jueves, 12 de julio de 2012

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El puerto refinanciará una deuda de 465 millones y venderá activos
El Consejo de Administración decide sacar a la venta los activos no necesarios para la explotación

La Autoridad Portuaria de Gijón ya tiene una guía de actuación para 2013. El Consejo de Administración aprobó ayer su Plan de Empresa, que aún deberá ser acordado con Puertos del Estado. El documento recoge cinco pasos fundamentales: se toman como punto de partida los datos provisionales de las cuentas del Puerto de Gijón del año pasado; se tiene en cuenta una previsión de tráficos conservadora; se enajenarán activos no necesarios para la explotación; se llevará a la práctica una política de austeridad, y se refinanciará la deuda.

Uno de los aspectos llamativos es el referido a las cuentas provisionales de la Autoridad Portuaria del año pasado, que no han sido hecho públicas. Es más, sobre su resultado final hubo en su momento cierta confusión, ya que el anterior presidente, Emilio Menéndez, informó en la reunión del Consejo de Administración del 29 de febrero de unas pérdidas de 16 millones de euros, cantidad que luego fue descendiendo paulatinamente a 12 y 9 millones de déficit.

La previsión de tráficos conservadora viene en consonancia con los resultados del puerto de los últimos ejercicios, en los que se registraron importantes descensos tanto en el número de entrada de buques como en el de descarga de mercancías. El año pasado, por ejemplo, sólo destacó el buen resultado obtenido por la autopista del mar. En los tres últimos ejercicios, los resultados anuales se movieron entre 14,5 y 15,6 millones de toneladas.

La venta de activos no necesarios para la explotación ya había sido anunciada por los anteriores responsables de la Autoridad Portuaria de Gijón. A falta de mayores concreciones por el equipo que actualmente preside Rosa Aza, se pensaba en inmuebles y fincas no relacionadas con la explotación portuaria, como la finca de La Vega, en Jove, el edificio de la sala de exposiciones de la antigua rula e, incluso, el edificio histórico de la Autoridad Portuaria de Gijón, en el Muelle. Todo ello lleva aparejada una necesaria política de austeridad en la gestión de la entidad.

El asunto que mayor urgencia corre a los responsables de El Musel es la refinanciación de la deuda devenida de la construcción de la ampliación del puerto. Se trata de dos préstamos: uno es con Puertos del Estado, por una cantidad de 215 millones de euros, con un plazo de amortización de 37 años y siete de carencia. El segundo crédito es el concedido por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), por un total de 250 millones de euros, a pagar en 25 años. En total, se trata de una deuda de 465 millones.

Hay que recordar que el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, se había comprometido meses atrás a ayudar al puerto gijonés a renegociar la deuda con el BEI. También hay que tener en cuenta que la ampliación de El Musel costó 716 millones de euros, de los que 247,5 fueron aportados por la Unión Europea. Eso sí, hay una discrepancia con la UTE Dique Torres, que acometió las obras, sobre el precio final de los trabajos. La empresa pide ahora al Puerto otros 350 millones, que no están reconocidos por los responsables de la Autoridad Portuaria de Gijón. Muy previsiblemente, este asunto terminará en los juzgados.

La presidenta del puerto, Rosa Aza, también informó ayer a los miembros del Consejo de Administración de la reorganización interna que ha iniciado la entidad, con la creación de una subdirección técnica que será ocupada por Miguel Villalobos, quien ocupó anteriormente el puesto de director de Infraestructuras del Puerto de Gijón y director del Puerto de Avilés. Además, se aprobaron distintos asuntos pendientes sobre la ocupación del dominio público portuario, modificación de concesiones y autorizaciones, contratos y adjudicaciones cuya decisión estaba retrasada desde la celebración de la reunión del consejo del 29 de febrero.

1,6 millones de toneladas

Por otro lado, las dársenas de El Musel movieron el pasado mes de junio un total de 1.622.133 toneladas, lo que supone un incremento del 12,92% con respecto al mismo mes de 2011. En el acumulado anual, se han movido 8.497.821 toneladas, un 12,01% más que en los seis primeros meses del año pasado. El mayor incremento lo registraron los graneles sólidos, con un 18,84% y un total de 1.461.646 toneladas. El comportamiento del carbón, la dunita y el mineral de hierro han sido especialmente relevantes durante el mes pasado.

Tanto los graneles líquidos como la mercancía general han bajado. Los primeros sólo movieron 45.765 toneladas, todas ellas de productos petrolíferos, mientras que la segunda vio cómo se redujo en un 36,76% el tráfico de productos siderúrgicos. Los contenedores, no obstante, han tenido un buen comportamiento, con 3.428 TEUs movidos, y el tráfico de mercancía rodada (fundamentalmente en la autopista del mar) llegó a las 49.994 toneladas.

En el acumulado del año, las dársenas de El Musel han visto pasar prácticamente un millón de toneladas más que durante los primeros seis meses del ejercicio 2011. De continuar con esta tendencia, se podrían superar los 17 millones de toneladas al finalizar el año, lo que supondría un importante cambio de tendencia con respecto a ejercicios anteriores. 

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