Intermills debe presentar este mes un plan financiero a la Junta
El futuro laboral de los trabajadores de Rottneros está a punto de dar un paso adelante. La Junta de Castilla y León ha puesto como plazo finales de julio a la empresa Intermills para que presente un plan de inversiones con el que hacer frente a la reapertura de la planta de pasta de papel.
La noticia llegó ayer a oídos de los trabajadores en mitad de la asamblea informativa que se celebró en el campamento que desde hace 84 días está instalado en la sede de la Junta. «Bob Roche (responsable de la empresa canadiense) viene decidido a iniciar el proyecto, pero le exigen que venga con unos avales o con dinero y que lo ponga todo por escrito», explicó a sus compañeros el presidente del comité de empresa, Paco González, instantes después de recibir una llamada telefónica por parte del gobierno regional. El propio Roche ha confirmado que la próxima semana llegará a España y que en su agenda incluirá una reunión con el comité de trabajadores, aún sin fecha de celebración. Será en esa reunión donde se conozcan más detalles acerca del plan industrial de Intermills, que en principio tiene intención de «arrancar la fábrica, con un aumento de empleo». «Su plan es papel mojado mientras no se ponga dinero sobre la mesa», advirtieron desde el comité.
La noticia supuso un brote de esperanza para los empleados, que llevan sin trabajar más de seis meses, y que continúan a la espera de nuevas noticias acerca del devenir de las negociaciones que mantienen Rottneros e Intermills. La última se produjo el martes en Madrid con la mediación de la Junta, pero no han trascendido grandes detalles.
Mientras tanto, los trabajadores no se quedan de brazos cruzados y han solicitado entrevistas tanto con el juez concursal como con Ole Terland. «No ha contestado, pero si tenemos que ir a Suecia se irá para explicarle que lo importante son las familias a las que deja tiradas», expresaron. Al margen, también están preparando un dossier informativo para dar a conocer la problemática de la empresa a nivel nacional y, de paso, «presionar tanto a Rottneros como a las instituciones, que sabemos que estas cosas no les gustan».
Por último, los trabajadores confían en cobrar de inmediato los dos meses de paro que se les debe, y siguen a la espera de que Rottneros inyecte algo de capital a la planta mirandesa para que haga frente a algunos pagos. La deuda asciende a casi 3,5 millones de euros por la pasta vendida entre enero y abril.
Fuente: DB
El futuro laboral de los trabajadores de Rottneros está a punto de dar un paso adelante. La Junta de Castilla y León ha puesto como plazo finales de julio a la empresa Intermills para que presente un plan de inversiones con el que hacer frente a la reapertura de la planta de pasta de papel.
La noticia llegó ayer a oídos de los trabajadores en mitad de la asamblea informativa que se celebró en el campamento que desde hace 84 días está instalado en la sede de la Junta. «Bob Roche (responsable de la empresa canadiense) viene decidido a iniciar el proyecto, pero le exigen que venga con unos avales o con dinero y que lo ponga todo por escrito», explicó a sus compañeros el presidente del comité de empresa, Paco González, instantes después de recibir una llamada telefónica por parte del gobierno regional. El propio Roche ha confirmado que la próxima semana llegará a España y que en su agenda incluirá una reunión con el comité de trabajadores, aún sin fecha de celebración. Será en esa reunión donde se conozcan más detalles acerca del plan industrial de Intermills, que en principio tiene intención de «arrancar la fábrica, con un aumento de empleo». «Su plan es papel mojado mientras no se ponga dinero sobre la mesa», advirtieron desde el comité.
La noticia supuso un brote de esperanza para los empleados, que llevan sin trabajar más de seis meses, y que continúan a la espera de nuevas noticias acerca del devenir de las negociaciones que mantienen Rottneros e Intermills. La última se produjo el martes en Madrid con la mediación de la Junta, pero no han trascendido grandes detalles.
Mientras tanto, los trabajadores no se quedan de brazos cruzados y han solicitado entrevistas tanto con el juez concursal como con Ole Terland. «No ha contestado, pero si tenemos que ir a Suecia se irá para explicarle que lo importante son las familias a las que deja tiradas», expresaron. Al margen, también están preparando un dossier informativo para dar a conocer la problemática de la empresa a nivel nacional y, de paso, «presionar tanto a Rottneros como a las instituciones, que sabemos que estas cosas no les gustan».
Por último, los trabajadores confían en cobrar de inmediato los dos meses de paro que se les debe, y siguen a la espera de que Rottneros inyecte algo de capital a la planta mirandesa para que haga frente a algunos pagos. La deuda asciende a casi 3,5 millones de euros por la pasta vendida entre enero y abril.
Fuente: DB
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