miércoles, 5 de septiembre de 2007

M=?iso-8859-1?Q?=E1?=s noticias sobre Repsol y Argelia

Más madera para la noticia que puse ayer:

Moncloa no ve razón para apoyar a Repsol y Gas Natural en Argelia


Considera que se trata de una disputa puramente empresarial sin tintes políticos

A.P./ P. I.
Madrid. El Gobierno español no ha tardado en desmarcarse del conflicto que mantienen Repsol YPF y Gas Natural con la
petrolera estatal argelina Sonatrach por el control del proyecto de gas natural licuado (GNL) de Gassi Touil, el mayor
proyecto de gas del país con una producción estimada de 8.000 millones de metros cúbicos de gas al año. El lunes, las dos
empresas españolas anunciaron a la CNMV que Sonatrach ha roto unilateralmente el contrato del proyecto, que requería
inversiones cercanas a los 6.000 millones de euros, alegando incumplimientos del contrato.

Según reconocieron a LA GACETA fuentes cercanas al Ejecutivo, éste no ve motivos para intervenir ya que detrás de esta
disputa no subyacen motivos políticos, como un posible castigo a las empresas españolas por el cambio de postura del
Gobierno en el conflicto saharaui. El propio ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, afirmó que las relación entre
Argelia y España es "excelente en todos los niveles". El ministro destacó que el buen nivel comercial que existe actualmente
"jamás se había conocido".

Y como ejemplo de las buenas relaciones entre ambos países, en el Gobierno español ponen como ejemplo la amplia presencia
que los grupos españoles tienen en sectores como el turístico y constructor, además del energético. Por ejemplo, las seis
mayores plantas desaladoras del país, con un negocio conjunto superior a los 5.000 millones de euros en 25 años, llevan el
sello de firmas como FCC, ACS, Sacyr, Abengoa, Acciona u OHL. Esta última, además ha ganado importantes contratos de
infraestructuras, mientras que su presidente, Juan Miguel Villar Mir gano la privatización de la empresa pública de
fertilizantes, una de las mayores del mundo.


Cuestión empresarial
En este sentido, Moncloa considera que se trata de un conflicto puntual de carácter meramente empresarial y, que por tanto,
deberán ser las empresas implicadas las que lo resuelvan. No obstante, el ministro de Industria, Joan Clos, de viaje oficial
en China, expresó su malestar por el "conflicto" e insistió en que hará todo lo que esté en su mano para "encauzar el
conflicto por la vía del diálogo y lograr que se resuelva favorablemente". Ahora el asunto está en un tribunal de arbitraje
en Ginebra.

En términos similares se expresó ayer la Comisión Europea, que considera que se "trata de una relación comercial entre dos
empresas españolas y una argelina y si hay cuestiones contractuales entre empresas, éstas tienen que ser resueltas entre
ellas". Analistas de Fortis también advierten que lo sucedido "no es una nacionalización a lo Venezuela", sino un caso en el
que "no se han entendido los socios".


Retraso importante
Sonatrach ha denunciado incumplimientos reiterados del contrato por parte de sus socios españoles. Entre ellos, una ausencia
de inversiones —hasta ahora llevan invertidos 600 millones— y, sobre todo, importantes retrasos respecto al calendario, que
fijaba noviembre de 2009 como fecha prevista para la puesta en marcha del proyecto. "El proyecto acumulaba grandes demoras.
Los argelinos lo habían denunciado en diferentes ocasiones y así se lo hicieron saber, incluso, a Joan Clos en uno de sus
últimos viajes a Argelia", señalan fuentes del sector.

Según estas fuentes, el origen del problema reside en la oferta que realizaron Gas Natural y Repsol YPF para hacerse con el
contrato. "La propuesta era muy agresiva y no reflejaban los costes reales de una infraestructura de esta envergadura",
explican las citadas fuentes. En este sentido, consideran que "ambas empresas se han dado cuenta de que los números no
salían y, por tanto, han tratado demorar el proyecto para que fuese Sonatrach la que rompiese el contrato, les indemnizase
por lucro cesante y asumiese la totalidad del proyecto".

Otras fuentes cercanas al proyecto achacan el retraso a un aumento sustancial del coste de ingeniería y de construcción del
proyecto y la fuerte demanda de instalaciones de GNL a nivel mundial que han motivado una escasez ingenierías especializadas
disponibles. "Todos los socios estuvieron de acuerdo en rechazar las ofertas recibidas hasta ahora por ser excesivas",
explican.

Repsol y Gas Natural, que retrocedieron en bolsa un 0,42% y 2,02%, respectivamente, no quisieron hacer ningún comentario y
menos entrar en ningún tipo de polémica. "En su momento, defenderemos nuestra postura ante la corte de Ginebra", insisten
desde la petrolera.

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