jueves, 5 de diciembre de 2013

No todo son catástrofes

El milagro del nigeriano que sobrevivió tres días en un barco hundido

Parece casi un milagro, o una película de terror o una película de terror que acaba con un milagro. El vídeo del rescate de Harrison Odjegba, un cocinero nigeriano de un barco carguero que se hundió en el océano Atlántico, se ha convertido en un éxito mundial tras ser colgado en una popular web de vídeos.

Odjegba consiguió sobrevivir durante tres días a 100 metros de profundidad por una inusual bolsa de aire que se creó en el camarote. Allí, el cocinero nigeriano, se mantuvo milagrosamente vivo durante 72 horas. Fue entonces cuando un grupo de buzos que bajaron a rescatar los cuerpos muertos le encontró para sorpresa de todos. No le quedaba mucho tiempo de oxígeno, estaba a punto de morir congelado y tomo una sola Coca Cola en tres días.

En la sorprendente escena captada por las cámaras se ve como aparece una mano en la pantalla. Todo hace indicar que se trata de otro de los fallecidos, los buzos ya habían sacado cuatro cadáveres. El buzo se acerca para agarrarla cuando es su mano la que es cogida. "¡La mano le agarró!", explica con exclamaciones a la agencia AP Tony Walker, gerente de la empresa holandesa que practicaba el rescate. En un primer momento la exclamación fue de terror, pero luego se escucha: "¿Qué es eso? ¡Está vivo!".

Para todos fue un shock, un momento terrible de miedo. Para el buzo que estaba allí entre cuerpos, para el cocinero que no sabía lo que estaba pasando y para nosotros que de pronto nos vimos una mano en la pantalla", explica Walker.

Nadie se explica aún, las imágenes se han difundido ahora pero los hechos son de hace seis meses, como el cocinero consiguió sobrevivir, algo que no consiguieron los otros 11 ocupantes del barco Jacson 4. Estaba en calzoncillos, cerca de congelarse y sólo recitaba unos salmos que le había enviado su mujer por el móvil: "Oh Dios, por tu nombre, sálvame. El señor sostiene mi vida...".

La historia de Okene

La terrible experiencia de Okene comenzó alrededor de las 4:30 am el 26 de mayo . Siempre madrugador, él estaba en el baño cuando el remolcador , uno de los tres que remolcaban un buque petrolero en las aguas ricas en petróleo del Delta de Nigeria, tuvo una sacudida repentina y luego se comenzó a hundir", explica.

"Estaba aturdido y en todas partes estaba oscuro ", explicó Okene en una entrevista. Okene comenzó a tientas a caminar fuera de la taza del baño y trató de encontrar una salida. Descubrió algunas herramientas y un chaleco salvavidas con dos linternas que guardó en el pantalón corto.

De pronto encontró un habitáculo del barco hundido en el que se sentía seguro, habñia aiere y comenzó la larga espera. Cada vez hacía más frío. "Me preocupaba por mis compañeros (el capitán ucraniano y 10 nigerianos). Ellos se habían encerrado en sus cabinas. Escuché un fuerte sonido en el agua, en el exterior, y me pareció que eran tiburones luchando por algo grande".

"Empecé a invocar el nombre de Dios", Okene dijo en el periódico La Nación de Nigeria. "Empecé a recordar los versos que leí antes de dormir. Leí la Biblia de los salmos 54-92. Mi esposa me mandó a leer los versos esa noche, cuando ella me llamó antes de irme a la cama".

Luego llegó el rescate. Los buzos partiendo el casco, la terrorífica sorpresa, el darle una máscara y calentarle con agua caliente y una última voz que dice: "Buen trabajo amigo mío. Bien hecho. Usted es un superviviente".
Fuente: el mundo

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