De cajón de madera. Después del informe sobre la cocaina en Miranda, el Ayuntamiento solicitó unos contraanálisis por la penosa imagen que había dado la ciudad. Ahora, empiezan a aparecer los primeros resultados. Ayer ya escuché al Alcalde en Ser Miranda, y hoy os dejo la noticia que ha aparecido en El Correo:
Un avance del estudio sobre el Ebro descarta la presencia en el agua de restos del metabolito de la cocaína
Tiene carácter de avance y, por tanto, se extrema la cautela. Fernando Campo hizo público ayer los resultados de la primera muestra del estudio encargado a un laboratorio madrileño sobre la calidad de las aguas del Ebro. Las conclusiones iniciales, enviadas vía e mail al propio alcalde, refuerzan la tesis de la 'exageración'. Esto es, la idea de que los datos obtenidos por una universidad alemana entre 2005 y 2006 no se ajustarían a parámetros reales.
«Se han hecho dos tipos de análisis y en ninguno de ellos se ha obtenido ni un sólo resto de cocaína o del famoso benzol», explicó Campo. El polémico documento fue citado por Thomas Pietschman, uno de los responsables del informe mundial sobre la droga, durante la presentación del estudio anual de la ONU sobre el consumo de estupefacientes.
El estudio de origen alemán analizaba las aguas residuales vertidas a los ríos y colocaba a Miranda en la cúspide del consumo a una conclusión polémica: en la ciudad se consumían 97 rayas de cocaína por cada mil habitantes al día. Sólo Nueva York lo superaba, con 134.
La idea de encargar un informe al laboratorio Geofisa surge después de una semana en la que la ciudad se ve superada por una publicidad negativa que, incluso,obliga al alcalde a modificar su agenda de trabajo ante la insistencia de medios de comunicación de ámbito estatal e internacionales.
En cuatro puntosLa primeras muestras de ese contra análisis se tomaron, según lo previsto, el 6 de julio. Se hizo en cuatro puntos distintos del río a su paso por la ciudad: uno de ellos fue aguas arriba, en el entorno de Los Pinos, otro a la altura del puente de Hierro, un tercero en la entrada de agua a la depuradora, y el último a su salida.
El encargo del Ayuntamiento especificaba que debían medirse de forma concreta los niveles de benzoilecgonina, el principal residuo de la cocaína que se metaboliza al orinar. «En ninguno de esos puntos donde se ha trabajado se ha encontrado esa sustancia», incidió el alcalde.
Las muestras, de acuerdo con el protocolo de trabajo fijado, se han de realizar cuando las aguas se encuentran lo suficientemente refrigeradas, en días diferentes, y en envases con capacidad para cinco litros. «Evidentemente, el estudio no ha concluido. Tenemos que seguir porque éste es sólo un primer dato».
El Ayuntamiento estima que las conclusiones definitivas estarán a su disposición en un plazo nunca inferior a los dos meses ya que aún deben realizarse más pruebas. Y ¿cuál será el siguiente movimiento? Teniendo en cuenta que este estudio se realiza con el ánimo de desacreditar el anterior, y que las conclusiones que de él se esperan van en la línea de lo ya avanzado, la intención es publicitarlo a gran escala. «Es evidente que con una prueba, aunque está claro que ya de denota algo, no se puede realizar un informe. Pero con todas, sí».
El responsable municipal prevé que seguir los cauces oficiales y tramitar el informe al Ministerio de Exteriores «como a la delegada de Gobierno contra las drogas así como al Comisionado regional» para que «ellos ejerciten las protestas y los pasos que hayan de darse contra este caballero», en referencia a Thomas Pietschman.
Al mismo tiempo se pretende realizar una presentación del mismo a medios de comunicación de ámbito estatal y agencias, además de a la prensa extranjera que con anterioridad «se ha interesado pro este tema»
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