miércoles, 19 de diciembre de 2012

Con socio y con problemas

El mayor fondo soberano chino irrumpe en la venta de GNL por Repsol

China puede ser otra vez la salvadora de Repsol después de que Sinopec le echara una mano en 2010 con la compra del 40% de su filial brasileña. El Consejo de Administración de la petrolera se reúne este miércoles para analizar la última propuesta recibida para vender su división de Gas Natural Licuado (GNL), operación vital para la compañía participada por la Caixa, Sacyr y Pemex.

Según fuentes próximas a la operación, China Industrial Corporation (CIC), el mayor fondo soberano de la segunda economía más grande del mundo, con 400.000 millones bajo gestión, ha mostrado a Repsol su interés en la operación. El acercamiento de este brazo inversor del Gobierno de China se vincula a la oferta presentada a finales de octubre por Gaz de France Suez (GDF), que no puede acometer la transacción en solitario después de anunciar un plan de ajuste por los malos resultados financieros.

Los responsables del grupo franco-belga reconocieron el pasado 6 de diciembre que estaban analizando la compra del negocio de GNL de Repsol, pero que su prioridad para los próximos años era preservar la liquidez y el pago del dividendo. Por ese motivo, Gaz de France Suez comentó que daría prioridad a la reducción de la deuda y a la retribución al accionista, aunque ello supusiera sacrificar las inversiones futuras.

Entre ellas estaban los activos de Repsol, que la multinacional europea lleva estudiando con intensidad desde después del verano. Tal y como informó El Confidencial el pasado 26 de octubre, el equipo financiero de GDF Suez estuvo reunido dos semanas con los ejecutivos de la española para tener un conocimiento minucioso de todos los activos a la venta, especialmente por la presencia de minoritarios en todos y cada uno de ellos y por los contratos de suministro de gas de alguno de ellos.

Sin embargo, la compraventa, por la que Repsol pide 3.000 millones más la asunción de deuda por una cantidad similar, es hoy prohibitiva para el grupo franco-belga en solitario. La compañía se hundió un 11% en bolsa el pasado 6 de diciembre cuando hizo público que sería incapaz de cumplir con sus estimaciones de beneficios. Este profit warning ha provocado la puesta en marcha de un plan de desinversiones y una cascada de rebaja de recomendaciones de los principales brokers mundiales, como HSBC, Deutsche Bank, Merrill Lynch y Santander.

Como no tiene pulmón para hacerle frente a ese bocado, GDF Suez ha pedido la ayuda a CIC, el fondo soberano chino con el que firmó una alianza a mediados de 2011. Ese acuerdo supuso la adquisición por parte del grupo inversor asiático del 30% de la filial de exploración y producción de gas y petróleo de GDF Suez por 2.300 millones de euros, más la compra del 10% de una planta de gas natural licuado en Trinidad y Tobago por 600 millones.

La clave del Caribe

Precisamente, en este país caribeño se encuentra uno de los tres activos que vende Repsol, junto con la filial de Canadá y la de Perú. El de Trinidad y Tobago es el más interesante y rentable, pero también el más complicado de vender puesto que Repsol solo tiene el 20% del capital y sus socios tienen derecho de tanteo preferente. De ahí el interés de la multinacional europea y el fondo soberano chino, que están negociando las citadas cláusulas que podrían echar abajo la operación conjunta.

Repsol quiere vender todos los activos agrupados y no por partes, por lo que, en el caso de que sus accionistas de Trinidad y Tobago plantearan batalla, se produciría un retraso en la transacción. Antonio Brufau quiere acelerarla, ya que de ello depende el mantenimiento de la calificación crediticia. Tanto Standard & Poor´s como Moody´s le amenazaron con rebajarla a bono basura tras la expropiación de YPF por el peculiar Gobierno de Argentina.

Repsol espera ingresar 3.000 millones por esta desinversión, por la que también se interesaron Gazprom y Novatek, ambas fuera ya de la puja. Sin embargo, fuentes próximas a la operación indican que las ofertas vinculantes recibidas son muy inferiores, que oscilan entre los 1.500 y los 2.000 millones más la deuda. Debido a esta diferencia, no se contempla que en el consejo de este miércoles se acuerde la venta a la espera de una propuesta mejor por parte de GDF Suez y CIC.

El fondo chino ha protagonizado en los últimos meses algunas de las operaciones corporativas más sonadas con empresas españolas. El pasado 31 de octubre compró un 5,7% del aeropuerto londinense de Heathrow a Ferrovial por 257 millones de euros. Antes, en pleno verano, adquirió un 7% del capital de Eutelsat en manos de Abertis por 385 millones. 

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