El Puerto de Las Palmas deja partir hacia el Congo un barco cargado de explosivos
El 'Chariot', con 400 toneladas de bombas a bordo, fue retenido varias horas por un problema burocrático P El buque fue aislado en La Esfinge por seguridad
Capitanía Marítima de Las Palmas permitió ayer por fin la salida del mercante de bandera de San Vicente Chariot hacia el Congo, un barco cargado con 400 toneladas de explosivos que fue retenido el pasado viernes al detectarse un problema burocrático que afectaba a tan peligrosa carga. El buque, procedente del puerto egipcio de Alejandría, partió sobre las 18.00 horas de ayer hacia el puerto congoleño de Boma.
Según confirmaron ayer fuentes de Capitanía, el Chariot fue retenido a finales de la semana pasada al comprobar las autoridades españolas en su declaración de la carga peligrosa que transporta que podía haber una anomalía grave. Esta irregularidad se concretaba en que el capitán del barco declaraba el transporte de 400 toneladas de proyectiles explosivos -munición de fusil, de morteros y hasta de cañón- junto a detonadores de bombas. La ley internacional prohíbe el transporte en las mismas bodegas de estas dos mercancías porque los detonadores, en caso de accidente, pueden provocar la deflagración de la carga de explosivos que va en la munición.
Ante esta eventualidad, Capitanía optó por retener y aislar el Chariot dentro de las instalaciones portuarias para evitar accidentes. Así, el barco fue remolcado al solitario muelle de La Esfinge, aún en obras, donde quedó custodiado por agentes en coche y en motoras de la Policía Portuaria.
Al mismo tiempo, Capitanía solicitó la ayuda del servicio de Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil para que girara una visita de inspección al mercante. Estos agentes realizaron la inspección el sábado y ayer mismo enviaron a Capitanía un informe en el que se declaraba que los detonadores iban en compartimentos distintos y diferenciados de los explosivos. Gracias a este informe Capitanía levantó todas las restricciones y permitió la salida del barco cuya carga es legal.
Fuente:laprovincia.es
Según confirmaron ayer fuentes de Capitanía, el Chariot fue retenido a finales de la semana pasada al comprobar las autoridades españolas en su declaración de la carga peligrosa que transporta que podía haber una anomalía grave. Esta irregularidad se concretaba en que el capitán del barco declaraba el transporte de 400 toneladas de proyectiles explosivos -munición de fusil, de morteros y hasta de cañón- junto a detonadores de bombas. La ley internacional prohíbe el transporte en las mismas bodegas de estas dos mercancías porque los detonadores, en caso de accidente, pueden provocar la deflagración de la carga de explosivos que va en la munición.
Ante esta eventualidad, Capitanía optó por retener y aislar el Chariot dentro de las instalaciones portuarias para evitar accidentes. Así, el barco fue remolcado al solitario muelle de La Esfinge, aún en obras, donde quedó custodiado por agentes en coche y en motoras de la Policía Portuaria.
Al mismo tiempo, Capitanía solicitó la ayuda del servicio de Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil para que girara una visita de inspección al mercante. Estos agentes realizaron la inspección el sábado y ayer mismo enviaron a Capitanía un informe en el que se declaraba que los detonadores iban en compartimentos distintos y diferenciados de los explosivos. Gracias a este informe Capitanía levantó todas las restricciones y permitió la salida del barco cuya carga es legal.
Fuente:laprovincia.es
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