Encuentran nuevos restos del barco del siglo XVIII hallado en la "zona cero"
El equipo de arqueólogos que ayuda en las excavaciones en la "zona cero" de Manhattan ha encontrado nuevos restos del barco del siglo XVIII hallado en julio del año pasado en ese área y que supuso el mayor descubrimiento arqueológico en Nueva York desde 1982.
"Hemos encontrado una porción de la parte frontal o proa del navío, son varias decenas de piezas de unos dos metros de largo y menos de medio metro de alto", explicó hoy a Efe el arqueólogo Michael Pappalardo, encargado de las tareas de evaluación del descubrimiento.
El experto es miembro de AKRF, una de las empresas contratadas por la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey para documentar los hallazgos históricos que puedan encontrarse en las obras de reconstrucción de la "zona cero", donde se levantaba el World Trade Center hasta los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Pappalardo, quien afirmó que es "muy poco probable que queden más restos del barco en la zona", aseguró que las nuevas piezas descubiertas estaban "exactamente donde tenían que estar, ya que se encontraban enfrente de los primeros restos descubiertos el año pasado".
Fue en julio de 2010 cuando un grupo de trabajadores de la "zona cero" encontró los primeros restos de ese barco del siglo XVIII, que según detalló hoy el arquitecto podría tener una longitud total de entre 15 y 18 metros.
Según sus análisis de los restos del navío, que permaneció durante más de doscientos años enterrado en el sur de Manhattan, éste se trataba de "un barco comercial, no militar, probablemente para transportar personas o bienes a lo largo del río Hudson".
Además, en algún momento debió viajar al Caribe, ya que se han hallado parásitos en los restos de madera analizados que sólo se encuentran en esas aguas, detalló Pappalardo.
Ahora los nuevos restos irán a parar al Centro de Conservación y Arqueología Marítima de Texas, donde se encuentran los laboratorios en los que se analizan todavía las piezas halladas el año pasado y donde quedarán temporalmente hasta que las autoridades neoyorquinas decidan qué hacer con este pedazo de la historia.
Sea cual sea su destino, lo que es cierto es que el descubrimiento de ese barco de la era de la Guerra de la Independencia de Estados Unidos supone el mayor hallazgo arqueológico en Nueva York desde 1982, cuando se encontraron los restos de un buque mercante del siglo XVIII en unas obras de la calle Water, también en el sur de Manhattan.
Fuente: EFE
"Hemos encontrado una porción de la parte frontal o proa del navío, son varias decenas de piezas de unos dos metros de largo y menos de medio metro de alto", explicó hoy a Efe el arqueólogo Michael Pappalardo, encargado de las tareas de evaluación del descubrimiento.
El experto es miembro de AKRF, una de las empresas contratadas por la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey para documentar los hallazgos históricos que puedan encontrarse en las obras de reconstrucción de la "zona cero", donde se levantaba el World Trade Center hasta los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Pappalardo, quien afirmó que es "muy poco probable que queden más restos del barco en la zona", aseguró que las nuevas piezas descubiertas estaban "exactamente donde tenían que estar, ya que se encontraban enfrente de los primeros restos descubiertos el año pasado".
Fue en julio de 2010 cuando un grupo de trabajadores de la "zona cero" encontró los primeros restos de ese barco del siglo XVIII, que según detalló hoy el arquitecto podría tener una longitud total de entre 15 y 18 metros.
Según sus análisis de los restos del navío, que permaneció durante más de doscientos años enterrado en el sur de Manhattan, éste se trataba de "un barco comercial, no militar, probablemente para transportar personas o bienes a lo largo del río Hudson".
Además, en algún momento debió viajar al Caribe, ya que se han hallado parásitos en los restos de madera analizados que sólo se encuentran en esas aguas, detalló Pappalardo.
Ahora los nuevos restos irán a parar al Centro de Conservación y Arqueología Marítima de Texas, donde se encuentran los laboratorios en los que se analizan todavía las piezas halladas el año pasado y donde quedarán temporalmente hasta que las autoridades neoyorquinas decidan qué hacer con este pedazo de la historia.
Sea cual sea su destino, lo que es cierto es que el descubrimiento de ese barco de la era de la Guerra de la Independencia de Estados Unidos supone el mayor hallazgo arqueológico en Nueva York desde 1982, cuando se encontraron los restos de un buque mercante del siglo XVIII en unas obras de la calle Water, también en el sur de Manhattan.
Fuente: EFE
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