El buque regasificador operará al límite
El país depende cada vez más del gas importado. Por caso, del GNL que llega por mar al puerto de Ingeniero White y al de Escobar.
Al límite de sus posibilidades de regasificación se encontrará trabajando, en poco tiempo más, el buque de bandera belga "Express", encargado de volcar a la red de gasoductos troncales que pasan por la ciudad el gas natural licuado proveniente del extranjero.
El aumento de las compras de gas en el exterior parece un proceso irreversible y, hoy por hoy, tanto el regasificador local como el fondeado en Escobar se encuentran operando al máximo.
En la medida en que la producción nacional continúe en baja -cayó un 7,5% entre enero y julio de este año-, la Casa Rosada deberá incrementar las importaciones de gas por barco y desde Bolivia.
Allegados a la empresa estatal Enarsa admitieron a la "Revista Petroquímica, Petróleo, Gas & Química" que las terminales de regasificación "de Bahía Blanca y Escobar operan casi al máximo de sus posibilidades. Entre las dos pueden procesar cerca de 30 millones de metros cúbicos diarios del hidrocarburo.
"En el próximo invierno seguramente va a ser necesario procesar más GNL para cubrir el retroceso de la oferta local de gas. Pero la capacidad instalada prácticamente está al límite y no habilita un incremento significativo", explicaron fuentes cercanas a Enarsa, consigna la publicación.
En aumento. De concretarse las proyecciones de los comercializadores de GNL, en 2014 se traerán cerca de 95 barcos, un 20% más que el año pasado. Las importaciones rondarán según los cálculos los 4.000 millones de dólares.
"Si se hubiese licitado en agosto, se podrían haber conseguido precios en torno a los 15,50 dólares por MMBTU, es decir, 1 menos de lo que se abonó este año y de lo que probablemente se pagará en 2014", explicaron allegados a Enarsa a la citada publicación.
El gobierno dejó pasar, agregaron, la posibilidad de ahorrar alrededor de 250 millones de dólares en el año.
Desde principios de 2013, las licitaciones de los barcos de GNL se realizan bajo el área que lidera Alejandro Luchetta, encargado de Trading y Transporte en YPF. El dinero para solventar esas operaciones sigue dependiendo de las partidas presupuestarias de Enarsa, que se encargó de las compras entre 2008 y 2012.
La semana pasada, y tras ser consultado sobre los desafíos logísticos y de regasificación de GNL que enfrentará YPF en 2014, Miguel Galuccio, CEO de la petrolera, respondió que "se están estudiando alternativas para optimizar la importación del recurso".
"Se están discutiendo y se están haciendo cambios en la forma en que adquirimos el GNL. Estamos buscando la manera de comprar por dos años (las cargas)", anticipó Galuccio ante un auditorio repleto de empresarios.
"El abastecimiento va a ser tan importante como el precio. Viendo lo que pasa con Japón (el principal comprador de gas licuado, que está incrementando su demanda), el mercado se divisa corto en oferta", advirtió Galuccio.
La mayoría de los analistas coincide que en los próximos dos años se registrará un cuello de botella en el mercado por el lado de la oferta, que se ampliará recién en 2016 con el ingreso de terminales regasificadoras de exportación en Angola, Australia y EE.UU.
Por eso, señalan que si bien los requerimientos de algunos países -como India- se reducirán parcialmente en 2014, el consumo continuará traccionado por China y Japón.
A su vez, el mapa del GNL en Latinoamérica se está reestructurando de forma no necesariamente positiva para la Argentina. Este año Brasil, que en 2011 adquirió 17 cargas de GNL, compró cerca de 60 barcos, y planea importar una cifra mayor en 2014. Mientras que México, la otra gran economía de la región, ya inició gestiones para conseguir una buena cantidad de barcos en 2014 tras sufrir inconvenientes para importar gas desde Estados Unidos.
"Por eso es clave asegurarse lo antes posible el suministro para el año que viene", explicó un trader.
"El año pasado, Enarsa terminó comprando las cargas para 2013 en noviembre, y aun así consiguió asegurar los barcos. Pero es jugar muy al límite", agregó.
Ventaja
La Argentina precisa la mayoría de los barcos entre mayo y septiembre, por lo que puede adquirir los cargamentos a contra-estación, con la oportunidad de negociar mejores precios. Este año se pagará, en promedio, cerca de 16,50 dólares por millón de BTU consumido de GNL. Entre enero y julio ya se gastaron 2.205,89 millones de dólares, según datos de la Secretaría de Energía. Y en todo 2013 se desembolsarán cerca de 3.400 millones para traer 80 barcos de 132.000 metros cúbicos de gas natural licuado.
Fuente: La nueva provincia
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