El presidente somalí concede pasaporte diplomático a un importante jefe pirata
El gobierno responde a la acusación de la ONU y señala a ABC que Mohamed Abdi Hassan «Afweyne» ha sido nombrado «mediador para la misiones anti piratería»
¿Pirata o mediador? Según denuncia un reciente (y polémico) informe del Grupo de Vigilancia de las Naciones Unidas sobre Somalia, el presidente del país, Sharif Sheikh Ahmed, ha concedido en los últimos meses el pasaporte diplomático, y con ello la inmunidad política, al destacado jefe pirata Mohamed Abdi Hassan “Afweyne”.
En el informe, se denuncia cómo el conocido bucanero presentó este documento el pasado mes de abril durante un viaje a Malasia, al ser inquirido por las autoridades del Estado asiático en la frontera. Precisamente, ante las dudas sobre la validez del salvoconducto, “Afweyne” confirmó que éste fue obtenido gracias a la mediación de la Presidencia somalí.
El pasado 12 de julio, en una carta remitida al presidente del Comité de Sanciones del Consejo de Seguridad, el mandatario del país africano ya calificaba de “unilaterales” las conclusiones del Grupo de Vigilancia y aseguraba que parecían “empeñados en ensuciar el buen nombre de ciudadanos particulares somalíes lanzando acusaciones infundadas contra ellos”.
Sin embargo, el asunto podría ser aún más polémico. Según fuentes gubernamentales consultadas por ABC, “Afweyne” (cuyo apelativo significa “boca grande”) ha sido designado en los últimos meses por el Ejecutivo de Mogadiscio uno de sus principales mediadores para frenar la piratería que asuela las aguas del Índico. Sobre todo, gracias a su leitmotiv: negociación y diplomacia blanda frente a acciones armadas.
Doble baraja
Precisamente, en los últimos dos años, el otrora criminal ha participado en numerosas negociaciones para la liberación de rehenes en ciudades como Cadaado. No en vano, “Afweyne” es padre de otro popular bucanero (Abdulkadir Mohammed).
Pese a ello, el exceso de mesura de Mogadiscio frente a la piratería comienza a irritar a la comunidad internacional. Éste es el caso Abshir Boyah, un jefe pirata con sede en Puntlandia citado también en el informe, y que fue capturado por las autoridades aunque condenado únicamente a cinco años de cárcel. Una pena muy inferior a los 20 años a que fueron sentenciados otros piratas mucho menos importantes.
Es el caso también de Mohammed Garfanje, quizá uno de los máximos “comandantes” de la piratería somalí y a quien la propia Presidencia somalí ofreció, a principio de año, convertirse también en negociador gubernamental. ¿La respuesta? Nones.
Fuente: ABC
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