jueves, 24 de enero de 2013

Le va mal

Fernández Tapias pincha en sus negocios navieros en Galicia
Además de impugnar el concurso de Barreras por un barco que no llegó a construir, una de las apuestas del empresario, Navigasa, entra en pérdidas

Lo intentó hace años con las conservas y, ahora, también con las navieras, que es lo suyo. Pero Fernando Fernández Tapias no logra ser profeta en su tierra, Galicia, y ve cómo algunas de sus iniciativas empresariales y compañías marítimas de las que es accionista hacen aguas. El empresario vigués, que como acreedor en la suspensión de pagos del astillero Hijos de J. Barreras impugnó el informe de los administradores concursales y solicitaba que se declarase doloso, ve además cómo entra en pérdidas otra de sus apuestas, Naviera de Galicia SA (Navigasa), en la que posee un 42,5%. Además, la firma mantiene paralizados sus ambiciosos planes de expansión e internacionalización.

El fiscal se ha puesto de parte del empresario vigués y solicita al juez de lo Mercantil que también se declare doloso el concurso de Barreras, con la inhabilitación de sus anteriores accionistas y directivos. Da así la razón a Fernández Tapias, que además de impugnar el informe del concurso presentado por Barreras, reclamaba 1,5 millones de euros en concepto de indemnización, que equivale al importe entregado a cuenta al astillero vigués para la contratación de un buque de apoyo a plataformas petrolíferas que, finalmente, nunca se llegó a construir. Tanto la petición como la entrega del dinero por parte de Fefé se realizaron en mayo del 2011, apenas un mes y medio antes de que Barreras entrara en suspensión de pagos.

Proyectos fallidos

El encargo del empresario se había realizado a través de una sociedad creada en 2010, Naviera Fernández Tapias Galicia, domiciliada en A Coruña, que cuenta entre sus bienes con inmuebles en México y suma unos activos de 2,1 millones de euros. La sociedad, que está en pérdidas, tenía imputados entre su inmovilizado el coste de adquisición del denominado buque ecológico de servicio WTSV, de apoyo a plataformas petrolíferas, con destino a aguas mexicanas una vez Barreras se lo hubiera entregado.

Tras la venta de su principal grupo naviero, la compañía Fernández Tapias, a los canadienses de Teekay por 659 millones, en 2004, el vigués parecía ya retirado para los negocios, pero el dinero volvió a llamar al dinero en los últimos años y comenzaron de nuevo las apuestas. También en Galicia. Fue así como, discretamente, en 2006, adquirió un 42,5% de Naviera de Galicia (Navigasa) mediante una ampliación de capital. La entrada de Tapias se produjo con el apoyo de la Xunta, que a través de Xesgalicia pasó a controlar otro 15% del accionariado de la empresa, manteniendo Darío Amor, su principal ejecutivo, otro 42,5%. La llegada del empresario, inseparable vicepresidente del Real Madrid de Florentino Pérez, suponía, según la compañía, un espaldarazo definitivo para una internacionalización que nunca llegó.

Malos resultados

Navigasa, como operador de buques, centra sus actividades en operaciones de transporte de contenedores, graneles y carga general y controla tres grandes buques, pero ha visto cómo sus planes de expansión se han paralizado y comienza acusar pérdidas en su cuenta de resultados. La situación de la compañía se complicó en 2011 al declarar un fondo de maniobra negativo por importe de 1,1 millones de euros. “La situación de los mercados financieros no ha permitido a Navigasa refinanciar su deuda relativa a los buques gestionados, que asciende a 11,5 millones”, según la memoria presentada en el Registro Mercantil.

La crisis provocó que las ventas del 2011 de Navigasa descendieran en un 16%, hasta los 7,3 millones, mientras que su resultado negativo prácticamente se duplicó, hasta superar el millón de euros. Navigasa presenta unos activos de 20 millones, con un endeudamiento total (corto y largo plazo) de 12,6 millones.

La nueva naviera de Fernández Tapias había decidido aplazar en 2009 sus planes de expansión y la ampliación de su flota, tras haber anunciado un año antes negociaciones con diversos astilleros gallegos para la construcción de cuatro buques, con una inversión cercana a los 62 millones de euros. En concreto, se trataba de cuatro buques multipropósito, con capacidad de carga de 6.000 toneladas cada uno. Ese anuncio se produjo después de que, por encargo de la compañía, la factoría viguesa Armón construyera dos mercantes para Navigasa por un total de 23 millones de euros.

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