El Mirandés jugará con Castilla y León, Euskadi, Navarra, Rioja y Cantabria
La propuesta de la Comisión de Segunda B incluye en el grupo a los 9 equipos de la región y al Osasuna B
Lo esperado y lo más lógico para los intereses de muchos equipos de la misma categoría. La propuesta que aprobó ayer la Comisión de Segunda B para el grupo en el que estarán incluidos los equipos castellano y leoneses en la temporada 2011/12 reúne a los 9 equipos de la comunidad autónoma, los 8 vascos, el riojano, el navarro y el cántabro.
Se trata del mismo planteamiento que trasladó el Mirandés, en compañía de la Arandina, el Burgos y el Palencia y que también contaba con el visto bueno de las territoriales vasca y riojana, entre otras.
Sólo hay una novedad, que estriba en el descenso administrativo de la Cultural Leonesa. Al no jugar este club en la división de bronce y no ocupar esta vacante ninguno de la misma región (los 395.000 euros que hay que pagar han echado atrás a buena parte de las entidades) había una plaza libre que ha sido para el filial pamplonica, el Osasuna B. En un primer momento, parecía que los navarros estaban destinados a formar parte del cuadro en el que se incluyen los clubes catalanes, pero los descensos por impagos ha conllevado esta otra reestructuración, mínima, porque los de Tajonar ya compitieron en el mismo lote la temporada anterior.
Así las cosas, a última hora de ayer por la tarde se confirmó que los representantes de Segunda B habían decidido formar un grupo con los 9 equipos de Castilla y León, con el Mirandés, la Arandina, el Burgos, la Segoviana, Palencia, Zamora, Guijuelo, Unión Deportiva Salamanca y Ponferradina; a estos se suman los ocho vascos: Eibar, Alavés, Lemona, Sestao, Amorebieta, Athletic B, Real Sociedad B y Real Unión, mientras que los tres huecos que faltan serán para la UD Logroñés, la Gimnástica de Torrelavega y el ya citado Osasuna B.
Ha sido fácil, en este sentido, el reparto porque los tres equipos citados en último lugar son los únicos representantes de sus ámbitos territoriales. Y como entre Euskadi y Castilla y León ya contabilizaban 17 escuadras, las tres asignadas estaban ya prácticamente señaladas de antemano.
Es un lote que, por contra, no contaba con el beneplácito de más de la mitad de los exponentes de Castilla y León: Salamanca, Ponferradina, Segoviana, Zamora y Guijuelo propugnaban una distribución que en su opinión debía llevar a la región a jugar con los gallegos e incluso extremeños.
En algunos casos se apuntaba a criterios económicos (es lo que tiene que Castilla y León sea una comunidad tan extensa) pero en otros subyacen en el fondo cuestiones puramente deportivas. Y es que, siempre a priori, si se tiene en cuneta el nombre de muchos clubes puede haber muchos aspirantes a ocupar una de las plazas que dan derecho a jugar el 'play off' de ascenso y, por lo tanto, para ascender de categoría. Tal es así que algunos ya habían reiterado la conveniencia de no jugar, por ejemplo, con las escuadras vascas.
Sea como fuere, lo cierto es que el grupo estará formado por dos equipos que han descendido de Segunda División: Salamanca y Ponferradina; más otros cinco que han ascendido a la categoría de bronce desde Tercera: Arandina, Burgos, Segoviana y los vascos Sestao y Amorebieta.
Hay un buen número de favoritos para asentarse en la zona más noble de la categoría. En Castilla y León, los dos descendidos tienen todas las papeletas, sin pasar por alto lo que pueda dar de sí el Palencia o la incógnita del Burgos de Julio Bañuelos. En La Rioja, la UD Logroñés volverá a intentar jugar la fase de ascenso, porque su intención es estar en Segunda y en cuanto a Euskadi, Alavés, Eibar, Real Unión aparecen de nuevo en todas las quinielas por potencial, presupuesto y aspiraciones.
Muchos también meten entre todos estos al Mirandés. Su positiva trayectoria, siempre ascendente estos dos últimos años en Segunda B invita al optimismo y a que los rivales respeten al bloque que volverá a entrenar Carlos Pouso.
El hecho, además, de que haya disputado una promoción de ascenso en la que ha estado a punto de lograr el ascenso a Segunda origina que los adversarios vean a la escuadra mirandesista como otra de las candidatas a los puestos de honor. Aunque eso será algo que dicte la propia competición
El Sporting B
El club asturiano es el que ha pagado la cuantía estipulada para mantener a su filial pese a que el equipo había bajado a Tercera en el terreno deportivo. Sin embargo, esta vez no coincidirá con el Mirandés porque los de Mareo constituyen el tercer equipo del Principado de Asturias, por lo que era inviable que quedara encuadrado en el mismo lote.
Compartirá Liga con el Oviedo y el Marino Luanco, conjunto ascendido de Tercera. Otro que ha hecho valer una de las plazas vacantes pero que no se medirá tampoco a los rojillos es el Real Zaragoza, para su segundo equipo que milita en Tercera. Una decisión que se enmarca en su actual política de «apostar decididamente por la integración de nuevos jóvenes valores», resalta en su página web.
Fuente: el correo
Se trata del mismo planteamiento que trasladó el Mirandés, en compañía de la Arandina, el Burgos y el Palencia y que también contaba con el visto bueno de las territoriales vasca y riojana, entre otras.
Sólo hay una novedad, que estriba en el descenso administrativo de la Cultural Leonesa. Al no jugar este club en la división de bronce y no ocupar esta vacante ninguno de la misma región (los 395.000 euros que hay que pagar han echado atrás a buena parte de las entidades) había una plaza libre que ha sido para el filial pamplonica, el Osasuna B. En un primer momento, parecía que los navarros estaban destinados a formar parte del cuadro en el que se incluyen los clubes catalanes, pero los descensos por impagos ha conllevado esta otra reestructuración, mínima, porque los de Tajonar ya compitieron en el mismo lote la temporada anterior.
Así las cosas, a última hora de ayer por la tarde se confirmó que los representantes de Segunda B habían decidido formar un grupo con los 9 equipos de Castilla y León, con el Mirandés, la Arandina, el Burgos, la Segoviana, Palencia, Zamora, Guijuelo, Unión Deportiva Salamanca y Ponferradina; a estos se suman los ocho vascos: Eibar, Alavés, Lemona, Sestao, Amorebieta, Athletic B, Real Sociedad B y Real Unión, mientras que los tres huecos que faltan serán para la UD Logroñés, la Gimnástica de Torrelavega y el ya citado Osasuna B.
Ha sido fácil, en este sentido, el reparto porque los tres equipos citados en último lugar son los únicos representantes de sus ámbitos territoriales. Y como entre Euskadi y Castilla y León ya contabilizaban 17 escuadras, las tres asignadas estaban ya prácticamente señaladas de antemano.
Es un lote que, por contra, no contaba con el beneplácito de más de la mitad de los exponentes de Castilla y León: Salamanca, Ponferradina, Segoviana, Zamora y Guijuelo propugnaban una distribución que en su opinión debía llevar a la región a jugar con los gallegos e incluso extremeños.
En algunos casos se apuntaba a criterios económicos (es lo que tiene que Castilla y León sea una comunidad tan extensa) pero en otros subyacen en el fondo cuestiones puramente deportivas. Y es que, siempre a priori, si se tiene en cuneta el nombre de muchos clubes puede haber muchos aspirantes a ocupar una de las plazas que dan derecho a jugar el 'play off' de ascenso y, por lo tanto, para ascender de categoría. Tal es así que algunos ya habían reiterado la conveniencia de no jugar, por ejemplo, con las escuadras vascas.
Sea como fuere, lo cierto es que el grupo estará formado por dos equipos que han descendido de Segunda División: Salamanca y Ponferradina; más otros cinco que han ascendido a la categoría de bronce desde Tercera: Arandina, Burgos, Segoviana y los vascos Sestao y Amorebieta.
Hay un buen número de favoritos para asentarse en la zona más noble de la categoría. En Castilla y León, los dos descendidos tienen todas las papeletas, sin pasar por alto lo que pueda dar de sí el Palencia o la incógnita del Burgos de Julio Bañuelos. En La Rioja, la UD Logroñés volverá a intentar jugar la fase de ascenso, porque su intención es estar en Segunda y en cuanto a Euskadi, Alavés, Eibar, Real Unión aparecen de nuevo en todas las quinielas por potencial, presupuesto y aspiraciones.
Muchos también meten entre todos estos al Mirandés. Su positiva trayectoria, siempre ascendente estos dos últimos años en Segunda B invita al optimismo y a que los rivales respeten al bloque que volverá a entrenar Carlos Pouso.
El hecho, además, de que haya disputado una promoción de ascenso en la que ha estado a punto de lograr el ascenso a Segunda origina que los adversarios vean a la escuadra mirandesista como otra de las candidatas a los puestos de honor. Aunque eso será algo que dicte la propia competición
El Sporting B
El club asturiano es el que ha pagado la cuantía estipulada para mantener a su filial pese a que el equipo había bajado a Tercera en el terreno deportivo. Sin embargo, esta vez no coincidirá con el Mirandés porque los de Mareo constituyen el tercer equipo del Principado de Asturias, por lo que era inviable que quedara encuadrado en el mismo lote.
Compartirá Liga con el Oviedo y el Marino Luanco, conjunto ascendido de Tercera. Otro que ha hecho valer una de las plazas vacantes pero que no se medirá tampoco a los rojillos es el Real Zaragoza, para su segundo equipo que milita en Tercera. Una decisión que se enmarca en su actual política de «apostar decididamente por la integración de nuevos jóvenes valores», resalta en su página web.
Fuente: el correo
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