Fred Olsen comienza a comercializar otros cuatro cruceros con escala en Avilés
El primer buque recalará en la ciudad el 31 de octubre con hasta 1.350 pasajeros
La naviera ha programado viajes hasta finales de 2013
La naviera de origen noruego Fred Olsen ha comenzado la venta de pasajes para cuatro nuevos cruceros con escala en Avilés. Los buques recalarán en la ciudad entre octubre próximo y el mismo mes del año 2013, según prevé la programación facilitada por la propia compañía.
El inicio de la venta de pasajes para esos fletes de recreo confirma las previsiones anunciadas meses atrás por la propia naviera, la Autoridad Portuaria y la consignataria Pérez y Cía, donde trabajan con el objetivo de lograr una escala de cruceros mensual en la ciudad a la vista del resultado del histórico amarre del 'Braemar', también de Fred Olsen, el pasado 2 de mayo. Entonces, miles de personas se acercaron a la dársena de San Agustín y a ambas márgenes de la ría para asistir al arribo y a la partida del buque, que permaneció amarrado durante la jornada al pie del Centro Niemeyer.
El reclamo del equipamiento cultural y la cercanía del centro histórico de la ciudad fueron dos elementos cuyo interés para este tipo de fletes fueron entonces destacados por los responsables del buque y de la naviera presentes en Avilés, y no haría otra cosa que confirmar la elección de la ciudad como escala para el formato de pequeños cruceros que comercializa la empresa, fundamentalmente, en el Reino Unido.
710 camarotes
De dicho país procederán, a buen seguro, el grueso de los cerca de 1.350 pasajeros y 510 tripulantes que recalarán en la ciudad el próximo 31 de octubre a bordo del buque 'Balmoral'. Con 710 camarotes y 218,18 metros de eslora, el barco es el mayor de los anunciados por ahora para el próximo año en la ciudad -supera en 22 metros la eslora del 'Braemar'-, y recalará en el marco del viaje 'Francia y España', título con el que se oferta a los potenciales cruceristas con precios que parten desde las 719 libras, unos 905 euros. El barco cubrirá una ruta que incluye escalas en La Pallice, Bilbao, Avilés y La Coruña, desde donde partirá de regreso a Southampton.
El siguiente viaje que oferta Fred Olsen tendrá a Avilés precisamente como última escala antes de su regreso al mismo puerto inglés. Recalará en la ciudad el 2 de mayo del próximo año después de que los cerca de 800 pasajeros del buque 'Black Watch' conocieran Lisboa, Leixoes y La Coruña. El viaje se oferta en el mercado británico con el peculiar nombre de 'Peregrinos y Paella', en alusión a la visita a Santiago de Compostela que se ofertará a los cruceristas durante su escala coruñesa, así como a los tópicos de la gastronomía española. En este caso, los precios de las ocho noches de crucero oscilan entre las 749 y las 2.959 libras -de 944 a unos 3.700 euros-.
El mismo buque, el 'Black Watch', volverá a la ciudad el 27 de septiembre con un recorrido de doce días con salida y llegada al puerto de escocés de Rosyth (Edimburgo). La escala avilesina llegará después de que el buque recale nuevamente en Leixoes y, después, en Vigo. Tras una nueva escala en La Coruña, el buque pondrá rumbo a Avilés para después seguir a Bilbao, El Havre y, finalmente, Rosyth.
Este es el crucero más caro de los que está comercializando ya la naviera noruega, con precios que oscilan entre las 1.119 libras, unos 1.400 euros, y las 4.469 libras, más de 5.500 euros, que cuesta la suite principal del buque, de 205,47 metros de eslora, 25,2 de manga y 423 camarotes.
La última de las escalas previstas por ahora por la naviera Fred Olsen es la del regreso a Avilés del 'Braemar'. En esta ocasión el buque llegará dentro del paquete turístico de reminiscencias vitivinícolas 'Burdeos y Rioja'.
El viaje se iniciará en este caso en el puerto inglés de Dover el 4 de octubre de 2013, desde donde llegará a Nantes el día 6. El 'Braemar' hará entonces dos breves travesías por la costa francesa: primero hasta La Rochela y después hasta Le Verdon, desde donde los cruceristas serán conducidos a Burdeos.
El 10 de octubre está previsto que el buque llegue a Bilbao, y al día siguiente, el viernes 11, a Avilés. Después regresará a Dover tras una nueva escala en La Coruña.
En esta ocasión, debido a su menor duración, de diez días, los precios son algo más comedidos que en el crucero anterior: de las 979 libras -unos 1.235 euros-, del camarote interior más económico a las 3.899 libras -algo más de 4.900 euros-, de la suite principal.
En principio, todos esos precios suponen un viaje de entre una semana y doce días con 'todo incluido' a bordo del crucero. No obstante, la compañía tienta a sus clientes con una amplia oferta de excursiones a realizar en cada escala que, en el caso del 'Braemar', no tuvieron una gran acogida entre los pasajeros a su llegada a Avilés.
En los cuatro cruceros cuyos pasajes ya han comenzado a venderse se incluye la misma oferta de excursiones que ya se ofreció a los pasajeros durante la escala del pasado 2 de mayo.
Excursiones
La oferta incluye un recorrido por Oviedo -promocionado como 'la ciudad de Fernando Alonso'-, una visita panorámica y degustación del ambiente sidrero gijonés, una excursión al Jardín Botánico Atlántico y un recorrido por Avilés y Luanco. Para esta última opción, la naviera Fred Olsen 'vende' la ciudad como «antigua villa marinera y agrícola que hoy es una ciudad moderna y un principal centro de producción de hierro y acero».
Pero si se repiten las circunstancias del estreno crucerista de Avilés y el grueso de los pasajeros deciden renunciar a las excursiones, lo más probable es que los próximos 31 de octubre, el 2 de mayo del próximo año y el 27 de septiembre y 12 de octubre de 2013, el casco antiguo de la ciudad vuelva a verse repleto de turistas británicos conociendo lo que tiene Avilés que ofrecerles a escasos metros del buque.
Esa cercanía del centro de la ciudad y el muelle de cruceros fue, de hecho, destacada como la gran ventaja de la ciudad para introducirse en el mercado de estos cruceros de tamaño pequeño o medio. Así lo destacaron el pasado mes de mayo los responsables de la naviera que se confesaron incluso sorprendidos por el potencial de la mera vista que desde el barco se tiene del Niemeyer, y que distingue a Avilés de otras ciudades en las que los cruceros amarran a varios kilómetros de las zonas de interés turístico, en muelles comerciales convencionales.
Fuente: el comercio
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