Un alto en el camino a Bruselas
Medio centenar de Indignados recaló ayer en Miranda para explicar el objetivo de la marcha popular y recabar apoyos
Poco a poco, a lo largo de la mañana, el Antonio Machado se fue transformando en un improvisado camping para acoger las tiendas de campaña y las mochilas del grupo de Indignados que ayer recaló en la ciudad siguiendo la ruta que les llevará a Bruselas, la capital europea, para presentar allí sus demandas de cambio político y económico y sus reivindicaciones sociales.
Alrededor de 60 personas recalaron en Miranda procedentes de la localidad burgalesa de Zuñeda, parada anterior en su recorrido, y lo fueron haciendo poco a poco. A primera hora de la tarde, poco más de la mitad había alcanzado el parque tras recorrer los 30 kilómetros que separan un punto de otro.
Los primeros en llegar fueron los encargados de establecer el punto de información sobre lo que significa el movimiento 15 -M y sus objetivos. Un lugar por el que a lo largo del día fueron pasando unos cuantos mirandeses para manifestar su adhesión al movimiento participando en la recogida de propuestas. No faltaba en la mesa un bote para recoger donativos que les permitan hacer frente a los gastos que les supondrá el viaje emprendido.
«Allá donde vamos estamos dando información a la gente que no nos conoce y explicando que estamos recogiendo propuestas para llevarlas a la Parlamento Europeo», explicó uno de los participantes en el movimiento; que insistió en recordar que ellos están «haciendo las cosas bien, como se debe hacer, aportando ideas y alternativas para que la gente vea que hay salida».
La marcha que partió el 26 de julio de Madrid, prevé llegar entre el 7 y el 8 de octubre a Bruselas, tras recorrer los 1.800 kilómetros que separan a ambas ciudades para reclamar «una democracia directa en Europa». El objetivo compensa el esfuerzo, aunque reconozcan que «el asfalto es duro, al igual que dormir en el suelo o estar en un sitio en el que no disponemos de agua». Lo mejor, el apoyo y la colaboración de los pueblos por los que pasan. Aquí, además de celebrar una asamblea a última hora de la tarde, tuvieron tiempo para disfrutar de la música de varios grupos locales.
Tras pasar la noche en Miranda, hoy parten para completar otra etapa que les llevará a Vitoria, a la capital alavesa y que volverá a estar encabezada por una pancarta en la que se puede leer 'Marcha Popular a Bruselas. Vamos despacio porque vamos lejos'. La misma que ayer colgaba de la barandilla del kiosco del parque.
De momento, son medio centenar de personas que los están recorriendo el trayecto marcado pero confían en que, poco a poco, se les vayan sumando más gracias, fundamentalmente, al apoyo que están recibiendo de las redes sociales donde tienen cerca de 2.000 seguidores. «Hay muchísima gente que nos sigue por Internet y nos está ayudando a difundir qué es el 15-M por otros países», zanjó.
Fuente: el correo
Alrededor de 60 personas recalaron en Miranda procedentes de la localidad burgalesa de Zuñeda, parada anterior en su recorrido, y lo fueron haciendo poco a poco. A primera hora de la tarde, poco más de la mitad había alcanzado el parque tras recorrer los 30 kilómetros que separan un punto de otro.
Los primeros en llegar fueron los encargados de establecer el punto de información sobre lo que significa el movimiento 15 -M y sus objetivos. Un lugar por el que a lo largo del día fueron pasando unos cuantos mirandeses para manifestar su adhesión al movimiento participando en la recogida de propuestas. No faltaba en la mesa un bote para recoger donativos que les permitan hacer frente a los gastos que les supondrá el viaje emprendido.
«Allá donde vamos estamos dando información a la gente que no nos conoce y explicando que estamos recogiendo propuestas para llevarlas a la Parlamento Europeo», explicó uno de los participantes en el movimiento; que insistió en recordar que ellos están «haciendo las cosas bien, como se debe hacer, aportando ideas y alternativas para que la gente vea que hay salida».
La marcha que partió el 26 de julio de Madrid, prevé llegar entre el 7 y el 8 de octubre a Bruselas, tras recorrer los 1.800 kilómetros que separan a ambas ciudades para reclamar «una democracia directa en Europa». El objetivo compensa el esfuerzo, aunque reconozcan que «el asfalto es duro, al igual que dormir en el suelo o estar en un sitio en el que no disponemos de agua». Lo mejor, el apoyo y la colaboración de los pueblos por los que pasan. Aquí, además de celebrar una asamblea a última hora de la tarde, tuvieron tiempo para disfrutar de la música de varios grupos locales.
Tras pasar la noche en Miranda, hoy parten para completar otra etapa que les llevará a Vitoria, a la capital alavesa y que volverá a estar encabezada por una pancarta en la que se puede leer 'Marcha Popular a Bruselas. Vamos despacio porque vamos lejos'. La misma que ayer colgaba de la barandilla del kiosco del parque.
De momento, son medio centenar de personas que los están recorriendo el trayecto marcado pero confían en que, poco a poco, se les vayan sumando más gracias, fundamentalmente, al apoyo que están recibiendo de las redes sociales donde tienen cerca de 2.000 seguidores. «Hay muchísima gente que nos sigue por Internet y nos está ayudando a difundir qué es el 15-M por otros países», zanjó.
Fuente: el correo
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