Barco de energía solar da la vuelta al mundo
El Tûranor Planetsolar, que cuenta con 500 metros cuadrados de placas fotovoltaicas, tuvo que navegar lo más cerca posible del Ecuador.
El barco Tûranor Planetsolar se convirtió en la primera embarcación
impulsada por energía solar en lograr completar una vuelta al mundo.
Esta aventura, en la que se recorrieron 50 mil kilómetros, comenzó en
septiembre de 2010 cuando zarpó desde el puerto Hércules en Mónaco,
Francia, hacia el océano Atlántico para regresar al mismo lugar del
inicio de la expedición.
El bote, cuyo nombre significa “La fuerza del sol”, según el lenguaje
élfico extraído de la novela El Señor de los anillos, es un catamarán
de 31 metros de largo y 15 metros de ancho con una cubierta que alberga
más de 500 metros cuadrados de placas fotovoltaicas, lo que lo convierte
en el barco más grande del mundo movido por energía solar.
El jefe de la expedición, Raphaël Domjan, suizo de 40 años, señaló que “la idea
nació en 2004 cuando observé el deshielo completo de un témpano de 500
metros de envergadura en Islandia. Tomé conciencia de que los cambios
climáticos son una realidad y hay que hacer algo”.
El Tûranor Planetsolar, soltó las amarras en septiembre de 2010 desde
Mónaco y regresó al punto de partida, luego de 585 días de navegación
alrededor del planeta, con una tripulación franco-germano-suiza
conformada por Domjan, comandante a bordo, así como por el jefe de la
construcción y un mecánico.
En diciembre de 2010 esta embarcación solar llegó a Cancún, Quintana
Roo. Donde ancló durante una noche para que los turistas pudieran verlo
en la playa.
Luego de haber cruzado el Atlántico y pasado el canal de Panamá, se
dirigieron al Pacífico y luego regresaron a Europa franqueando el canal
del Suez.
Para Domjan, este periplo “demuestra que tenemos todo a
nuestra disposición, conocimientos, tecnologías, materias primas y
energías renovables para que sea sostenible y proteger el planeta”.
A bordo todo funciona gracias al sol: desde el motor hasta los ordenadores, pasando por la calefacción de agua.
“El barco no fue fácil de construir aunque solo nos tomó un año y
medio, lo que es un récord. Se necesitaba, por ejemplo, encontrar buenos
módulos solares”, dijo Jens Langwasser, de 28 años, jefe del proyecto
de construcción que terminó por embarcarse en el Tûranor PlanetSolar.
El principio de base era utilizar únicamente tecnologías disponibles para el gran público.
Al final, la construcción de ese prototipo costó 15 millones de euros, apenas más que un barco clásico de 30 metros de largo.
Al final, la construcción de ese prototipo costó 15 millones de euros, apenas más que un barco clásico de 30 metros de largo.
Para poder pilotear esta nave era necesario contar con un mínimo de
sol, por tanto el barco tuvo que viajar lo más cerca posible del Ecuador
y seguir rutas que cambiaban constantemente.
“Recibimos dos veces por día boletines meteorológicos con las
previsiones de sol. A veces había que reducir la velocidad para pasar a
través de una pequeña franja de nubes y encontrar una zona de sol”,
subrayó el capitán Erwann Le Rouzic, de 40 años de edad, comandante.
Erwann asegura estar todavía impresionado por haber dirigido un barco únicamente movido por la energía solar.
“Por supuesto eso solo puede ser aplicado en zonas soleadas y en
ciertos barcos, y no voy a decir que veremos en 10 años barcos cargueros
solares, sino que ahora sabemos que eso funciona y hay muchas
aplicaciones posibles”, afirmó citando barcos de inmersión submarina
para turistas en el Mar Rojo.
Para Domjan, esta misión es un éxito, pues quería mostrar al mundo
industrial, a los empresarios y a los políticos, que no era un iluminado
como Phileas Fogg, el personaje de Verne en la novela La vuelta al
mundo en 80 días.
La iniciativa logró una primera victoria, pues al paso de la
embarcación por las isla Galápagos el gobierno ecuatoriano solo autoriza
que entren a las islas barcos que cuenten con motores
eléctrico-solares.
Fuente: Milenio
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