martes, 16 de febrero de 2010


La Naval plantea un ERE para el 20% de su plantilla a partir del 1 de abril
La empresa ultima un contrato para construir un barco que albergará aerogeneradores eólicos, lo que podría limitar el alcance de la regulación de empleo

El próximo 1 de abril es la fecha propuesta por la dirección de La Naval a los sindicatos para la entrada en vigor de un expediente de regulación de empleo -modalidad de suspensión de jornada- que afectará, en principio, a unos 80 trabajadores -cerca del 20% del personal- y que, si no se producen contrataciones en los próximos meses, alcanzará a un total de 240 empleados al final de año de una plantilla total de 425 operarios. La ausencia de nuevos contratos desde hace dos años ha llevado al astillero de Sestao a una situación de subactividad en algunos de sus departamentos, con un solo barco en su cartera de pedidos, el número 335 de su centenaria historia, un 'fall pipe' que será entregado en el mes de marzo del año próximo.

La noticia de la regulación de empleo fue comunicada ayer a los miembros del comité de empresa, a los que no cogió por sorpresa ya que era un rumor que se había extendido entre la plantilla desde hacía varias semanas. Curiosamente, se da la circunstancia de que un sector que ha contribuido al mantenimiento e incluso a la creación de empleo desde que estalló la crisis, entra en horas bajas justo cuando el País Vasco comienza a abandonar la recesión económica que ha vivido desde hace más de un año.

En el encuentro de ayer, la dirección expresó su deseo de que el ERE sea solicitado al Gobierno vasco con el acuerdo de los trabajadores, por lo que fuentes sindicales esperan poder negociar con la empresa un complemento salarial al establecido legalmente para esta fórmula de protección de la plantilla. Por otro lado, las centrales y la empresa están de acuerdo en aprovechar la actual situación para reciclar a los trabajadores afectados, lo que mejorará la adecuación de la plantilla del astillero, muy desequilibrada después de la última reconversión, hace tres años.

1.300 subcontratados
El deseo de la compañía es que la autorización del ERE se produzca para toda la plantilla durante el plazo de un año, lo que permitirá una mayor flexibilidad a la hora de adaptarse a la situación de cada momento. No hay que olvidar que en el astillero trabajan cada día cerca de 1.300 trabajadores de las subcontratas, lo que puede permitir a la dirección de La Naval manejar la intensidad de la regulación de sus propio personal.

La esperanza a corto plazo del astillero, señaló un miembro del comité, está en conseguir un contrato para un armador extranjero -próximo a ser cerrado- y que consiste en la construcción de un barco sobre el que se instalarían en alta mar aerogeneradores eólicos. Se trata de un proyecto muy novedoso, de alto valor añadido y tecnología puntera -especialidad de La Naval-, que abre las puertas a un nuevo mercado de prometedoras dimensiones. La financiación, añadieron las citadas fuentes, está ya prácticamente resuelta gracias a que «el Gobierno vasco está en la mejor disposición» para salvar el escollo.

En el actual periodo de crisis, la financiación de los contratos del sector naval es uno los grandes problemas para cerrar los acuerdos. El astillero tiene otros proyectos «encima de la mesa», precisaron portavoces sindicales, para los que la carencia de un respaldo económico es el principal freno.

En cualquier caso, y se consiga o no el nuevo pedido, el ERE será inevitable, ya que en el mejor de los supuestos el barco no comenzaría a ser construido hasta después del próximo verano.
Fuente: El correo

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