Barco brasileño hundido en Antártica contamina con diesel
Un yate brasileño que naufragó un mes atrás en la Antártica comenzó a
derramar diesel luego de quedar aprisionado y destruido por los hielos,
informó el gobernador marítimo antártico chileno Eduardo Rubilar.
La
nave brasileña Mar Sem Fim se hundió a unos 500 metros de la bahía
Fildes, donde se encuentra la base chilena y de otros países, entre
ellas la brasileña Comandante Ferraz.
El capitán de fragata
Rubilar informó en declaraciones telefónicas desde la Antártica a la
televisión estatal que el barco brasileño se hundió a unos 12 metros de
profundidad.
"Pudimos constatar que presumiblemente a través de
los tanques de combustibles estaría vertiéndose diesel en el sector de
la bahía", dijo el oficial.
Señaló que están en contacto con la
marina brasileña, pues de acuerdo con los protocolos establecidos en el
Tratado Antártico ese país es responsable de la contaminación.
Agregó
que en el acercamiento hacia el lugar del naufragio pudieron rescatar
algunos objetos del yate brasileño y "pudimos constatar efectivamente
que hay trazas de diesel en el área, lo que nos da a entender que es
producto de los desahogos de los tanques de combustible".
Señaló que podría intentarse sellar los tanques y cuando los hielos retrocedan a partir de octubre reflotar la embarcación.
La
nave brasileña, que portaba unos 8.000 litros de petróleo, naufragó en
abril y sus cuatro tripulantes fueron rescatados ilesos. Había realizado
varios viajes anteriores a la Antártica para trasladar a
documentalistas.
En diciembre, un barco brasileño también naufragó en la Antártica pero fue reflotado y no hubo derrame de combustible.
La
funcionaria del Instituto Antártico Chileno, Verónica Vallejos, dijo en
conversación telefónica con The Associated Press desde Punta Arenas,
donde tiene su sede el organismo estatal, que aún se desconoce la
magnitud del derrame. Señaló que pese a que las normas del Tratado
Antártico establecen la obligatoriedad de que el país al que pertenece
el causante de la contaminación informe oficialmente el percance, Brasil
no lo ha hecho aún.
Vallejos dijo que un protocolo adicional al
tratado estableció sanciones y multas por contaminación, pero el
documento no ha entrado en vigor porque no ha sido ratificado por los
países firmantes del tratado.
Afirmó, sin embargo, que aunque no
se haya ratificado el protocolo "todos los países asociados al Tratado
Antártico tenemos obligaciones ambientales que cumplir".
Apuntó
que Brasil, por lo tanto, tiene la obligación de poner todos los medios
para mitigar o combatir la contaminación y precisó que en ningún caso se
pueden usar elementos químicos dispersores.
La última gran
contaminación en el continente antártico se registró en noviembre de
2007 cuando naufragó, después de chocar con un iceberg, el crucero
turístico inglés Explorer.
Los 91 pasajeros y nueve tripulantes
resultaron ilesos y el derrame del combustible fue dispersado por naves
chilenas. Sólo unos cuatro meses después desapareció, contó Vallejos,
delegada chilena al comité de medioambiente del Tratado Antártico. Al
momento del naufragio la nave llevaba 185.000 litros de diesel.
Otro
accidente de consideración en el continente blanco fue la varadura a
comienzos de 1989 del barco argentino Bahía Paraíso, que contaminó
especialmente la costa cercana a una pingüinera y cuyo impacto ambiental
fue mayor.
Fuente: Univisión
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