lunes, 28 de noviembre de 2011

Averiados...


El viento obliga al gasero averiado a retrasar su vuelta a Ferrol

La empresa propietaria de la nave, la noruega Höegh LNG, ha confirmado que el buque permanecerá hasta su regreso a unas 24 millas de la costa

El Artic Princess, el gasero de 228 metros de eslora que desde el lunes navega averiado y escoltado por remolcadores al norte de la línea de costa de A Coruña, no regresará al puerto de Ferrol al menos hasta hoy por la mañana, a causa del viento, según fuentes de Capitanía Marítima.

La empresa propietaria de la nave, la noruega Höegh LNG, ha confirmado que el buque permanecerá hasta su regreso a unas 24 millas de la costa, una distancia que alcanzó el martes alrededor de las 20.00 horas. También señalaron que el gasero navega con sus propios motores, que las pruebas del martes para comprobar el estado de los sistema de propulsión fueron «satisfactorias», y que los tres remolcadores que lo escoltan en todo momento siguen ahí por precaución.

La firma reiteró que la tripulación está bien y permanece a bordo. Confirmó además que el regreso se producirá mañana si el tiempo mejora y que el barco será conducido a los astilleros de Navantia para ser reparado.

Los portavoces de la firma no abundaron en las causas de la avería e insistieron en que «se determinarán en el astillero», pero sí señalaron que fue la propia tripulación de la nave la que decidió apagar los motores durante la tarde del día 21 como «medida de precaución». Habían detectado un sobrecalentamiento en el eje de cola.

Transporte especializado

El Artic Princess no lleva carga. Es un transporte especializado en gas natural licuado y su destino habitual está vinculado a la plataforma Snøhvit, en el mar de Barents. El gas se extrae mediante varios mecanismos submarinos y es conducido, mediante una tubería multifase que supera los 145 kilómetros, a una estación en la isla de Melkøya, cerca de la ciudad de Hammerfest, en la región noruega de Finnmark. En la estación se enfría la temperatura del gas hasta los 163 grados bajo cero para que pase a estado líquido. Después es bombeado a barcos como el Artic Princess que lo distribuyen por todo el mundo, aunque los destinos más habituales son puertos europeos o de Estados Unidos.
Fuente: La voz de Galicia

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