el consejo que tenga por objeto o produzca como efecto que la compañía deje de ser una empresa integrada de hidrocarburos, ?se someterá a la junta general previo acuerdo de las tres cuartas partes de los miembros del consejo?. En concreto, se plantea requerir hasta un 75 por ciento de los votos, frente al 50 por ciento actual, para que una medida como esta salga adelante.
El grupo mexicano negó en un primer momento estas aspiraciones de segregación, pero se retrató el pasado martes al votar en contra de solicitar este refuerzo. El resto de consejeros votaron a favor de este punto. Además, Pemex no oculta su intención de ganar un mayor protagonismo en la gestión y se ha mostrado en multitud de ocasiones en contra de la evolución del negocio y, concretamente, de Brufau.
En este sentido, la convocatoria de junta también propone requerir una mayor lealtad a los consejeros y definir ?determinadas obligaciones relacionadas con el deber general de lealtad de los consejeros?. Para ello, se modificarán los artículos 17 y 18 de los estatutos y se han especificado ciertas reglas derivadas de las exigencias de solidaridad y coordinación que deben observarse por los miembros de un órgano colegiado y, concretamente, del consejo de administración.
Por otro lado, la junta de accionistas tendrá que reelegir al actual consejero de Pemex en Repsol, Arturo F. Henríquez, junto a otros cuatro consejeros independientes a los que les expira su mandato: Paulina Beato, Artur Carulla -líder de los independientes-, Javier Echenique y Henri Philippe Reichtul.
México quiere inversión
Un nuevo frente que se ha abierto entre Repsol y Pemex es el destino de la indemnización lograda por la nacionalización de YPF. El grupo del país azteca quiere que el montante logrado se focalice en México, ahora que el país ha afrontado una reforma energética para atraer inversión privada.
El director general de Pemex, Emilio Lozoya, aseguró recientemente que su país necesita invertir del orden de 60.000 millones de dólares anuales para los próximos diez años en el sector petrolero y, por ese motivo, quieren que la compañía española invierta en la región.
Pemex asegura que Repsol podría ser un actor relevante en el país, pero supedita esta condición a que cambie la gestión del grupo. No obstante, cabe recordar que el pasado mes de noviembre la compañía mexicana se quedó sola a la hora de negarse a ratificar la gestión de Brufau. Curiosamente, Carlos Roa -el último representante de Pemex en salir a la palestra a criticar a los gestores de la española- es el mismo que en diciembre aseguraba que las relaciones mejorarían. La mexicana está dispuesta a convertirlo en un problema de estado. Pemex cuenta con que podrá conseguir los apoyos suficientes para realizar cambios en la gestión pero La Caixa siempre ha mostrado su respaldo a Brufau. Además la compañía tiene la baza de sus grandes éxitos en exploración como respaldo para los gestores.
La delicada relación entre Pemex y Repsol
El grupo mexicano se ha retratado al votar en contra de blindar los estatutos para evitar una segregación del negocio.
Pemex había negado en un primer momento querer dividir el área de exploración de la de refino, pero finalmente ha mostrado sus cartas. No obstante, nunca ha escondido su intención de tener más peso en la gestión.
El director general de Pemex, Emilio Lozoya, criticó en el Parlamento mexicano la evolución del negocio de Repsol y ofreció datos erróneos sobre las retribuciones y la evolución en bolsa.
Tras las maniobras del grupo mexicano, Repsol modificará los estatutos para concretar la lealtad, confidencialidad y transparencia que deben dispensar los consejeros hacia el máximo órgano de gestión.
Además, se ha abierto un nuevo frente entre estas compañías: el destino de la compensación lograda por YPF. México acaba de afrontar una reforma energética para captar inversión privada.
La próxima junta de Repsol deberá decidir si reelige al actual consejero de Pemex, Arturo F. Henríquez, al quien expira su mandato.
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