Miranda hace oír su voz
Unas 10.000 personas se suman a una manifestación que recorrió el centro de la ciudad
La marcha avanzó en un silencio roto solo por la megafonía y alguna consigna apenas secundada
«Hoy es un día histórico. Nunca ha habido tanta gente en una manifestación en esta ciudad». El mensaje se dejaba escuchar entre la 'Internacional', el himno de los mineros, 'Santa Bárbara bendita'; y el '¡A las barricadas!'. Se lanzaba a través de la megafonía del vehículo que abría la marcha. Era solo una impresión. Pero resultó ser cierta. Alrededor de 10.000 personas, según la Policía Local, completaron el recorrido entre la Sede Administrativa de la Junta y la plaza de España. 20 minutos tardó en aparecer la pancarta en este punto. Y un tiempo similar hubo que esperar para que el grueso de la manifestación rodease el quiosco, entre continuos llamamientos de la organización por dejar hueco a los que iban más rezagados. Muchos tuvieron que quedarse fuera, en Real Aquende.
La respuesta de los mirandeses fue tan multitudinaria que incluso en la estimación más baja planteada ayer por otras fuentes -se habló de en torno a 8.000- se hubiera duplicado la del 19 de julio; con 4.500 asistentes. Esta cifra fue similar a la que llegó a manejar el Ayuntamiento en la anterior huelga general, la del 29 de marzo -aunque la Delegación del Gobierno en Castilla y León cifró la respuesta en 2.500-.
Cifras, en cualquier caso, muy alejadas de la instantánea que pudo captarse en la huelga general del 29 de septiembre de 2010, con los socialistas al frente del Gobierno central -la participación fue de apenas 400 personas-.
La progresión que revelan las cifras va pareja al malestar creciente de los ciudadanos. Ese es el mensaje que ayer lanzó Miranda. Y las dos grandes formaciones sindicales quisieron, en este sentido, ceder su protagonismo en favor de los más jóvenes. Dos estudiantes de Secundaria, Mario Calzada y Juan Antonio Muñoz, asumieron el papel principal. Fueron los encargados de leer el comunicado conjunto elaborado por CC OO y UGT. Un texto y una escenografía que se quiso consensuar con otras formaciones y movimientos de protesta de la ciudad. No se consiguió.
«El desempleo supera el 25% de la población activa, el 35% entre las mujeres y el 50% entre los jóvenes». Fue la rápida radiografía con la que arrancaron, no sin antes hacer un llamamiento a las instituciones europeas «para que escuchen la voz de los ciudadanos y ciudadanas y rectifiquen unas medidas que en toda la Unión han dejado a más de 24 millones de personas en el paro».
Tras la reforma laboral «llegó el abordaje» a las administraciones y las empresas públicas». Recordaron entonces que sus empleados han perdido una cuarta parte de sus salarios en los últimos años, a lo que se ha venido a sumar «los más de 200.000 despidos y no contrataciones». A eso unieron el hecho de que se estén reduciendo los recursos que se destinan a las instituciones para después presentarlas como «ineficaces» y así hacer creer a los ciudadanos que «la verdadera y buena gestión es la privada».
Como ejemplo apuntaron a la sanidad valenciana y madrileña, donde «personas cercanas a dirigentes políticos están accediendo a grandes contratos para gestionar hospitales y centros de salud, aunque luego tengan que justificar listas de espera o falta de servicios». Y mientras, recordaron, a los ciudadanos se les aplica «el copago o el pago directo de ciertos medicamentos».
El mismo recorrido ven en Educación, donde ha disminuido la cantidad de docentes, así como las becas, sin olvidar «la brutal» subida de tasas universitarias. Situaciones que les huelen a «educación de otros tiempos, malos tiempos», donde solo podían estudiar «los hijos de unos pocos».
No se olvidaron de enumerar las subidas del IRPF, el IVA, el IBI y varios impuestos más que «nos ahogan», a la vez que se permite a los defraudadores «limpiar su dinero a cambio de una limosna» y se dedica el dinero de los trabajadores a «solucionar problemas de bancos y cajas, mientras las indemnizaciones y jubilaciones de sus altos ejecutivos son escandalosas y obscenas». Pero para lograr cambios en una normativa sobre desahucios, lamentaron que haya que se produzcan «varios muertos por suicidio».
Los recortes en la Ley de Dependencia, la incógnita sobre el futuro de las pensiones, la emancipación de los jóvenes o la fuga de talentos también los observan con preocupación pero convencidos de que «existen alternativas» y de que «la resignación no es una opción», cuando se trata de luchar por los derechos y el bienestar alcanzados gracias «al esfuerzo y las luchas de las generaciones precedentes».
Y en eso, todos pueden colaborar, por lo que no dudaron en agradecer la participación de «los delegados, del conjunto de los trabajadores y la importante contribución del comercio local». Colectivo este último al que se le brindó un sonoro aplauso. Tampoco faltaron en la plaza de España dirigentes del PSOE, en este caso representados por el alcalde, Fernando Campo y el procurador, Julián Simón de la Torre, que ya había anunciado su apoyo a la huelga.
Fuente: el correo
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