Royal Dutch Shell, ConocoPhillips renuncian a la exploración petrolera en el Ártico
Después de desembolsar más de US$2.500 millones por derechos de perforación en las aguas del Ártico estadounidense, Royal Dutch Shell, ConocoPhillips y otras compañías silenciosamente han renunciado a franquicias de las que tiempo atrás esperaban que llevaran al próximo gran descubrimiento petrolero.
En el caso de Shell y ConocoPhillips, la decisión de abandonar zonas del Ártico se oficializó antes del plazo del 1° de mayo fijado para el pago al gobierno estadounidense de millones de dólares de alquiler para mantener sus posesiones en el mar de Chukotca, al norte de Alaska.
Se calcula que el Ártico estadounidense alberga 27.000 millones de barriles de petróleo y 132 billones de pies cúbicos (3,73 billones de metros cúbicos) de gas natural, pero las empresas de energía han tenido dificultades para exportar recursos enterrados bajo las aguas heladas de la cima del mundo.
El año pasado, Shell puso fin a una exploración en busca de crudo ártico llena de contratiempos que le había costado US$8.000 millones después de obtener resultados decepcionantes de un pozo de prueba en el mar de Chukotca. Shell decidió que el riesgo por ahora no vale la pena, y otras compañías probablemente hayan llegado a la misma conclusión, dijo Peter Kiernan, analista principal de energía de The Economist Intelligence Unit.
“La exploración en el Ártico ha quedado retrasada varios años, dado el entorno de bajos precios del petróleo, el costo significativo que requiere la exploración y los riesgos ambientales que entraña”, añadió.
80%
En total, las empresas renunciaron a 2,2 millones de acres (8.900 kilómetros cuadrados) de derechos de perforación en el mar de Chukotca, es decir casi el 80% de los arrendamientos que le compraron al gobierno estadounidense en una subasta de 2008. Las compañías petroleras gastaron más de US$2.600 millones para quedarse con 2,8 millones de acres en el mar de Chukotca durante esa venta, además de compras anteriores en el mar de Beaufort.
Shell renunció a 274 arrendamientos en el mar de Chukotca y decenas en el vecino mar de Beaufort. Al hacerlo, la empresa pierde lo que le pagó al gobierno estadounidense por los derechos de perforación en esas zonas, al igual que los millones de dólares que invirtió en alquileres anuales desde entonces.
“Estas medidas son congruentes con nuestra decisión anterior de no explorar frente a las costas de Alaska en el futuro próximo”, dijo en un correo electrónico el portavoz de Shell Curtis Smith. La decisión también refleja el alto costo de operar frente a la costa norte de Alaska y de los cambios en las normas de regulación, añadió Smith.
Otras compañías de energía siguieron los pasos de Shell y dejaron el Ártico, de acuerdo con los registros del Departamento del Interior que obtuvo el grupo conservacionista Oceana conforme a una solicitud basada en la Ley de Libertad de la Información y que fueron revisados por Bloomberg News.
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