La culpa esta vez fue de inmigración, que a pesar de estar atracados el domingo
a la tarde y cuando unos cuantos estábamos listos para salir a hacer unos
recados para nosotros y los que no podían salir, el oficial no apareció hasta el
lunes a la mañana a sellarnos los pases, con el consiguiente chafamiento de
planes.
Así que todo sigue igual. 2 meses a bordo y 1 día en tierra. Bueeeeno, a ver si
la siguiente recalada nos va mejor.
Por lo demás, 7 horas de río de prácticos a la terminal más el tema de otras 7
horitas de fairways hasta salir a mar abierto. Suerte que no hemos tenido mucho
tráfico y la cosa ha estado tranquila.
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