Uruguay protege al pesquero gallego "Villa Nores" del acoso de la Armada argentina
El arrastrero huye de una patrullera que lo acosaba en las aguas uruguayo-argentinas de Río de la Plata
El pesquero gallego Villa Nores, con base en Marín y que faena en los caladeros de las islas Malvinas, se refugió el sábado en aguas territoriales uruguayas ante el acoso de una patrullera argentina que pretendía abordarlo, según confirmaron ayer fuentes de la Armada uruguaya. El incidente se enmarca en la estrategia de presión de Argentina sobre la flota que faena en el archipiélago con el objetivo de reclamar la soberanía de las islas. De hecho, en las últimas semanas la flota gallega ya denunció estas prácticas por parte del Gobierno argentino.
El arrastrero congelador Villa Nores, cuya base de operaciones en la zona está en el puerto de Montevideo, zarpó en la mañana del sábado de la capital uruguaya con destino a los caladeros del Atlántico Sur y, cuando apenas había salido a las aguas de uso común argentino-uruguayas del Río de la Plata, recibió la llamada del guardacostas de la Armada argentina Mantilla.
El buque de guerra exigió por radio al capitán del pesquero que le proporcionara datos sobre su destino, el nombre del armador y la tripulación y lo acusó de haber entrado en aguas argentinas sin la autorización correspondiente, por lo que le pidió que parara máquinas para ser abordado por militares de la Armada argentina. Ante esta situación, el barco español regresó a toda velocidad a aguas jurisdiccionales exclusivas de Uruguay mientras el buque de guardacostas argentino se mantuvo navegando en paralelo en la zona internacional de Río de la Plata.
Tras conocer el incidente, la Armada uruguaya ordenó el despegue inmediato de un avión de patrulla marítima que contactó con las dos partes para evitar mayores incidentes y escoltó al barco español hasta que éste salió de nuevo a alta mar, al punto más alejado posible de las aguas territoriales argentinas. "El objetivo único del Gobierno uruguayo con esta medida es garantizar la seguridad de los buques de tercera bandera para hacerse a la mar y que tengan libre circulación por aguas internacionales para facilitar el comercio", explicó el portavoz de la Armada uruguaya Sergio Bique. La Marina uruguaya, sin embargo, desestimó hacer comentarios sobre los motivos que llevaron al barco argentino a acosar al pesquero español.
Argentina prohibió en 2009 la navegación por sus aguas a todas las embarcaciones procedentes de las Malvinas que careciesen de una autorización especial. Esta situación obligó a la flota española que faena en el archipiélago a dar un rodeo por aguas internacionales, lo que supone una jornada más de navegación, para entrar al puerto de Montevideo. Sin embargo, según denunció la flota gallega a finales de octubre, en los últimos meses las patrulleras argentinas aumentaron la presión en las aguas compartidas de Río de la Plata €única vía de entrada a Montevideo€ para acusar a los pesqueros españoles de incumplir la ley y entrar en su territorio.
Semanas después, el Gobierno argentino envió una carta a los titulados náutico-pesqueros españoles en el que se atribuía las islas Malvinas y acusaba a la flota española de pescar ilegalmente en sus aguas.
Mientras, hace unos días el Gobierno uruguayo prohibió a los barcos con bandera del archipiélago entrar en puertos de su país. La decisión llevó al Gobierno británico a convocar al embajador uruguayo en Londres para pedir explicaciones y expresarle la "gran preocupación" que esa decisión supone.
La prohibición uruguaya, sin embargo, no afecta a barcos de banderas distintas a Malvinas, como es el caso del gallego Villa Nores.
Fuente: Faro de Vigo
El arrastrero congelador Villa Nores, cuya base de operaciones en la zona está en el puerto de Montevideo, zarpó en la mañana del sábado de la capital uruguaya con destino a los caladeros del Atlántico Sur y, cuando apenas había salido a las aguas de uso común argentino-uruguayas del Río de la Plata, recibió la llamada del guardacostas de la Armada argentina Mantilla.
El buque de guerra exigió por radio al capitán del pesquero que le proporcionara datos sobre su destino, el nombre del armador y la tripulación y lo acusó de haber entrado en aguas argentinas sin la autorización correspondiente, por lo que le pidió que parara máquinas para ser abordado por militares de la Armada argentina. Ante esta situación, el barco español regresó a toda velocidad a aguas jurisdiccionales exclusivas de Uruguay mientras el buque de guardacostas argentino se mantuvo navegando en paralelo en la zona internacional de Río de la Plata.
Tras conocer el incidente, la Armada uruguaya ordenó el despegue inmediato de un avión de patrulla marítima que contactó con las dos partes para evitar mayores incidentes y escoltó al barco español hasta que éste salió de nuevo a alta mar, al punto más alejado posible de las aguas territoriales argentinas. "El objetivo único del Gobierno uruguayo con esta medida es garantizar la seguridad de los buques de tercera bandera para hacerse a la mar y que tengan libre circulación por aguas internacionales para facilitar el comercio", explicó el portavoz de la Armada uruguaya Sergio Bique. La Marina uruguaya, sin embargo, desestimó hacer comentarios sobre los motivos que llevaron al barco argentino a acosar al pesquero español.
Argentina prohibió en 2009 la navegación por sus aguas a todas las embarcaciones procedentes de las Malvinas que careciesen de una autorización especial. Esta situación obligó a la flota española que faena en el archipiélago a dar un rodeo por aguas internacionales, lo que supone una jornada más de navegación, para entrar al puerto de Montevideo. Sin embargo, según denunció la flota gallega a finales de octubre, en los últimos meses las patrulleras argentinas aumentaron la presión en las aguas compartidas de Río de la Plata €única vía de entrada a Montevideo€ para acusar a los pesqueros españoles de incumplir la ley y entrar en su territorio.
Semanas después, el Gobierno argentino envió una carta a los titulados náutico-pesqueros españoles en el que se atribuía las islas Malvinas y acusaba a la flota española de pescar ilegalmente en sus aguas.
Mientras, hace unos días el Gobierno uruguayo prohibió a los barcos con bandera del archipiélago entrar en puertos de su país. La decisión llevó al Gobierno británico a convocar al embajador uruguayo en Londres para pedir explicaciones y expresarle la "gran preocupación" que esa decisión supone.
La prohibición uruguaya, sin embargo, no afecta a barcos de banderas distintas a Malvinas, como es el caso del gallego Villa Nores.
Fuente: Faro de Vigo
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