ENARSA avaló sobreprecios en el transporte de combustibles
La empresa estatal convalidó que el sindicato cobrara un extra a los privados
Las contrataciones de los barcos que operan las cargas importadas de
gas natural licuado (GNL) – que en 2008 habían arrancado como algo transitorio y ahora resultan indispensables para poder atender la demanda interna – han quedado en la mira por una serie de irregularidades que involucran a las autoridades de la estatal ENARSA y al gremio de los obreros marítimos (SOMU).
Durante
los años 2010 y 2011, la empresa energética estatal que conduce
Exequiel Espinosa – el hombre que el ministro de Planificación, Julio De
Vido puso transitoriamente al frente de las gerencias de exploración y
explotación de la nueva YPF – convalidó varios pagos de sobrecostos portuarios en los barcos de GNL que fueron a parar a las arcas del SOMU.
Los
datos sobre las maniobras y pagos indebidos que salpican a Espinosa y a
Suárez – quien hasta hace poco estuvo alineado con el titular de la
CGT, Hugo Moyano – saltaron sobre el tapete en medio de la fuerte
interna que mantienen De Vido y el viceministro de Economía, Axel
Kicillof por el manejo de la intervención de YPF.
Sin ninguna
norma legal que lo habilite, el gremio que conduce Enrique Omar Suárez
ha venido trasladando a ENARSA el pago de las “excepciones
reglamentarias” que el SOMU debe entregar sin cargo a los buques gaseros
cuando no hay tripulación local capacitada para operar esas naves.
Para
poder operar por períodos que superan los 30 días, los barcos
extranjeros que prestan servicios de cabotaje tienen que tramitar lo que
se denomina un “waiver de bandera”. Este permiso debe ser otorgado sin
cargo alguno tanto por los armadores nacionales cuando no tengan buques
propios que puedan hacer las tareas en juego, como por los gremios del
sector cuando no puedan cubrir con personal local los cargos y puestos
que demandan los barcos extranjeros.
De acuerdo con los datos obtenidos por Clarín
, en los dos últimos años la mayor parte de los “waiver” que otorgó el
gremio del SOMU a los barcos encargados del traslado y la regasificación
en los puertos de Bahía Blanca y Escobar fueron a cambio de pagos irregulares que terminó afrontando ENARSA por ser la responsable de cubrir todos los costos referidos a las importaciones de ese combustible.
En
el caso de los buques regasificadores de la terminal bahiense, la
“excepción reglamentaria” concedida por el sindicato tuvo como
contrapartida una “contribución” económica mensual (equivalente al total
de la dotación que le correspondía a los barcos) que fue a parar la
“Escuela de Capacitación Omar A. Rupp” que manejan los dirigentes del
SOMU.
En tanto, en el caso del barco Arctic Spirit – que operó en
el segundo semestre de 2011 como alijador de las cargas de GNL
destinadas a Escobar – el acuerdo que suscribieron el SOMU y ENARSA
estableció que por el “waiver” gremial, la empresa debía pagarle
bimestralmente a la Fundación Azul que controla Suárez un monto
“equivalente a los salarios y las cargas sociales” de la supuesta
dotación local que tendría que haber ido a ese buque.
Además de
resultar ilegales, los pagos derivados de ese convenio registran otro
hecho más que llamativo. Uno de los desembolsos de casi $ 1.750.000 que
estaba previsto para la Fundación Azul terminó siendo pagado por ENARSA a
la empresa San Jorge Marítima SA que también está bajo la órbita del
SOMU. En este caso, la factura que la compañía marítima le pasó a la
empresa que preside Espinosa fue por “servicios y asesoramiento técnico
al buque Arctic Spirit”.
Fuente: Clarín
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