Lakua vigila la comercialización de 1.500 botellas de vino blanco burgalés
'Chacomena' aún no ha llegado a Euskadi pero el Ejecutivo ya ha convocado una reunión en septiembre con las denominaciones de origen vascas de txakoli
El Gobierno vasco se mantiene alerta ante la comercialización de un vino blanco del norte Burgos denominado 'Chacomena'. La marca elegida no ofrece dudas de lo que se quiere sugerir con ella: 'chacolí' del Valle de Mena. Serían 1.500 botellas y, según recuerdan desde el Departamento de Agricultura y Pesca, por un lado, y desde el Consejo Regulador Txakoli de Getaria, por otro, ya se han realizado varias presentaciones del nuevo caldo.
La «triquiñuela», como califica el Ejecutivo vasco el nombre con el que se ha bautizado el blanco del Valle de Mena, ha impulsado a la Administración de Vitoria a convocar una reunión el próximo mes de septiembre con los responsables de las tres denominaciones de origen de la comunidad autónoma: Getaria, Bizkaia y Álava. El objetivo del encuentro es estudiar el asunto y proponer una serie de acciones conjuntas.
Sin embargo, por el momento no hay constancia de que haya entrado en Euskadi una sola botella de 'Chacomena'. Según la Consejería de Agricultura, dirigida por Pilar Unzalu, «todas las inspecciones que se han realizado hasta la fecha han sido negativas» y, además, «los inspectores de Castilla y León no han informado de que hayan detectado 'chacolí' de Burgos».
A las denominaciones vascas tampoco les han llegado noticias en ese sentido. Ruth Mozo, gerente de Getariako Txakolina, no tiene «constancia» de que en Euskadi se esté consumiendo vino blanco de Burgos como si fuera caldo vasco. «Yo no he visto ninguna botella», asegura. Del mismo modo tampoco ha recibido avisos de hosteleros o de consumidores a los que les hayan propuesto vender, servir o tomar el blanco burgalés en territorio guipuzcoano.
Una batalla institucional
La aparición del 'Chacomena' se produce en plena batalla entre los txakolineros vascos y los productores del norte de Burgos, un contencioso que surgió a finales del año pasado, cuando los segundos anunciaron que querían sacar su vino al mercado anunciándolo como 'chacolí'. El Gobierno vasco reaccionó de inmediato, exigiendo a la Junta de Castilla y León que prohibiese esa comercialización, ya que las denominaciones de origen vascas están protegidas por organismos estatales y europeos.
El conflicto se agudizó cuando los socialistas y el PP de Castilla y León apoyaron al unísono el vino burgalés. Las relaciones entre el Ejecutivo de Vitoria y la Junta se enfriaron y solo se recuperaron cuando la segunda institución se comprometió a que sus funcionarios vigilarían que no se produjera ni embotellara vino blanco local como 'chacolí'.
Sin embargo, el Gobierno vasco sufrió un revés días después. Y es que el Tribunal General de la Unión Europea desestimó su petición de prohibir otra denominación de origen (DO) para el txakoli distinta de la de Getaria, Bizkaia y Álava, una propuesta que había presentado para evitar que en Castilla y León se pudiera embotellar con distintivo propio. Es decir, en el futuro los productores castellanos, si consiguen sacar adelante su propia DO, podrían vender su blanco como 'Chacolí' de Burgos, aunque sin la garantía de calidad de las tres denominaciones vascas, que es lo que le ha dado prestigio en el mercado vasco y estatal.
De todos modos el tiempo juega en contra de los productores burgaleses. Y es que para acceder a una DO hace falta cumplir severos requisitos; entre ellos, ser un producto originario de una región determinada, exhibir una calidad y características que se deben exclusivamente al medio geográfico, con sus factores naturales y humanos; y concentrar la producción, transformación y elaboración en una zona geográfica delimitada. Demasiadas exigencias que se deben cumplimentar con los años y que, según los txakolineros vascos, pueden retrasar mucho tiempo la comercialización de vinos con una denominación de origen burgalesa.
Fuente: el correo
La «triquiñuela», como califica el Ejecutivo vasco el nombre con el que se ha bautizado el blanco del Valle de Mena, ha impulsado a la Administración de Vitoria a convocar una reunión el próximo mes de septiembre con los responsables de las tres denominaciones de origen de la comunidad autónoma: Getaria, Bizkaia y Álava. El objetivo del encuentro es estudiar el asunto y proponer una serie de acciones conjuntas.
Sin embargo, por el momento no hay constancia de que haya entrado en Euskadi una sola botella de 'Chacomena'. Según la Consejería de Agricultura, dirigida por Pilar Unzalu, «todas las inspecciones que se han realizado hasta la fecha han sido negativas» y, además, «los inspectores de Castilla y León no han informado de que hayan detectado 'chacolí' de Burgos».
A las denominaciones vascas tampoco les han llegado noticias en ese sentido. Ruth Mozo, gerente de Getariako Txakolina, no tiene «constancia» de que en Euskadi se esté consumiendo vino blanco de Burgos como si fuera caldo vasco. «Yo no he visto ninguna botella», asegura. Del mismo modo tampoco ha recibido avisos de hosteleros o de consumidores a los que les hayan propuesto vender, servir o tomar el blanco burgalés en territorio guipuzcoano.
Una batalla institucional
La aparición del 'Chacomena' se produce en plena batalla entre los txakolineros vascos y los productores del norte de Burgos, un contencioso que surgió a finales del año pasado, cuando los segundos anunciaron que querían sacar su vino al mercado anunciándolo como 'chacolí'. El Gobierno vasco reaccionó de inmediato, exigiendo a la Junta de Castilla y León que prohibiese esa comercialización, ya que las denominaciones de origen vascas están protegidas por organismos estatales y europeos.
El conflicto se agudizó cuando los socialistas y el PP de Castilla y León apoyaron al unísono el vino burgalés. Las relaciones entre el Ejecutivo de Vitoria y la Junta se enfriaron y solo se recuperaron cuando la segunda institución se comprometió a que sus funcionarios vigilarían que no se produjera ni embotellara vino blanco local como 'chacolí'.
Sin embargo, el Gobierno vasco sufrió un revés días después. Y es que el Tribunal General de la Unión Europea desestimó su petición de prohibir otra denominación de origen (DO) para el txakoli distinta de la de Getaria, Bizkaia y Álava, una propuesta que había presentado para evitar que en Castilla y León se pudiera embotellar con distintivo propio. Es decir, en el futuro los productores castellanos, si consiguen sacar adelante su propia DO, podrían vender su blanco como 'Chacolí' de Burgos, aunque sin la garantía de calidad de las tres denominaciones vascas, que es lo que le ha dado prestigio en el mercado vasco y estatal.
De todos modos el tiempo juega en contra de los productores burgaleses. Y es que para acceder a una DO hace falta cumplir severos requisitos; entre ellos, ser un producto originario de una región determinada, exhibir una calidad y características que se deben exclusivamente al medio geográfico, con sus factores naturales y humanos; y concentrar la producción, transformación y elaboración en una zona geográfica delimitada. Demasiadas exigencias que se deben cumplimentar con los años y que, según los txakolineros vascos, pueden retrasar mucho tiempo la comercialización de vinos con una denominación de origen burgalesa.
Fuente: el correo
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