La hipotética explotación de la cavidad submarina correría a cargo de una compañía petrolífera. Los geólogos proponen otra campaña en el 2011 para buscar bolsas de hidratos de gas en zonas adyacentes
Los geólogos organizarán un nueva misión a la zona del Gran Burato el año que viene, con el objetivo de inspeccionar una zona superior a la analizada en la campaña que finalizó a principios de este mes a bordo del buque Sarmiento de Gamboa, y que fue coordinada por investigadores de la Universidad de Vigo. La primera experiencia realizada en el área del Gran Burato, en las profundidades del océano Atlántico y no lejos de donde se encuentra el pecio del petrolero Prestige , supuso el hallazgo de los primeros indicios técnicos fiables de la existencia de gas en una gigantesca cavidad, situada a unos 140 kilómetros de la costa gallega -en aguas jurisdiccionales españolas- y a una profundidad que se sitúa en torno a los 1.700 metros bajo la superficie del mar, según los datos de los científicos.
La futura misión en el 2011 -que incluso catapultaría la opción de una tercera, pero a cargo de un buque de prospección petrolífera-, servirá para cubrir una zona de entre 200 y 240 kilómetros cuadrados de fondo marino, según dijeron ayer en Vigo los catedráticos Federico Vilas y Daniel Rey; es decir, en torno a unas cinco o seis veces la superficie del lecho peinada hasta ahora por los instrumentos que tiene a bordo el Sarmiento de Gamboa , considerada una de las plataformas científicas más avanzadas de la UE. Esta extensión en la zona submarina adyacente al Gran Burato que pretende cartografiarse es el equivalente a dos veces la superficie terrestre del Concello de Vigo.?
Cautelas
El objetivo es realmente espectacular como para ir, precisamente, con todas las cautelas y aplicando el mayor rigor científico. Podría tratarse en el mejor de los casos de una gran masa utilizable de gas congelado y a baja presión. Por eso, los geólogos ven necesaria la segunda campaña al Gran Burato para extraer nuevas conclusiones de la zona. En la experiencia de 16 días -de mediados de octubre hasta principios de este mes-, observaron varios y extensos campos
submarinos con pequeños orificios por los que, al igual que en el caso del cráter de cuatro kilómetros de diámetro, se habría liberado una enorme cantidad de gas, si bien no se sabe la era geológica en que aquella se produjo. Además, hallaron otros dos grandes orificios, empleados por la propia naturaleza posiblemente también como válvulas de escape de gas en la misma área. A uno de ellos lo han bautizado como A Orella , precisamente, por su peculiar forma.
Fuente: La voz de Vigo
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