Escocia impone una moratoria al 'fracking' y consultará a la población
El gobierno escocés no autorizará ninguna explotación de hidrocarburos con técnicas no convencionales a la espera de una revisión en profundidad
El gobierno de Escocia no concederá ninguna nueva autorización para la explotación de hidrocarburos con tecnología no convencional -incluida la fracturación hidráulica o fracking- mientras se lleva a cabo un proceso de revisión de los estudios técnicos y una consulta a la población, según anunció el 28 de enero el ministro de Energía Fergus Ewing ante el Parlamento Escocés.
La imposición de esta moratoria se produce pocos días después de que el Parlamento Británico rechazara una propuesta de moratoria sobre este tipo de explotaciones de gas y petróleo para todo el Reino Unido.
El 23 de enero el ministro Fergus Ewing envió una carta al secretario de Energía del Reino Unido, Ed Davey, solicitando que el gobierno británico se abstenga de emitir nuevas licencias de explotación de hidrocarburos hasta que sean devueltas a Escocia las competencias sobre esta materia.
La moratoria sobre el fracking en Escocia establece que el gobierno realizará trabajos adicionales para aumentar la evidencia que fundamente la toma de decisiones en este asunto. En particular el ministro Ewing señaló que el gobierno escocés realizará una consulta pública sobre la extracción de gas y petróleo no convencionales, encargará una evaluación pública completa de su impacto en la salud, dirigirá nuevos trabajos para fortalecer la orientación para la planificación y analizará mayor rigurosidad en la normativa regulatoria ambiental.
“El gobierno escocés ha adoptado un enfoque cauto, considerado y basado en evidencia hacia el fracking y el gas y petróleo no convencionales", destacó el ministro escocés. "He escuchado cuidadosamente las inquietudes planteadas por las comunidades locales y los activistas ambientales. Hemos implementado normas rigurosas en materia ambiental, reglas de planificación más severas y nos hemos opuesto con éxito a los planes del gobierno del Reino Unido de terminar con el derecho de los escoceses a negarse a que se realicen perforaciones bajo sus viviendas", aseguró Fergus Ewing.
La declaración del ministro ante el Parlamento escocés fue una muestra de moderación y respeto a la opinión de los ciudadanos: “Reconocemos que las comunidades locales probablemente deban soportar el peso de proyectos no convencionales de gas y petróleo, especialmente en términos de mayor tránsito y sus consiguientes emisiones y ruidos. Estos asuntos deberán ser investigados con mayor profundidad".
"Hemos escuchado preocupaciones legítimas acerca de potenciales impactos negativos. Sin embargo, también debemos reconocer que algunos tienen una opinión diferente y ven oportunidades en la extracción de gas y petróleo no convencionales. Nunca debemos cerrar nuestras mentes a las oportunidades potenciales de las nuevas tecnologías, pero también debemos asegurarnos de que las preocupaciones en relación a la comunidad, el ambiente y la salud nunca sean ignoradas. Este gobierno no permitirá que eso suceda y espero que las medidas que he anunciado hoy sean recibidas como proporcionales y responsables”, concluyó el ministro.
Satisfacción ecologista
Richard Dixon, director de Amigos de la Tierra Escocia , describió el anuncio como una "gran victoria para las comunidades, individuos y grupos que han estado haciendo campaña para poner fin a esta industria sucia en Escocia".
"El gobierno escocés ha actuado con decisión para proteger a las comunidades de todo el país y el medio ambiente frente a esta industria innecesaria. Si bien estamos pidiendo una prohibición total, damos por satisfactoria una moratoria mientras que se realiza un examen completo de los impactos ambientales y de salud", indicó Dixon.
"Escocia se une a Francia, Irlanda, los Países Bajos y el Estado de Nueva York en una larga lista de países y regiones que han actuado para detener la industria del gas no convencional. Estamos convencidos de que un examen adecuado de la creciente evidencia de los problemas de salud y ambientales debe conducir a una prohibición total", afirmó el representante de Amigos de la Tierra.
Precedentes de Francia y Nueva York
El Estado de Nueva York (Estados Unidos) impuso en 2008 una moratoria sobre el fracking (una técnica ámpliamente utilizada en otras zonas de Estados Unidos) alegando que no se disponen de estudios suficientes para asegurar que esta tipo de extracción de hidrocarburos no perjudica a la salud de las personas y el medio ambiente.
La moratoria en Nueva York fue ratificada el pasado 17 de diciembre pro decisión de la administración del Gobernador Andrew M. Cuomo debido a que se mantienen "las inquietudes sobre riesgos para la salud".
Por su parte, el Consejo Constitucional de la República Francesa ratificó en octubre de 2013 la validez de la ley francesa del 13 de julio de 2011 por la que se prohíbe la utilización de la técnica de fracturación hidráulica -fracking- en las prospecciones y extracciones de hidrocarburos en Francia. La decisión del alto tribunal francés rechazaba las cuatro denuncias presentadas contra la ley del 2011 por una de las empresas que había conseguido permisos de explotación de gas en rocas de esquistos con el procedimiento de fracking antes de la entrada en vigor de esta normativa.
El Consejo Constitucional -organismo similar al Tribunal Constitucional español- resolvió las demandas en un tiempo récord considerando como acertada la decisión del gobierno franceses de prohibir todo tipo de fracking por motivos de prevención y protección del medio ambiente.
La imposición de esta moratoria se produce pocos días después de que el Parlamento Británico rechazara una propuesta de moratoria sobre este tipo de explotaciones de gas y petróleo para todo el Reino Unido.
El 23 de enero el ministro Fergus Ewing envió una carta al secretario de Energía del Reino Unido, Ed Davey, solicitando que el gobierno británico se abstenga de emitir nuevas licencias de explotación de hidrocarburos hasta que sean devueltas a Escocia las competencias sobre esta materia.
La moratoria sobre el fracking en Escocia establece que el gobierno realizará trabajos adicionales para aumentar la evidencia que fundamente la toma de decisiones en este asunto. En particular el ministro Ewing señaló que el gobierno escocés realizará una consulta pública sobre la extracción de gas y petróleo no convencionales, encargará una evaluación pública completa de su impacto en la salud, dirigirá nuevos trabajos para fortalecer la orientación para la planificación y analizará mayor rigurosidad en la normativa regulatoria ambiental.
“El gobierno escocés ha adoptado un enfoque cauto, considerado y basado en evidencia hacia el fracking y el gas y petróleo no convencionales", destacó el ministro escocés. "He escuchado cuidadosamente las inquietudes planteadas por las comunidades locales y los activistas ambientales. Hemos implementado normas rigurosas en materia ambiental, reglas de planificación más severas y nos hemos opuesto con éxito a los planes del gobierno del Reino Unido de terminar con el derecho de los escoceses a negarse a que se realicen perforaciones bajo sus viviendas", aseguró Fergus Ewing.
La declaración del ministro ante el Parlamento escocés fue una muestra de moderación y respeto a la opinión de los ciudadanos: “Reconocemos que las comunidades locales probablemente deban soportar el peso de proyectos no convencionales de gas y petróleo, especialmente en términos de mayor tránsito y sus consiguientes emisiones y ruidos. Estos asuntos deberán ser investigados con mayor profundidad".
"Hemos escuchado preocupaciones legítimas acerca de potenciales impactos negativos. Sin embargo, también debemos reconocer que algunos tienen una opinión diferente y ven oportunidades en la extracción de gas y petróleo no convencionales. Nunca debemos cerrar nuestras mentes a las oportunidades potenciales de las nuevas tecnologías, pero también debemos asegurarnos de que las preocupaciones en relación a la comunidad, el ambiente y la salud nunca sean ignoradas. Este gobierno no permitirá que eso suceda y espero que las medidas que he anunciado hoy sean recibidas como proporcionales y responsables”, concluyó el ministro.
Satisfacción ecologista
Richard Dixon, director de Amigos de la Tierra Escocia , describió el anuncio como una "gran victoria para las comunidades, individuos y grupos que han estado haciendo campaña para poner fin a esta industria sucia en Escocia".
"El gobierno escocés ha actuado con decisión para proteger a las comunidades de todo el país y el medio ambiente frente a esta industria innecesaria. Si bien estamos pidiendo una prohibición total, damos por satisfactoria una moratoria mientras que se realiza un examen completo de los impactos ambientales y de salud", indicó Dixon.
"Escocia se une a Francia, Irlanda, los Países Bajos y el Estado de Nueva York en una larga lista de países y regiones que han actuado para detener la industria del gas no convencional. Estamos convencidos de que un examen adecuado de la creciente evidencia de los problemas de salud y ambientales debe conducir a una prohibición total", afirmó el representante de Amigos de la Tierra.
Precedentes de Francia y Nueva York
El Estado de Nueva York (Estados Unidos) impuso en 2008 una moratoria sobre el fracking (una técnica ámpliamente utilizada en otras zonas de Estados Unidos) alegando que no se disponen de estudios suficientes para asegurar que esta tipo de extracción de hidrocarburos no perjudica a la salud de las personas y el medio ambiente.
La moratoria en Nueva York fue ratificada el pasado 17 de diciembre pro decisión de la administración del Gobernador Andrew M. Cuomo debido a que se mantienen "las inquietudes sobre riesgos para la salud".
Por su parte, el Consejo Constitucional de la República Francesa ratificó en octubre de 2013 la validez de la ley francesa del 13 de julio de 2011 por la que se prohíbe la utilización de la técnica de fracturación hidráulica -fracking- en las prospecciones y extracciones de hidrocarburos en Francia. La decisión del alto tribunal francés rechazaba las cuatro denuncias presentadas contra la ley del 2011 por una de las empresas que había conseguido permisos de explotación de gas en rocas de esquistos con el procedimiento de fracking antes de la entrada en vigor de esta normativa.
El Consejo Constitucional -organismo similar al Tribunal Constitucional español- resolvió las demandas en un tiempo récord considerando como acertada la decisión del gobierno franceses de prohibir todo tipo de fracking por motivos de prevención y protección del medio ambiente.
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