lunes, 16 de julio de 2012

Toca a todo

La crisis pasa factura al puerto deportivo, con sólo diez barcos en lista de espera
El precio de las embarcaciones de segunda mano bajó un 20% y cada vez hay más en venta en los pantalanes

Los puertos deportivos también sufren el vaivén de la crisis económica, y el de Avilés no es una excepción. La temporada turística se presenta así con menos lista de espera que años atrás, un indicador de que el sector náutico está tocado. Solo diez embarcaciones de recreo aguardan por plaza en Avilés, casi una tercera parte de las que había hace tres años. El puerto deportivo de la ciudad cuenta con unas doscientas plazas distribuidas en dieciséis pantalanes para embarcaciones deportivas de pequeñas dimensiones. De los 16 pantalanes existentes, uno lo gestiona directamente la Autoridad Portuaria de Avilés mientras que el resto están dados en autorización a los siguientes gestores: Club Marítimo San Balandrán, el Real Club Náutico de Salinas y el Club Vela Puerto Ría de Avilés.

«Nosotros tenemos todos los pantalanes llenos, pero la crisis se nota cada vez más sobre todo en la lista de espera y en que hay mucho barco en venta, mucha segunda mano», explica el presidente del Club San Balandrán, Mario Bada. Esta entidad suma trescientos socios y trabaja sin obtener beneficios a cambio. «Nosotros hacemos de intermediarios, hacemos las gestiones para que un barco pueda atracar en Avilés», explica. Amarrar una embarcación de entre seis u ocho metros de eslora cuesta alrededor de ochocientos euros al año por pantalán. A esto hay que sumar otros gastos como seguro o revisiones, lo que supone que mantener una lancha de recreo cueste 2.000 euros anuales.

Todos estos gastos hacen que muchos patrones opten por poner en venta sus embarcaciones. Y el precio de las lanchas ha bajado en el mercado de segunda mano alrededor de un veinte por ciento, según Mario Bada. Un barco de pesca se seis metros de eslora y dos de manga, con un motor de 130 CV, cuesta así unos 23.000 euros. Un motor de fueraborda ronda, a su vez, los 1.000 euros. «Las crisis nos afecta como a cualquier otro sector y en momentos de apuros la gente pone en venta sus barcos igual que coches, casas o fincas», subraya Mario Bada. El puerto avilesino sufre así también el castigo de la crisis económica, aunque el interés por los deportes naúticos sigue patente.

Para los integrantes de la Real Liga Naval Española, asociación centenaria, el sector de la náutica debe aprovechar la crisis económica «para salir lo más fortalecida posible de estos duros años», como se desprende del resumen del IX Foro de turismo náutico. «Recuperar y fomentar la cultura náutica, donde el mar no es solo un espacio lúdico, sino también un importante elemento para el fomento y la formación en valores, es algo que necesita nuestra sociedad de forma urgente», inciden.

Y defienden: «El mar y sus recursos constituyen sin duda un aspecto fundamental para el futuro de nuestra civilización, pero para que ello sea así la sociedad tiene que percibirlo como algo más que una fuente de riqueza inagotable que no precisa mayores atenciones, o algo más que un mero espacio destinado al ocio o, incluso, como también ocurre, como un espacio de ocio para las clases más favorecidas o privilegiadas».

Con la intención de acercar la náutica a la sociedad, el Club Marítimo San Balandrán organiza periódicamente distintas actividades de promoción abiertas al público interesado. Así, por ejemplo, el próximo sábado, día 21, el colectivo celebrará la «navegada» anual a Luanco. El mismo día se organizará además una regata de veleros «free style». 

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