miércoles, 28 de noviembre de 2012

Alto!

Dos nuevos barcos, retenidos en Ceuta por orden de Marina Mercante
Los armadores del ‘Chariot’ y el ‘Orobica’ adeudan varios meses de sueldo a sus tripulantes y la situación hace pensar que ambas embarcaciones terminarán siendo abandonadas en el puerto ceutí

‘Orobica’ y ‘Chariot’. Esos son los nombres de los dos últimos barcos que, por orden judicial, se encuentran retenidos en el Puerto de Ceuta por parte de Capitanía Marítima. Una decisión que viene decretada por los organismos internacionales y que, según indica la falta de noticias de los respectivos armadores de los buques, se dilatará bastante en el tiempo. El primero de los cargueros, que está amarrado en el Muelle de España desde hace alrededor de un mes, cuenta con cerca de quince tripulantes, algunos de los cuales ya han tomado la siempre difícil decisión de marcharse para casa. El segundo, el ‘Chariot’, transporta en su interior a seis tripulantes que en la mañana de ayer abrieron sus puertas a ‘El Faro’ y contaron cuál es su situación. Ambas embarcaciones vienen en lastre.

“More or less one hundred thousand dolars (más o menos, cien mil dólares)”, cuantifica el capitán de este carguero con bandera de las islas de ‘San Vicente y las Granadinas’ cuando se le pregunta cuánto dinero les adeuda, en total, el armador. Llevan cinco meses sin cobrar. El ruso Andrey Gusev encabeza un grupo de seis tripulantes (cuatro rusos y dos ucranianos) que, a pesar de que se saben en una situación delicada, se muestran todo el tiempo muy amables. Están amarrados desde el lunes 19 de noviembre junto a la toma tres del muelle de la Puntilla tras pasar más de un mes fondeados en bahía después de que los responsables de Capitanía Marítima les informaran de que, por orden judicial, se debía inmovilizar el barco.

En ese tiempo Capitanía Marítima se preocupó en todo momento de que no se les agotara el combustible y las provisiones para que, en caso de temporal, y tal como ocurrió hace unos días, salieran fuera a capearlo. Cuando se entendió que estaban al límite, y sin novedades sobre las deudas del armador, se dio orden de que entrase. En los últimos días el sindicato internacional ITF ha tenido conocimiento de la situación de este buque que, según indicaron, todavía tiene provisiones de comida para unas dos semanas.

El problema del ‘Orobica’, con bandera de Malta, es similar. Su tripulación es ucraniana y también se le adeudan varios meses de salario. La diferencia es que, además de estar retenido, está detenido por problemas de la sala de máquinas que económicamente no supondrían un gran coste. Aparte, la tripulación está en huelga.

La principal preocupación ahora es que, en un plazo de tiempo imposible de concretar, los tripulantes opten por abandonar los buques y regresar a sus países de origen ya que, puesto que no cobran, nada les invita a quedarse. Lamentablemente el Puerto de Ceuta ya ha vivido historias similares con, por ejemplo, el ‘Globe’ y el ‘Rhone’, este último todavía amarrado en el Muelle de España y a espera de que se realice el juicio. El abandono de los barcos puede conllevar la entrada de inmigrantes, incendios incontrolados como ya ocurriera con el ‘Globe’ o, en caso de mal tiempo, rotura de cabos.

¿Salida de estos barcos? El ‘Orobica’, construido en 2008, tiene más opciones de encontrar comprador

Si bien el ‘Orobica’, que ha funcionado como asfaltero, está detenido por un problema en las máquinas se trata de un buque seminuevo. Tiene 102 metros de eslora. Sin embargo el ‘Chariot’, que data del 1984, tiene un futuro más difícil si, tal y como parece, el armador continúa sin hacerse cargo de las deudas.

Cambio de ubicación Cuando finalmente un remolcador se lleve a la gabarra ‘UNO’ Para que el ‘Chariot’ no moleste en las labores de avituallamiento de otros buques está previsto que, en los próximos días, pueda ser trasladado hasta el Muelle de España. Concretamente al emplazamiento que ahora mismo ocupa la gabarra ‘UNO’ que, según fuentes de Capitanía Marítima, tiene autorizado el remolque y se está a la espera de su marcha.

¿Cómo se sienten? La tripulación opta por la resignación a sabiendas de que no pueden hacer más

En las espaldas de Vladimir, de 62 años, recaen más de 35 de trabajo en el mar. Ha vivido situaciones difíciles así que, ante esta, opta por la resignación. Idéntico sentimiento tienen sus compañeros quienes aseguran que sólo les queda esperar.

Mientras tanto en Rusia y Ucrania, sus familias, empiezan a mostrarse preocupadas ante la situación pues casi todos tienen mujeres y niños a los que atender. Hasta el 16 de noviembre la capitanía del buque era ostentada por otro marinero que, por motivos de salud, tuvo que emprender el viaje de regreso a casa.

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