Suspendieron el pago del alquiler de los barcos regasificadores
Es otro capítulo en la puja del Gobierno con YPF. Son 100.000 dólares diarios
La creciente presión regulatoria y económica del Gobierno contra la
petrolera YPF sumó un nuevo embate por el lado del suministro de GNL, el
gas natural licuado que se importa por barco para poder atender
alrededor del 20% de la demanda de todo el país.
La sociedad sin
fisuras que venían manteniendo YPF y la empresa estatal ENARSA desde que
entraron a tallar las importaciones de GNL a principios de 2008 entró
en los últimos meses en una zona de turbulencias que amenaza la “sustentación” y continuidad de esa relación comercial.
De
acuerdo con los datos obtenidos por Clarín, ENARSA – siguiendo las
instrucciones del ministerio de Planificación que conduce Julio De Vido –
no le estaría pagando a YPF desde octubre el contrato de operación de las dos buques regasificadores que se encuentran en los puertos bonaerenses de Bahía Blanca y Escobar.
Tanto hace cuatro años en el caso de Bahía Blanca, como el año pasado en la apertura de Escobar, el Gobierno había buscado directamente a YPF para que se haga cargo de las obras y la gestión de las plantas regasificadoras.
La
petrolera – que pertenece mayoritariamente al grupo Repsol y que es
manejada por el grupo local Eskenazi, dueño del 25% del paquete
accionario – factura en promedio unos US$ 110.000 diarios por
la operación y el mantenimiento de cada una de dos plantas móviles que
regasifican el combustible importado. De ese monto, unos US$ 80.000 corresponden al alquiler diario de cada uno de los barcos regasificadores que son propiedad de la empresa estadounidense Excelerate.
Al no contar con los ingresos por la operación de los buques que debía pagar ENARSA, Y PF procedió a cortar los desembolsos que había asumido con Excelerate por el arrendamiento de los regasificadores.
Ante
la falta de pago de YPF, los representantes de Excelerate llevaron sus
reclamos a la cartera de De Vido y advirtieron que si no aparece una
solución en las próximas semanas podrían dar por caídos los convenios y llevarse los buques del país.
Según
fuentes del sector energético que conocen los entretelones del
conflicto, los directivos Excelerate – si bien no lograron cobrar lo
atrasado – habrían recibido una señal relativamente tranquilizadora del Gobierno.
Tras
explicarle que con ellos no habría ningún problema, los funcionarios de
De Vido le transmitieron a Excelerate que la intención oficial sería modificar los convenios vigentes con el fin de correr a YPF del medio
y poner los contratos de alquiler de los buques directamente en cabeza
de ENARSA. Dicha revisión contractual – según la postura del Gobierno –
debería incluir por parte de Excelerate una considerable rebaja en los arrendamientos de los regasificadores.
Pero
más allá de lo que pase con los barcos que transforman el GNL en gas
natural para que sea inyectado a la red de gasoductos, hay otro dato que
genera incertidumbre respecto a la provisión externa de los próximos
meses.
De acuerdo con los cálculos que hicieron los técnicos de ENARSA para este año se necesitan importar 81 cargamentos de GNL
para que poder tapar el déficit de la producción local de gas. En las
dos licitaciones que se hicieron a fines de 2011, los funcionarios
lograron adjudicar sólo un total de 53 cargas (de las cuales 24
corresponden a Escobar y 29 a Bahía Blanca).
Quedan 28 cargas (12 de Escobar y 16 de Bahía Blanca) que aún siguen sin cubrirse.
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno – el nuevo superministro del Gobierno – quiere acordar la importación directa del GNL faltante desde Angola
, en la misión comercial que piloteará en la primera semana de marzo.
Pero la menor calidad calórica que tiene el gas angoleño y la escasa
flota de barcos disponible para atender el traslado del combustible
tornan – a priori – muy difícil esta nueva opción de suministro de GNL.
Fuente: Clarín
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